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Narco Cultura

Narco Cultura
2012 Estados Unidos
Documental
6.7
601
Documental "Narco Cultura" es un largometraje documental sobre la explosiva cultura narco, un fenómeno que borra los límites entre la guerra y el entretenimiento. Para un número creciente de mexicanos y latinos en América, los narcotraficantes representan los únicos modelos de la fama y el éxito, la única manera de salir del gueto. Esta es la historia no contada detrás de la guerra contra las drogas, un ciclo imparable que ha creado una cultura de ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
20 de septiembre de 2013
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos películas conviven en "Narco Cultura". La primera sigue la vida de varios agentes que trabajan en México, en Juarez. Pertenecen a la unidad de peritos, encargados de identificar cadáveres y de practicarles autopsias. La zona es extremadamente peligrosa y según datos oficiales fallecieron más de 10.000 personas en los últimos años sólo a caso de asesinatos y otro tipo de homicidios. La cercanía de Shaul Schwarz a este conflicto es total, vemos cadáveres en primeros planos, sin trampa ni cartón, con una imagen pulcra muy alejada de otro tipo de documentales ' de archivo' que añaden grano o no tienen formatos menos depurados. Aquí es tan la claridad a la hora de exponer estos segmentos que casi pareciera una película de alto presupuesto tirando de maquillaje y otros trucos similares. No es el caso. Esta 'película' es dura. Las imágenes duelen, la forma en que se nos acerca a los agentes y a su día a día, particularmente del "protagonista", es muy jodida. Es cine de terror, sin ningún tipo de duda. Cuesta mantener la mirada incluso pese a la naturaleza morbosa del ser humano de mirar aquello que le es desagradable.

La 'segunda' película se centra en un fenómeno conocido como narcocorridos, una corriente musical que podría hermanarse con el hiphop y que consiste en glorificar a los narcotraficantes. Los músicos escriben letras que cantan las gestas de sus héroes, héroes aun siendo asesinos, considerados como tales por los propios 'artistas'. Casi como un 'makin of' de una gira musical, una especie de "This is Us"/"Never Say Never" de algún ranchero con letras violentas, observamos cómo se ganan la vida con este tipo de trabajo casi como única forma de sobrevivir. A fin de cuentas, o estás con ellos -los narcos- o en su contra. Funciona esta figura como un término medio. Si la 'primera película', es cine de terror, aquí no hay ningún momento de alarma. Que el documental centre tanto tiempo en ello es coherente a la hora de crear un contraste pero honestamente lo veo de más. A fin de cuentas, Schwarz lo que hace es repetir una idea que queda clara a los 20 minutos, dilatándola y reincidiendo en ella como si no hubiera quedado claro. "Narco Cultura" se complementa así con estos puntos de vista y aporta, además, otros más ligeros como la reflexión de una periodista o el testimonio de uno de los asesinos sobre los que gira todo. Un documental que hay que ver, aunque es cierto que con un montaje un poco más ligero ganaría varios enteros. Para ver en sesión doble con "Ghosts of Cité Soleil" (2006) y 'alegrarse' de que uno vive -con sus más y sus menos- en un país civilizado.
Caith_Sith
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30 de junio de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que habla interesa para repaso. Siete temporadas de Breaking Bad, decadas de "El lobo de Ciudad Juarez", novelas de Cormac MacCarthy, una extrapolacion del problema colombiano noventero con Pablo Escobar a la cabeza, que se repite en otro pais del patio de atras yanky. Las imagenes casi no nos producen indignacion, algunos hasta sienten la fascinacion del poder con todo lo que ello conlleva. Y es que "Sin tetas no hay paraiso", claro que no lo hay.

Ante eso, nada nuevo bajo el sol. Eso si, hagan caso de este slogan "Merece la pena invertir en la violencia".

La vision, la cuantificacion exacta de como ha cambiado el mundo, me aparecio otra vez tras recordar "Tesis" y "Asesinato en 9 mm" en las tertulias, no solo de Iker Jimenez, en las que directores de los cuerpos de seguridad ponian la mano en el fuego de que las snuff movies no existian. Hoy suelen ser Trending topic.

Entonces, miren los colores. Confirmen que esos colores son los sabores del film. Degustenlos y disfruten esteticamente. Olvidense de los cuerpos, de los gestos, miren la iluminacion de las bombillas de ahorro en el suelo, de los tonos con los que son pintadas las casas. Disfruten los tejidos de las camisas, los crepusculos, el sol de mediodia. Tal vez, merezca la pena recalcar al cantante de narcocorrido que entra en una ranchera de mas de 50.000 dolares, muestra su trabajo en una grabacion que reproduce en un ipad a los sicarios, y ante el visto bueno de estos, le dan un fajo de billetes de 100. Al final, si, se habla de narcocultura, y un bardo, un jornalero de la musica, le hace un retrato a un hombre rico. Es en cierta manera poetico, llama la atencion.

Nada mas. Y como dicen los tipos duros y peligrosos de America a sus amigos.."Te deseo lo mejor para ti y para tu familia". Y se puede sacar alguna conclusion de eso, creo yo. De esa coletilla "de familia", que anhaden a todas las despedidas sentidas.

Curioso el continente americano. Sigue siendo un gran misterio.
Travisloock
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30 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un riesgo literal este documental muestra el alcance del narcotráfico en el diario acontecer del norte mexicano, los rumores y anecdotas acerca de la llamada ley del talión aplicada se corroboran a través de la lente y los testimonios obtenidos por Shaul Schwarz. Batos con sombrero y fusta, la Cherokee y su fajo de billetes imponen bajo amenazas reglas a la población y autoridades, que de ser desobedecidas las consecuencias se pagan con el atemoramiento y en casos drásticos la muerte.

