Sueños, misterios y secretos

Sinceramente:

Empecé verla dos ó tres veces hace unos años pero no fui capaz de acabarla de ver. Me perdía, estaba desconcentrada, no se, no me llegaba. Curiosamente, siempre me rendía más o menos en la misma escena...

El otro día me animé y por fin, pude verla entera.

ME GUSTÓ y mucho. Quizás porque me encantaron los primeros capítulos de Twin Peaks o Corazón Salvaje, Cabeza Borradora y Terciopelo Azul. Hay mucha gente a la que no le gusta nada Lynch y ésta, es puro Lynch, eso está claro, con todas las virtudes y, también todos los defectos, según se mire. Que conste que entiendo perfectamente a los que no les gusta, porque no es fácil ver algo así y, menos si no te va el estilillo.

No voy a extenderme en críticas pseudo técnicas porque soy una simple aficionada y, no podría.
No voy a re-explicar en el spoiler la interpretación del argumento (ya lo han hecho muchos y muy bien).
No quiero convencer a nadie de que le guste o exponerle por qué debería verla, nada se debe hacer por narices...

Creo, simplemente que AL QUE LE GUSTE EL CINE MUCHO DEBERÍA VERLA, aunque luego eche pestes. Cosas peores SEGURO que hemos visto todos. Cada uno que la valore como quiera, pero es interesante y diferente.

Saludos a todos

Esta será mi última crítica dedicada al gran autor, definitivamente no me siento identificado con su obra, pero mucho menos identificado con el tratado de la misma.
Muchos podrán objetarle que detrás de ese mundo onírico se encierra un caos narrativo indigerible, opinión que es tan válida como la de todos aquellos que encuentren en David un verdadero objeto de culto. Quisiera en lo personal poder disfrutar más de sus películas, las miro con un cariño excesivo quizás para lograr cambiar el ángulo de la mirada, pero no lo logro. No me molesta su caos narrativo, me molestan sus tiempos.
El "libre" fluir de las ideas más subconscientes tiene poder si se las sabe transmitir a la pantalla, pero Lynch hace pausas, muchas pausas. Sus tiempos narrativos para el caos narrativo generan un tedio, a mi gusto, irreversible porque se detiene en secuencias que no poseen solución de continuidad, se regodea en ellas.
Esto puede obedecer a su propio amor por esa forma y muchos podrán amarla también, pero en las tierras de Lynch yo me siento un extraño condenado al destierro, al distanciamiento de su mundo tan particular.
Dejo a Lynch con cierto dolor ante la falta de empatía, pero sin ninguna culpa.

La vi... flipé… disfruté... me rayé... intenté dormir... y no pude.

Si acabara ahora mismo de ver la película y me dispusiera a hacer una crítica, me saldría algo así:

Ohhh azuuuul, rubia happypower, morena amnésica empanada, chico con gafas desgraciado, sicario torpón, silencio... mato a Lynch..., llave, ancianitos, Rita, café, vaquero anacrónico... Llorando... ¿y para qué lloro si ni sé de que va la película? El caso es que lloro... En fin... esto, sí.

No pidas opinión… mírala tú mismo si eres arriesgado... Porque os podéis encontrar con los siguientes TIPOS de espectadores que ya la han visto:

"el cinéfilo feliz": que te dirá... "¡ooohh viva Lynch! la fotografía es extraordinaria... el detalle con el que se tratan las escenas es soberbio, cada movimiento te tiene enganchado a la pantalla, no me he enterado un churro de la peli, PERO QUE GRANDE ES LYNCH, COÑO! " (este es el más feliz de todos)

"el cabreao": este es el que salió echando humo del cine y dirá... "¿¡pero en qué mierda de película me han metido?! ¡Que me devuelvan el dinero! Todo el rato viendo la peli esta para no pillar ni papa, menos mal que las protas están buenas.

"El loco de Rubick": Es el que te comentará... "la película es un rompecabezas, me he pasado dos días intentando montar el puzzle que suponen todas las escenas, y aunque no lo creas, ¡la película tiene sentido!" (y se sentirá tan orgulloso de su hallazgo, que te achuchará para que la veas solo por explicártela después, y así que sus dos días invertidos en saber de que iba la historia sirvan de algo)

"El híbrido entre el cinéfilo y el loco de Rubik": En este grupo estaría yo, digamos que la película es un portento técnico, y dirigida magistralmente... en cuanto al sentido de la historia... me dio mucho que pensar... Pero al igual que con el cubo de Rubik ... hice trampa, y busqué el truco en Internet... y me encontré en algunos comentarios de cinéfilos unas cuantas teorías de lo más coherentes, con alguna discrepancia, pero de lo más interesantes, porque al ver por segunda vez la película (es un film que invita a verse más de una vez) empiezas a darle sentido tras la ayuda de lo que te han chivado por la red.

Yo no voy a chivar nada... a ver si tú mismo desvelas el embrollo de esta historia... y si no, a curiosear por Internet y verla por segunda vez... Pero si quieres que tu vida sea más tranquila y feliz... te aconsejo que la veas solo por disfrutar de cada escena, independientemente de la globalidad... Un apunte, la función "silencio" se sale...

No es aceptable que porque haya sido una película de renombre, con sus globos de oro, nominada a los oscars, etc, tengamos que dejarnos llevar y darle una super nota, ya que si nos fijamos bien aunque el entramado sea inteligente, seamos realistas, el cogollo del asunto es tan sencillo como el mecanismo de una piruleta (una vez que se entiende) y si a esto le sumamos que la fotografía es pésima, la actuación de Laura es tan deficiente que siendo la actriz principal se convierte en secundaria por el eclipse total de Naomi, y los absurdos espacios de silencio llegan a ser molestos, así como el hecho de que los inspectores y otros actores no aparezcan más que una vez en la pelicula me da que pensar que a este film le falta mucho que pulir. Señores no nos dejemos abducir por las estrellas, no pasa de un cinco, como nota global.

Una gozada para los sentidos y un laberinto para la razón. Fascinante como pocas, requiere un ejercicio de entrega absoluta, de dejarse hacer de todo, porque la película te va a utilizar sin complejos para tu propia satisfacción.

Esta película es un espejo, o un agujero por el que puedes ver los dos lados de una pared. Los contactos entre un lado y el otro son constantes, desconcertando sin remedio al espectador, pero brindándole siempre un asidero.

Lynch es un gran fabricante de momentos. La sucesión de momentos de elevada intensidad resulta abrumador, agota hasta el límite. Y eso significa que Lynch sabe como nadie hallar la fórmula para hipnotizarnos. La audición de Betty. La escena de amor entre las chicas. El hallazgo del cadáver. El espectáculo en el club "Silencio".

Esta es una película de terror. De un terror extraño. ¿A qué le tenemos miedo? Lynch inventa un antagonista que nadie más ha sabido crear. El miedo a algo impensable, indefinible, que es real a medias. No es el diablo, no es un psicópata asesino, es un ente abstracto que no tiene referentes, y esa abstracción lo hace aterrador. Está en todas partes, escondido. Ni siquiera echa mano de recursos clásicos para asustarnos. Es genuínamente lynchiano. Hay algo malo al acecho, pero ¿qué?

Una película fascinante como pocas, aun con los laberintos en que te mete. Mírala dos veces, porque la segunda te darás cuenta de que no importa tanto hallar la salida, vale mucho más la pena quedarse dentro del laberinto.