Baile Caliente

Es una historia de amor muy entretenida, con una banda sonora fantástica, Swayze se sale y..............te aseguro que alguno de los bailes de la película pueden ponerte más que los pelos de punta.

Si algo tenemos que destacar de "Dirty dancing" es el gran trabajo que realizaron los coreógrafos. Todos los bailes expuestos en pantalla resultan trabajados y sin errores, son de una técnica sobresaliente. Además, la película tiene la virtud de tener una escena final mítica con una canción realmente preciosa.
Lamentablemente, ahí acaban los aspectos positivos de este film. Y es que "Dirty dancing" tiene, arriesgándome a decirlo, uno de los peores guiones cinematográficos que mis oídos han tenido el gusto de oír.

Yo entiendo a la gente que pone muy buena nota a esta película porque formó parte de su infancia y eso, pero... Buff, esto no hay quien se lo crea. Tenemos que ser realistas y aceptar que el guión de la misma parece escrito por un niño de tres años en una noche. La trama es incoherente y te intenta explicar los sucesos de la manera más chapucera posible (por ejemplo, la estúpida forma en la que se mete el aborto en la historia). Además, esto va acompañado de escenas insulsas y aburridas, mucho relleno de por medio, errores, personajes mal retratados y un final que está bien si nos fijamos en la coreografía y en la canción, pero narrativamente hablando es una bazofia, pues deja muchos cabos sueltos y está rodeado de una previsibilidad absoluta (aunque esto pasa durante todo el metraje).

Habrá gente que disfrute con ella por los recuerdos, o simplemente confiese que sea mala pero le enganche, sin embargo no es mi caso. "Dirty dancing", a mi parecer, es una chapuza que es insalvable por un problema de base gordo.

Volver a ver Dirty Dancing es recomponer cachitos de la infancia bajo una mirada adulta. En aquel tiempo, obviamos las connotaciones adultas de la historia, como el aborto, las relaciones extramatrimoniales, la explotación sexual del personal, etc… Solo teníamos ojos, siendo niños, para el baile, las sonrisas y las canciones. De hecho, quizá esa atracción a la música de los 60 me venga de aquí, y de otras películas de los 80 que se remontaron a aquella época. Patrick Swayze está excelso, da gusto verle bailar e impone su entrada en cualquier escenario. Un icono de los 80, sin duda. Jennifer Gray se ve que estaba extasiada por la presencia de este señor, que describe muy bien cómo se siente un chico atractivo en este tipo de entornos, rodeado de mujeres casadas "que huelen bien, tienen tiempo y ocho dinero".

Empecemos por lo bueno: La dirección de fotografía. Impecable. Claro que las hay mejores, pero hemos dicho por lo bueno. Las coreografías. También las hay mejores. Pero no se puede negar que son altamente sensuales, especialmente el momento del salto famoso.

Ahora vayamos con lo malo: Básicamente todo lo demás. Un dúo protagonista con nula atracción sexual entre sí, una trama vacía e insulsa, un protagonista con graves pero irrelevantes problemas de autoestima y el baile como soporífero y ridículo telón de fondo.

Tantas veces había "medio visto" esta película sin prestarle atención que realmente llegué a pensar que me estaba perdiendo una gran obra. Lo que me estaba perdiendo era un telefilme de sobremesa.

Por desgracia para mi es una película que le encanta a la persona que comparte su vida conmigo y por dicha razón me ha tocado verla alguna vez. Infumable, aburrida con un Patrik suazizy que parece de cartón-piedra (solo Eduardo Noriega ha llegado a superarle en esa clasificación nunca escrita de actores "hieráticos") y la pobre chavala que le aguanta en el film intentando poner cara de circunstancias. Números musicales de baratillo, una historia de Amor digna de los peores culebrones y una banda sonora para ochenteros nostálgicos sin muchas pretensiones en lo que a calidad de lo que oyen se refiere.

NOTA: el título de esta crítica no es un error sino una transcripción literal del título de la carátula del video que ocupa un espacio (inmerecido) en nuestra videoteca.