Este documental lejos de una estética de seriedad creíble, se debate entre un croma sacado de serie B y una sesión de LSD paisajística interestelar, con grandes temas generales y oportunos para la época en la que estamos. Aunque eso no deja de hacerlo atractivo para nuestras mentes. Es posible que los primeros minutos uno piense si hay rigor en este documental o es solo producto de una secta de tele tienda, lo cierto es, que a partir de la parte conspiradora económico-social, se hace realmente interesante. Los últimos 20 minutos son publicidad oportunista de situación, publicidad de su propia página web que parece sacada de la cosmología del tarot pero que digo, si fuese seria no necesitarían 20 minutos para auto promocionarse con ideales de humanidad y “orden” como ellos autocritican en la sociedad de hoy en día en parte del documental.
Artista del Maizal
spoiler:
La primera parte del documental habla a pequeños rasgos de una unión artística-histórica de la existencia humana con orígenes cósmicos y alienígenos, a través de los toroides que conjugan las formas de los seres vivos, la vida misma y el universo, para ello se justifica en representaciones artísticas antiguas o naturales con esa forma (forma de donut en su mayoría) algo complemente sacado de tiesto que solo peca de casual y poca veracidad, menos si cabe, con un futurista y un cosmólogo como investigadores de esa parte del documental. El documental en sí, mezcla la decoración floral y fluvial de culturas mesopotámicas o sumerias debidas al Tigris y el Éufrates que evolucionan con el arte de los distintos periodos hasta hoy en día que se ve en el arte árabe, pasando por distintos significados, con Land Art (Arte paisajístico) justificado con visitas de alienígenas a campos de trigo. Unen lo que quieren de forma lineal para darle un sentido y solo justificable mediante la insensatez y la forma de las cosas. Por esa regla de tres todo lo que tenga una recta es una carretera y por ello creo la cosmología de las carreteras.
La segunda parte del documental es muchísimo más seria, aconsejable e interesante, aunque oportunista, en el sentido de, es muy fácil decir las verdades de los problemas del mundo pero no darle un verdadero sentido, eso es más complicado, por no decir que en el documental nombran y critican a la reserva federal de una manera que roza lo obsesivo, me explico. Cierto es que los sistemas de hoy en día pecan de ineficaces, y que de seguro los expertos saben de sobra como salir y que plantear las cosas para salir adelante. ¿Porque no lo hacen? Es claro, porque les conviene para mantener su poder económico-social. Esto sí es cierto, lo que me parece difícil de creer, es que un puñado de apellidos y familias dominen el mundo, basándome en testimonios que a pesar de estar documentados y verídicos no satisfacen el hecho de englobar el control del mundo. El poder abarca tanto que unas pocas familias, si tuvieran tal poder, el hecho de gestionarlo sería con todo, muy difícil, debido a la usurpación misma del poder y el gran abanico que engloba el control del poder. En resumen intentar unos pocos controlarlo todo, es meramente imposible, es filosóficamente imperfecto y autodestructivo. Si se está intentando hacer eso, la crisis sería mucho más profunda. Pero decir que en el documental, la teoría de que haya conspiradores para el control del poder y que los hechos fatales que acontecen sean causa efecto de ellos, si me lo creo pero es algo que se da, desde un atraco en un supermercado hasta en las esferas más altas. Esta parte goza de verdaderos investigadores y está bien esquematizada y citada. Y es enganchante el hecho de cómo funciona el círculo del dinero, los bienes y los servicios. Por otra parte me gustaría saber porque en el documental no se hace alarde de las religiones como influyente de la relación sujeto-poder.
La última parte idealizada en un concepto de humanidad perfecto, me recuerda un poco a Descartes pero sin serlo, es decir, una humanidad idealizada es difícil de crear y menos que sea perfecta, lo único que se puede hacer, es mejorarla o empeorarla, no somos perfectos, aunque tengamos las ideas de la perfección. Utilizar ese slogan con esas partes con música envolvente no hace si cabe recalcar el carácter poco serio y si comercial del propio documental. En conclusión, es un documental con el que distraerse, pensar y si cabe reír también, mi consejo es: ser imparcial, muy objetivo y documentarse.
Artista del Maizal