El documental se enfoca en dos personas: el cantante-músico-compositor y el agente de investigaciones, el director se inmiscuye en su círculo familiar, social y sobre todo en el desenvolvimiento con respecto a la tarea que desempeñan, su gusto y astucia por ella, aunque también y aunque no lo mencionan abiertamente su riesgo, miedo y resignación de permanecer en una ciudad donde la violencia es parte de todos los días. El documento filmico muestra sin maquillaje y a todo color lo que significa vivir en Juárez, con un desierto convertido en fosa común de casos en centenares sin resolver.

Pero en el campo de batalla los pillos alcanzan notoriedad entre la muchedumbre ya sea por comprar composiciones musicales en género de corrido norteño, o bien por la impresión del poder adquisitivo que han dejado en la comunidades, estilo de vida aspiracional para mucha gente, que a falta de mayores expectativas se ha borrado todo valor y moral para pertenecer a estos grupos al precio que fuere; para las mujeres la posibilidad de convertirse en pareja de alguno de ellos, es lo que podría estar a la mano siempre y cuando la buena posición esté asegurada o bien en el caso de los hombres otras posiciones clave dentro de los grupos y así brindar a sus familias los beneficios económicos consecuentes.

Narco Cultura, disuadiendo todos los aspectos cercanamente y sin miramientos.
Coleccionista Visual
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29 de febrero de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shaul Shwarz realiza un documental con un grado de objetividad aceptable que muestra dos historias paralelas e invita, con el montaje, a la comparación de las visiones de los dos lados opuestos de un mismo tema: el narcotráfico de Ciudad Juárez

1. Richi Soto es un investigador forense centrado en los crímenes del narcotrafico. Un personaje que despierta simpatía por su apariencia, su cercanía y la dedicación a uno de los trabajos más perturbadores del mundo. La historia correspondiente a esta perpectiva está plagada de gritos de dolor e impotencia de familiares y amigos de las víctimas de los carteles de la droga de Juárez

2. Edgar Quintero es un cantante de narcocorrido, un estilo musical derivado de la música tradicional mejicana compuesto por narco- (en relación a sus letras de apología del narcotráfico) y -corrido (termino con el que se denomina a los que corren o han corrido delante de la policía). Esta línea del documental está muy ligada a la música, pareciendo a veces un documental sobre un grupo en una gira, y a toda la parafernalia que conforma la cultura del narcotraficante en Méjico, es decir, la imagen glorificada y estereotipada en torno a los capos y los bandidos del país centroamericano.

Hay cosas que echo de menos en este documental y que redacto en la parte con spoiler, pero a grandes rasgos, el documental une la belleza de la fotografía con un discurso imparcial y una narración protagonizada por los mismos protagonistas, lo que se agradece bastante ya que podemos acercarnos más a los personajes de ambas líneas argumentales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Raff3
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25 de abril de 2020
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Un forense de Ciudad Juárez que a diario convive con el asesinato y la miseria. Su personalidad y su rutina refuerzan la parte más oscura y terrible del ecosistema narco que transmite este documental. Es la tristeza personificada. La pesadumbre. La resignación. Parco en palabras y sonrisas. Cuatro compañeros fueron asesinados. Uno poco después del rodaje. Pero es también la valentía, la esperanza. Subraya que Juárez también tiene aspectos positivos. Sueña con que su ciudad vuelva a ser la que él conoció de niño.

Un niñato que vive en Los Ángeles. Que (mal) canta narcocorridos y que disfruta de cierto éxito y reconocimiento. En su apacible casa en California vive alejado del infierno narco. De la muerte más atroz. De la destruccion de una sociedad. De la banalización de la vida. Pero con su "música" aplaude, ensalza y anima a los criminales. "Glamouriza" al sicario. Normaliza el narcoráfico. Escupe sobre la vida. Aplasta al desprotegido.

Dos perspectivas radicalemente opuestas que habilmente confluyen en el documental para mostrarnos las dos caras y así la moneda entera. En toda su extensión. Sin apenas cortapisas. Imágenes duras de muerte y desolación. Imágenes más duras de quién en la muerte y la desolación ve heroicidad y romanticismo. Retrata una sociedad moralmente dividida a través de estos dos hombres. Esa parte de la sociedad mayoritaria, golpeada, desectructurada, sin ilusión, ni futuro, que vive con miedo y que ha sido abandonada por el poder. Y la parte de la sociedad minoritaria que ha hecho un modus vivendi del crimen y del asesinato más cruel y mezquino, que se pasea impunemente por las calles, que atemoriza, se enriquece, que aplasta y para más decadencia, se enorgullece.

Impecable la propuesta del documental. Hábilmente hilvanada y presentada esa dualidad de sus dos personajes que retratan las dos partes del mismo mundo. Fotografía sobresaliente, sin prescindir de la cruda realidad, de la sangre, de las vísceras, del dolor y de la muerte más salvaje. Mostrando la masacre y la barbarie en todo su funesto y maldito esplendor. Para sacudir conciencias y que no olvidemos que esa existen esas personas, esos barrios, esas desgracias. Valientes los riesgos asumidos, al convivir durante el rodaje con personas que viven rodeadas el peligro; aunque uno lo sufre y el otro, el cobarde, lo genera o al menos lo avala.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vicent74
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