Truman Show: Historia de una vida

El guión de la película es espectacular,atrevido y muy original, uno de mis guiones favoritos. Me gusta mucho la idea de que su vida sea un Reality Show. Además, lo que intentan hacer es una crítica hacia la sociedad intentando decir que el hombre llega a unos extremos con tal de entretenerse a los que no debería llegar y la hacen muy bien. Toda la película tiene un ritmo que va en aumento y eso es bueno, el ritmo nunca decae y la película se hace muy llevadera o lo que es lo mismo, en ningún momento aburre y eso es muy importante en una película. Los actores están todos notables, especialmente, Ed Harris que gracias a esta actuación recibió una nominación a mejor actor secundario y bien merecido se lo tenía y Jim Carrey, éste es su mejor papel y sin hacer el payaso de mala manera como en otras películas.

En esa pendiente por la que cayó en picado, entre otras cosas, el cine en los últimos años del siglo XX, 1998 representa el canto del cisne de un estilo muy superior al que le sucedió. "El show de Truman" sería uno de los últimos ejemplos de éste, un gran trabajo, con una idea muy original, atractiva y muy de actualidad ya que era el momento en el que aparecía el Gran Hermano. Película sensible, bien contada y mejor dirigida, con una gran actuación de Jim Carrey para sorpresa de todos y una acertada banda sonora de Burkhard Dallwitz. "El Show Truman" combina hábilmente la comedia y el drama pero sobre todo destaca por el gran contenido intelectual y filosófico que contiene. De entrada, resulta evidente la crítica a los realitys, el poder de la televisión, la omnipresencia de la publicidad, la simpleza de las audiencias, la capacidad para mentir y manipular de los medios de comunicación o la tensión entre el condicionamiento de un individuo y su propia libertad. Algunos censuran que sepamos desde el inicio que es un programa de televisión. Esperan una intriga del tres al cuarto. Por favor, Peter Weir es demasiado serio para este juego.

Pero "El Show de Truman" va más allá. El nivel de simbolismo es altísimo. Por ejemplo, "Truman", hace referencia a "True Man", "Hombre verdadero", y la Santa María, por el descubrimiento de América de Colón. En un plano más profundo Weir introduce el mito de la Caverna de Platón. Estamos en un mundo de apariencias que hay que desenmascarar. Lo más interesante es que Christof, en referencia a Cristo, (Ed Harris) ejerce de padre y de Dios, pero en este caso, creador de un mundo ideal (SPOILER) pero falso en detrimento de otro verdadero e imperfecto. Cristof realmente ama a su "hijo" y para eso diseña este mundo feliz, deseado a la vez por los propios televidentes. Ahora bien, al igual que Matrix, pero mejor, ¿qué escogerá Truman? ¿Ficción o realidad? ¿Y Dios al crear el mundo? Ahí lo dejo. Claro que en este plató todo se puede controlar menos el sentimiento más humano, el amor, y el poder de la imaginación, con una isla de Fidji convertida en una especie de símbolo liberador, un lugar en el que escapar de la enajenación, idea que repite "Up" pero en la que fracasa estrepitosamente por el vacio que hay detrás.

Esta película me ha asombardo mucho, tanto por su brillantez, como por su actor protagonista, Jim Carrey, que por su mezcla de comedia y dramatismo se ha ganado, para mí, que este papel se le reconozca como su mejor interpretación hasta ahora; y desde luego su mejor película.

El argumento se sigue lleno de interés y la resolución del filme y varios de sus momentos intermedios y su banda sonora es realmente para recordar.

Sencillamente brillante.

Redonda, es la nada típica película de la que sales con ganas de comerte el mundo, de romper esquemas y tirar fronteras. Me me gusta su humor, su mensaje y sus bucles. Lo mejor un guión excelente, como pocos, una idea diferente que llego antes de gran hermano. Para mi es la lucha personal de un hombre por encontrarse a sí mismo y superar sus miedos. Me lo explica tan bien que poco más tengo que decir. El único pero, pequeño, es creerte que existe ese universo. Una vez te olvidas que sería muy difícil, por no decir imposible, montar un chiringuito así empieza el viaje. Te dejas llevar por los sentimientos y sensaciones que Truman y su universo te transmiten y a disfrutar. Hasta ver esta película pensaba en Jim Carrey como un actor patético y he reconsiderado esa opinión.

A veces pienso que toda mi vida es una farsa. Que el mundo que me rodea es un montaje, es un plató de televisión. Las personas que me han visto crecer, me han apoyado en los momentos difíciles y han querido tenerme a su lado para el resto de sus vidas; en realidad no las conozco. Me levanto como cada mañana para ir a trabajar. Hace un día espléndido en Seahaven. El sol brilla con tal intensidad que me ciega por segundos. Me miro al espejo, y le hablo de que soy un montañero con las piernas rotas, que no puedo continuar hasta la cima y que en caso de que muera antes, serviré como alimento alternativo.

Me dispongo para ir a la oficina, salgo al portal de mi casa, saludo a mis vecinos de enfrente: “por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches”, el perro del vecino de al lado se acerca a mi y me ladra, un extraño foco cae del cielo, le observo con estupefacción y miro al cielo, me subo en el coche, durante el trayecto escucho en la radio que un helicóptero se ha averiado y que ha perdido algunos accesorios, me dirijo al kiosco para comprar el periódico y una revista de moda para mi media naranja, pero antes de entrar al trabajo, me encuentro con los pesados de los gemelos que me agarran del brazo y me empujan hasta topar mi espalda contra la pared, me saludan y me preguntan como está mi encantadora esposa, y yo les recuerdo lo de la póliza 2x1 (la especial para inseparables), entro en la compañía (no si antes de demostrar mi caballerosidad al dejar entrar a la gente) y llego, por fin, a mi despacho.

Allí, cojo el teléfono a escondidas, llamo al registro de Fichi y pregunto por el número de Lauren y Silvia Garland. Todavía no he conseguido olvidarla, ni quiero hacerlo. Aún conservo el jersey rojo de lana que ella perdió en la playa, en cuya solapa hay una chapita que dice: “How's It Going to End?”. De su mirada, sus labios, su sonrisa, sus manos… he elaborado un collage en mi mente. Es como si Dios hubiese fijado la vista en mí. Mi vida cuyos hilos los maneja a su antojo el creador de mis sueños y mis pesadillas, de mis miedos y mis ilusiones, de mis heridas y mis cicatrices. En ‘The Truman Show’ todo es falso, no distingues lo real de lo ficticio, excepto los sentimientos y las emociones que sí son tan reales, tan profundas, tan puras, tan intensas como la vida misma.

‘The Truman Show’ es algo insólito. El brillante guión de Andrew Niccol te manipula, te conmueve, te emociona, te hace reír y te hace llorar. A partir de la media hora empiezas a tener una sensación de nerviosismo e inquietud, seguido de una búsqueda desesperada por descubrir la verdad de un mundo falso. La magistral y minuciosa dirección de Peter Weir nos hace observar desde distintos ángulos como es la vida en vivo, en directo. En el extraordinario reparto, un Carrey muy metido en su papel, que roza la perfección y un Ed Harris prodigioso. Maravillosa y conmovedora banda sonora de Burkhard Dallwitz.