Vuelta a casa de mi hija

Eric Lavaine dirige la secuela de Vuelta a casa de mi madre con el mismo reparto y una historia similar. Sin embargo, esta vez es Jackie la que tiene que mudarse al piso de su hija a causa de reformas en el suyo. A partir de ahí, se desencadenan situaciones cómicas o frustrantes pues, por si no fuera suficiente con tener a la mujer en casa, la joven pareja acaba de empezar una terapia matrimonial para reconducir la relación.

El director conoce bien los lugares comunes de la comedia y allí conduce al espectador a lo largo de un relato ligero, que no aporta mucho más que alguna carcajada –tiene puntos de humor originales–. No obstante, a veces basta con eso. Si uno no busca más que pasar un rato entretenido, Vuelta a casa de mi hija es una propuesta satisfactoria en ese sentido.

Es cierto que la trama es sencilla, pero la película cuenta con una buena escenografía, bromas elaboradas y personajes bonachones que, aunque llegan a irritar por momentos, configuran un producto agradable que resalta la importancia de la familia.

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Cinco años después de la exitosa "vuelta a casa de mi madre", esta secuela (sin la presencia de Alexandra Lamy) lucha  por mantener el ritmo y aunque el divertido dúo formado por Josiane Balasko y Jérôme Commandeur lo intentan en algunos buenos momentos, todo queda en una película bastante superficial. 

Eric Lavaine (director también de la primera) se contenta con revertir el proceso. Esta vez, es la madre quien se instala en casa de su hija por tener unas obras en su apartamento. La mujer es una entrometida y pronto comenzarán los conflictos.

Habiéndose retirado Alexandra Lamy mucho más graciosa, es el turno de Mathilde Seigner, la cual intenta agarrarse al personaje de esta historia de convivencia, llena de clichés y chistes bastante trillados. 

La falta de inspiración en el guion es evidente, y salvo algunos chistes de unos malentendidos episodios con el yerno, discurre como un insignificante telefilm de sábado por la tarde.
Destino Arrakis.com

Curioso que una comedia no me hiciera sonreír ni un solo instante. Jugando al equivoco y a las gracietas simplonas, no entiendo como los usuarios de filmaffinity le han dado una nota tan elevada de un 4,5 a fecha de este comentario.

El papel de la madre está perfectamente interpretado, apoyándose en un guion carente de solidez en su género. Hacer humor resulta complejo, como también realizar buen cine de terror. Y ambos, son los géneros más producidos durante los últimos años.

No pierdas tu tiempo en ella, excepto que la utilices para una buena siesta.

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Penosa sesión de cine francés en su versión comedia sin gracia.

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Explota los caminos trillados el conflicto generacional, de las crisis de pareja y de los equívocos sexuales.

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Hubo momentos en los que me reí, pero es que soy muy simple y me río con cualquier tontería.

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Aunque he de decir que la esperaba peor.

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Mi puntuación: 3,03/10.

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