Jim Carrey: The Un-Natural Act

Podemos comprobar en este Un-Natural Act que Jim Carrey invirtió los primeros años de su carrera como humorista a ser el rey de las muecas, y probablemente lo consiguió. Muy pocos pensaban que ese excéntrico personaje acabaría convirtiéndose en un grandioso actor, no solo de comedias, también como un actor capaz de emocionar y llevar a su terreno infinidad de diferentes papeles.
Porque hay que reconocerle a Jim Carrey su valentía, aunque por fortuna el mundo está cambiando y se le empieza a respetar, por decirlo de alguna manera, como un buen actor a pesar de que de vez en cuando se sigue dejando ver en más de un bodrio con la etiqueta de comedia familiar.

En este monólogo Jim Carrey demuestra sus virtudes y sus carencias. Ambas cosas saltan a la vista al poco de comenzar, y se hacen más que palpables conforme va bajando el ritmo del contenido. Jim Carrey no nos cuenta nada particularmente gracioso con sus palabras, no es nada del otro mundo, pero su cuerpo es un elemento digno de estudio haciendo muecas inimitables, muchas veces como si tuviera su centro de gravedad en otro sitio.

Divertido y curioso, pero a estas alturas solo recomendable para los fans de Jim Carrey, entre los que me incluí siempre a pesar de que no siempre tiene fortuna en los papeles que elige, al igual que no tuvo fortuna con el contenido de su monólogo.

Monólogo de 30 minutos donde demuestra todo el talento que le ha llevado a triunfar en su carrera como humorista y actor, y a ser considerado como uno de los mejores cómicos de nuestro tiempo. Infinidad absoluta de gestos y muecas en su cara llevadas siempre a la máxima exageración posible, una elasticidad corporal fuera de lo común y unos movimientos corporales absolutamente compulsivos más cerca de ataques epilépticos que cualquier otra cosa que se haya hecho anteriormente.

Esta actuación tuvo lugar 3 años antes de que Jim Carrey saltara a la fama con su papel protagonista en Ace Ventura, aunque ya había participado en algunos films y cortos canadienses e incluso en películas norteamericanas junto a Nicolas Cage, Clint Eastwood y ser dirigido en "Peggy Sue se casó" nada menos que por Francis Ford Coppola, pero ya digo que el personaje mítico por el que es conocido no nacería hasta su papel protagonista rodeado de animales que si bien la crítica despreció, e incluso le dieron el "premio" a peor nueva estrella, cautivó al público que se quedó prendado de esa exageración gestual fuera de lo normal. A partir de ahí, el límite en su carrera era el cielo, compaginando perfectamente películas "de Jim Carrey" donde dar rienda suelta a toda su capacidad humorística con papeles más serios que incluso le llevaron a ganar dos globos de oro.

En fin, un mito de nuestra era al que seguro que mucha gente no aguanta, pero peor para ellos, que en este pequeño vídeo mostraba ya el potencial que desarrollaría más adelante a ojos del gran público, y que esperemos que acabe mejor que gente que ya nos ha dejado como Tim Robbins, John Belushi, Chris Farley, etc, porque sabemos que la ansiedad por hacer reír a los demás de esta gente no siempre tiene buenas consecuencias.