Los pitufos

Como individuo adulto que soy, al menos por edad, es difícil valorar esta película cuando está enfocada totalmente a los más pequeños de la casa. Es posible que hubiera preferido disfrutar más de la aldea de setas y del bosque mágico que recordaba de mi infancia antes que de un sobreexplotado Manhattan, pero nunca pitufa a gusto de todos.

Al fin y al cabo lo que pretende es provocar risas, cautivar y hacerte pasar un buen rato, y si eso lo consigue con creces con todos los niños, e incluso algunos adultos que me rodeaban al verla, así que quien soy yo para llevarles la contraria y suspenderla.

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Me sorprende mucho tanto la nota de la película como sus críticas. Hay que tener en cuenta que es una película infantil o para todos los públicos, y a más de uno la nostalgia le ha cegado de cara a la crítica. Desde luego me ha sorprendido gratamente.

No esperaba una historia así, entretiene desde el principio con las travesuras de algunos pitufos. Como sus nombres indican, tienen un rol bien marcado (aunque hay una moraleja) y son divertidos y simpáticos. Su aventura por Nueva York agradará a los más pequeños, que al fin y al cabo es a quien va dirigida la película. Las animaciones están muy logradas y son muy visuales, aunque haya un par de momentos en los que el CGI se nota bastante.

De lo poco que no me ha gustado es que usan la palabra Pitufo y derivaciones continuamente, aunque puedo entenderlo.

Los pitufos:

Hacer una película valida para todos los públicos es algo realmente difícil, pero sin duda esta película lo consigue. En un primer momento transporta a los adultos a su infancia, a ese mundo “pitufado” del que disfrutó cuando era un niño viendo los dibujos en la televisión o su anterior película “la flauta de los pitufos”, pero la película se va transformando en algo más, en una historia sobre el amor y la amistad que nos enseña como hacer frente a las adversidades con unas buenas dosis de humor.

Mención especial merece el carismático Hank Azaria haciendo una buenísima interpretación muy bien caracterizado como el malvado Gargamel. O los actores Neil Patrick Harris y Jayma Mays, que defienden sus papeles delante de los hombrecillos azules con gran dignidad y profesionalidad. Por otro lado, la película tiene una gran calidad técnica, que hace que los pitufos parezcan pequeños seres reales perfectamente integrados entre los actores de carne y hueso en la fascinante ciudad de Nueva York.

En definitiva, si queréis pasar un buen rato, esta es vuestra película, sin embargo si buscáis una película de gran calidad, quizás haya algo mejor en cartelera.

Os contaré un cuento:

"Érase una vez un niño que no quería crecer, pero como todo en la vida se consigue, el niño creció y creció hasta convertirse en una persona adulta, llena de responsabilidades. Un día se entera de que una de sus series preferidas de la infancia tendrá su versión en el cine. Como es adicto al cine y le gusta ver películas de buen contenido cinematográfico le entran dudas de que el producto termine siendo una porquería. El adulto decide que le dará el beneficio de la duda. Tras verla en el cine se da cuenta que en afirmativo, ha sido una vil patraña y un ridículo homenaje a esa serie animada. El niño/adulto se da cuenta que no siempre en la vida hay finales felices. Y que todas las versiones fílmicas de una serie de la infancia son la pura mierda". Fin.

Sigo en el spoiler.

Decidí ver esta película por añoranza al recordar esta serie de animación mítica con la que me crié siendo niño.
Es cierto que cuando fui al cine sabía que me iba a encontrar con una película destinada meramente al público infantil. Pero no sé si fue por la añoranza que nombraba anteriormente, o por estos seres entrañables o por cualquier otro motivo; pero la verdad es que me divertí.
La película no es tampoco un gran film, pero cumple con el entretenimiento del público y no aburre. Seguramente se le puedan sacar muchas pegas cómo que tiene escenas bastante infantiles, que todo es bastante predecible y que las frases precedidas de "pitufi no se qué" agotan un poco; pero uno pasa un rato agradable viéndola y se ríe.
El film está destinado meramente al público infantil, pero si nuestros ojos ven más allá de lo superficial creado para los niños, uno encuentra una buena base. Uno puede observar un trabajo de diseño espectacular. Los Pitufos están creados de tal modo que parecen reales. Sus ojos, su piel y sus ropas están cuidados hasta el más mínimo detalle.
En fin, película que entretiene y distrae; y con la que uno pasa un rato más que divertido. Además, siempre es agradable ver actuar a Hank Azaria, el cual da vida a ese brujo inepto y obsesionado con los Pitufos llamado Gargamel.