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Yomeddine

Comedia. Aventuras. Drama Un leproso copto y su aprendiz huérfano dejan los confines de la colonia de leprosos por primera vez y se embarcan en un viaje a través de Egipto para buscar lo que queda de sus familias. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
11 de marzo de 2019
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Película egipcia en la que debuta su director A.B. Shawky en la que nos cuenta una road movie con momentos tiernos y a la vez amargos, con actores no profesionales pero que consiguieron llevarla a competición al pasado Festival de Cannes.
Beshay (Rady Gamal) curado de la lepra, pero con grandes secuelas en todo su cuerpo rebusca en un basurero en medio del desierto. Vive en una colonia de leprosos y se gana la vida con su burro vendiendo todo lo que recolecta en los vertederos. Abandonado por sus padres cuando era un niño y casado con una mujer mentalmente enferma, decide buscar a su familia biológica en Qena, al norte de Luxor
.Pero su joven amigo Obama (Ahmed Abdelhafiz) se ha escondido en el carro y quiere ir con él para no volver al orfanato. En el camino se encontrarán con muchas personas que aborrecen a Beshay por pensar que la lepra es contagiosa. Pero también con gente buena.
Una colonia de leprosos al norte de El Cairo fue la ubicación del corto documental del director A. B. Shawky de 2009, "La colonia", que inspiró este largometraje y fue donde conoció a Gamal su protagonista. Tanto él como el niño actúa maravillosamente bien y son ellos los que llevar todo el peso del film.
La pobreza y la tristeza marcan el tono de la película, pero también tiene un encanto emotivo manipulador que hace que el fim te llegue al corazón. Con un claro homenaje a "El hombre elefante" en la escena que le acorrala la gente en el vagón de tren y grita "Soy un ser humano".
Destino Arrakis.com
videorecord
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20 de marzo de 2019
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Tras varios cortos, el cineasta egipcio A.B. Shawky se estrena en el género del largometraje con esta conmovedora historia interpretada por actores no profesionales. El relato sumerge a la audiencia en un viaje a través de Egipto, no solo turístico sino interior.

La fotografía combina la belleza de las regiones de Egipto, como los alrededores del Nilo, con la realidad de la pobreza en la que se vive. Estas imágenes encuadran la dureza de la situación que encarna el protagonista: una existencia con lepra en un país donde el lema es huye de un leproso como huirías de un león.

El trabajo de los intérpretes, a pesar de no ser expertos, es asombrosamente convincente. Su ternura, carisma y simpatía cautiva al espectador desde el inicio. Gracias a ello, se llega a empatizar con la pareja a lo largo de su trayecto buscando respuestas a sus orígenes, lo que logra despertar en el público diversos sentimientos.

Ya desde el comienzo, cuando vemos a los personajes en la llamada Montaña basura, se plantean diferentes cuestiones que pueden llegar a incomodar debido a su crudeza. El abandono, la denigración o el maltrato a personas por circunstancias que no han elegido, como una enfermedad, son algunos de los temas que se proponen a lo largo de la trama. Sin embargo, la narración expone que en el Yomeddine o juicio final todos seremos iguales, lo que lleva a oponerse al juicio a los demás que tantas veces aparece en la película. Ese desprecio hacia quien es considerado diferente es parte de las dificultades que se presentan durante la travesía. No obstante, estas inclemencias no dejan mal sabor de boca ya que se subrayan más las actitudes de superación y la bondad de Beshay y Obama. Además, se van intercalando toques de humor que aligeran la profundidad de los diálogos.

Un debut sobre una historia muy humana que consigue quitar importancia a la quizá plana experiencia cinematográfica. Los simpáticos protagonistas se ganan la ternura del auditorio y lo sacan de su comodidad con su sinceridad ante una verdad muchas veces ignorada

Contraste.info
Revista Contraste
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21 de marzo de 2019
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En los últimos años no paran de estrenarse interesantes óperas primas de directores que en un futuro podrían ser conocidos, pero que en la actualidad inician su carrera, y uno de esos casos es el cineasta egipcio Abu Bakr "A.B " Shawky, que cursó parte de sus estudios en Estados Unidos. Su primer largometraje, después de varios cortos, fue seleccionada por Cannes para formar la sección oficial de su pasada edición y que, aunque se fue de vacío del prestigioso certamen francés, y dividió a la crítica, tiene bastantes elementos positivos y unos personajes con mucha humanidad, mezclando diferentes géneros como la comedia, el drama y el cine de aventuras. La película tuvo su presentación en nuestro país en Valladolid, ya que fue incluida en una de las secciones oficiales de la pasada Seminci, en la de Punto de encuentro, aunque por repercusión previa y por calidad del proyecto bien podía haber formado parte de la oficial. Ese fue el escenario en donde pude disfrutar de esta película, que en este caso sí logró dos galardones, el premio del público de la sección y el del jurado joven.

La palabra "Yomeddine" en árabe significa "Día del juicio", el lugar en donde se supone que todos los seres humanos seremos juzgados como iguales teniendo solamente en cuenta nuestros actos, no nuestra apariencia ( Para la distribución en España se ha añadido al título original Yomeddine la frase " El día del juicio final " en referencia al significado de esa palabra ). La película fue seleccionada por Egipto para representarla en la lucha por lograr el premio Óscar 2019 en la categoría de película de habla no inglesa
La película tiene como gran protagonista a Beshay, un hombre cristiano copto que tiene lepra y vive desde hace muchos años en una colonia situada en el asentamiento egipcio de Abu Zaabal, pero que quiere salir de allí para volver a su ciudad de origen y así reencontrarse con su pasado. En ese recorrido le acompañan, además de un burro, un niño nubio de 10 años llamado Obama, y ambos vivirán aventuras y momentos de angustia, con momentos que recuerdan a otros personajes conocidos como Don Quijote y Sancho o Shrek y su burro, y que con pocos planos y bastante buen rollo aprovechando la enfermedad del protagonista, que tiene el rostro desfigurado, lo que provocará pena en el espectador y que se identifiquen con él.

La película es sencilla, con pocos giros, y funciona bastante bien, siendo fácil de recomendar a los que se emocionan fácilmente con historias de personajes entrañables, pero que aburrirá a los que buscan algo diferente y que no comulgan con que el elemento central de la trama sea buscar un personaje que pueda dar pena, lo que no termino de compartir, teniendo en cuenta que se podría pensar lo mismo de "Campeones ( 2018 )", y ambas ofrecen cosas interesantes, además de lograr reír y emocionar con sus personajes, y curiosamente fueron las elegidas por sus países para luchar por el Óscar.
A nivel artístico la película es correcta, aunque sí me gustaría destacar además del retrato del Egipto más rural y menos conocido, con sus gentes y carreteras, la dirección de fotografía que es bastante interesante, la música de Federico Cesca y la dirección de A. B. Shawky, ya que no es nada fácil dirigir a intérpretes no profesionales: Rady Gamal en el del protagonista y Ahmed Abdelhafiz en el de Obama.

LO MEJOR: La mezcla de géneros funciona bastante bien.
LO PEOR: Ser demasiado convencional y poco arriesgada en el desarrollo de la historia.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com/
WILLY74
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