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La nueva melodía de Broadway

Musical Johnny Brett y King Shaw son dos ambiciosos bailarines que buscan la fama en Broadway, y que trabajan como empleados en el café de una sala de espectáculos. Uno de ellos es elegido para el papel principal de un gran musical, pero se confunden de nombres y escogen al compañero. Desde entonces son rivales en la carrera hacia el éxito... (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
24 de octubre de 2007
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fred Astaire, Eleanor Powell y Cole Porter, tres genios brillando en todo su esplendor en una de las películas más recordadas del gran bailarín al margen de su dúo con Ginger. Una historia de amor, amistad, fama y caracteres encontrados llena de un encanto e ingenuidad como pocas se han visto en el género. A destacar el protagonismo de la injustamente olvidada Eleanor Powell, sin duda, una de las mejores sino la mejor tap dancer de la historia de Hollywood. Una obra maestra del musical norteamericano con números inolvidables que aún espera edición en DVD en zona 2. ¿Para cuándo?
Grace
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22 de febrero de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues poco más queda por decir, porque esta película es más de ver y disfrutar que de describir. Eleanor Powell es la perfección en persona. Magnífica ejecutora, malabarista, bailarina. Fred Astaire está como siempre, perfecto y elegante. Y George Murphy, bueno, pues defiende bastante bien su poco agradecido papel de artista sin ángel.

Sólo por los números ya merece un par de visionados. Pero es que además, sigue siendo muy fresca. Recomendable, recomendable.
Dancewithme
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5 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
117/02(02/05/20) Anodina comedia musical de la MGM (último musical en blanco y negro de la compañía del logo con León) hecha a mayor gloria de su pareja protagonista Fred Astaire & Eleanor Powell en su única colaboración juntos, de ella se decía que era la única capaz de hacer sobra a Astaire, se le llamó la Reina del Tap (claqué). Film con un guión cuasi-inexistente, un relato que solo parece un MacGuffin continuo para llevarnos al clímax final y enseñarnos el extendido número final en el set más caro (120.000 $) para un musical, en este caso para el número de seis minutos “Begin the Beguine” se construyó un gran escenario con un espejo de paneles múltiples de 60 pies montado en una pista giratoria para cambiar los fondos, donde Powell y Astaire parecen flotar sobre la tarima, con bailes de claqué sensacionales. Pero para llegar hasta aquí nos hemos tragado un hilo conductor rancio sobre los sacrificios por amistad, con unos caracteres infantiles, con unos enredos bufos, con unos insertos de comedia chirriantes, como ese Frank Morgan llevándose a jovencitas rubias a donde quiere cual Flautista de Hamellín, solo que en vez de flauta utiliza un abrigo de armiño, y que al final de estar con ellas debe recuperarlo (puaj!). Dirigida de modo plano por Norman Taurog (llama la atención como en los números musicales en el escenario del teatro nunca enfoca al público, creando sensación de que no lo hay y todo es impostado), presenta música de (un especialmente no inspirado) Cole Porter, basándose en una historia de Jack McGowan y Dore Schary (Schary a ser jefe de producción en1948, y luego presidente en 1951 de MGM, hasta 1956), originalmente, se planeó rodar la película en Technicolor, pero debido al estado de inestabilidad de Europa por la WWII, MGM decidió pegarse a blanco y negro. Cuarta y última entrada en la serie de películas "Broadway Melody" de MGM, donde lo único en común (aparte de ser musicales) era la participación de bailarines famosos. En una comedia musical por supuesto debe tener valor los números de baile, pero también la historia, que se lo digan a “Cantando bajo la lluvia” o “Siete novias para siete hermanos”, pero aquí todo resulta tan ligero como una brisa caliente, una suma de set-pieces que tampoco es que resulten brillantes. Hay un tercer coprotagonista en George Murphy, siendo este el primer compañero de baile masculino de Astaire en una película.

Fred Astaire (nombre real Frederick Austerlitz), hace como John Wayne hacía de su encasillamiento, y por supuesto borda su simpatía y encanto elegante, del baile medirlo sería como analizar el basket de Michael Jordan o el boxeo de Ali, simplemente es el mejor bailarín que ha existido (Balanchine y Nureyev le consideraron el mejor bailarín de la historia), Gene Kelly le podría competir, pero no tenía el Don natural de Astaire. Desborda alegría vital en cada danza, en cada golpe de claqué. Con Eleanor Powell la química era escasa, los dos se sincronizan maravillosamente, pero les falta la chispa que Astaire tenía con su compañera del alma Ginger Rogers, esto sobre todo se nota fuera de la pista. Se nota que la Powell estaba más cómoda sola en pista, como exhibe en su primer número de baile (All ashore) sesteada por varios bailarines que la lanzan al aire, haciendo giros, donde ella es el sol que brilla con una electricidad motora apabullante en sus movimientos. Pero cómo actriz andaba escasita de emitir alguna emoción; George Murphy (se convirtió en senador USA) hace del gran amigo de Johnny Brett, cumple sin más en un papel bastante atropellado en sus reacciones, muy aparatoso en sus borracheras, aunque bailando mantiene el tipo, teniendo su gran momento en el baile a dúo con Astaire al inicio, "Please Don't Monkey with Broadway"; El cuarto protagonista supone el alivio cómico, el empresario Bob Casey encarnado por Frank Morgan, un viejo pícaro mujeriego que las atrae con un abrigo de armiño, filtrando la idea de que las mujeres se acuestan con aquel que les deje probarse el abrigo, pues no puede ser que solo sea para cenar con ellas, tiene que haber algo más.

Buena escena (sin ser nada espectacular) es en la que Astaire y Powell bailan (boogie) por primera vez juntos, lo hacen en un café-terraza al son de una máquina ‘Jukebox Dance’, que deriva en una perfecta sincronía de tap-dance. Powell luego dijo que este número era su favorito de todos sus bailes filmados.

Aparte de los comentados, el resto de números son:
“I Concentrate on You”, (cantada por Douglas McPhail), es el número musical que se da bailando Powell & Astaire estando enmascarados.
“Between You and Me”, (cantada por Murphy), bailando elegantemente con Powell, en un número bien ejecutado, pero sin chispa.
"I've Got My Eyes on You", se produce en dos ocasiones, la primera en solitario la toca al piano y canta Astaire, para posteriormente arrancarse a claquear danzando. La segunda es para dar cierre a la película, solo instrumental mientras bailan divertidamente Powell, Astaire y Murphy.

Llama la atención de varios momentos disonantes, propios del vodevil que se hacen entre números musical y el siguiente, me refiero a la malabarista, hoy día se diría una free-style de futbol, donde malabarista Trixie Firschke hace cantidad de virguerías con un balón, con una precisión, equilibrio y elegancia sublime, peor que orgánicamente se siente un parche fuera de lugar.... Como lo es la escena de humor grimante en que se hace burla de la ópera con Charlotte Arren y Johnny Broderick, caricaturizándola en el escenario; Hay otro inserto humorístico cuando se presenta a un gran artista de las acrobacias, y aparece en el escenario en un monociclo altísimo y conforme llega cae al foso de los músicos (puaj!). Esto es humor inteligente?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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