La reencarnación

Lo de la productora BlumHouse con el terror me recuerda a mi época de kiosko, nos ofrecen una película nueva casi semanalmente, la locura desatada con la exitosa franquicia Insidious ha marcado un antes y un después para el cine de terror más comercial. Lástima que éste sobre exceso creo que no le está sentando nada bien. Pues es cierto que el sello BlumHouse suele ser sinónimo de calidad, últimamente se está transformando en la marca blanca del terror. Incarnate pese a no ser una mala película si que denota ciertos momentos de dejadez, parece que está dirigida con el piloto automático.

El doctor Ember tiene una increíble facultad, la cual le permite entrar en la mente de gente poseída por entes demoníacos. Su obsesión es encontrar a una entidad que se hace llamar Maggie, a la que culpa por la muerte de un ser querido. Esto le llevará a ayudar al pequeño Cameron, el cual parece poseído por el ente que tanto ansía encontrar Ember.

El encargado de traernos a salas comerciales el terror más comercial del momento es Brad Peyton, el cual no tiene una filmografía para alardear, pudiendo destacar el blockbuster del verano San Andreas. Como decía antes Peyton parece que esté dirigiendo con el piloto automático puesto, pues aunque la cinta no se hace pesada en ningún momento, tienes todo el rato esa sensación que esta historia podría dar para mucho más y finalmente se queda como un capítulo algo estirado de la serie de turno.

En cuanto al apartado visual, hay que reconocer que el film cumple con creces, no estamos ante una cinta muy recargada de grandes efectos visuales pero cada vez que se hace uso de estos, no desentonan, al contrario ayudan a meterte aún más en la escena.

Uno de los apartados que debería ser la gran baza de Incarnate es su gran reparto. Pues nos topamos con nombres como Aaron Eckhart, Carice van Houten, Catalina Sandino Moreno o el jovencísimo David Maouz. Pero contra lo esperado parece que todos estén sin demasiadas ganas, pues ni me creo al bueno de Eckhart ni a ninguno de sus compañeros de reparto, parece que no les interese lo que ellos mismos nos tienen que contar y esto hace que el mismo espectador acabe por no empatizar con ninguno de ellos y es posible que más de uno se descuelgue del film por esto mismo.

Estamos ante otra cinta más de las decenas de producciones que BlumHouse inunda nuestras salas de cine año tras año. No llega a ser una cinta genérica de sustos, y es cierto que la premisa me atrajo bastante, pero lo que importa, el contenido, es realmente bastante soso y como dije estamos ante una cinta que ni los propios actores parecen estar interesados en ella. Queda en un mero “pudo haber sido”.

Tal vez los amantes de las posesiones puedan ver en Incarnate algo que yo no he llegado a ver, pues realmente no es una mala cinta si la comparamos con las últimas de la misma temática que han ido llegando en los últimos meses.

Teniendo en cuenta que cada año, entre series y películas, nos llevan un mínimo de media docena de producciones sobre exorcismos, y que eso hace que sea muy difícil aportar algo de originalidad al género, "Incarnate" lo consigue. Y lo consigue sobretodo por el buen trabajo de Aaron Eckhart, un actor que merecería más reconocimiento.
Ember, su personaje aquí, recuerda algo al de "Constantine" quizá más al de la serie que al de la película. Da vida a un exorcizador poco convencional, pues combate a los demonios desde dentro de la mente del poseído, metiéndose en ella y convenciendo a la persona de que lo acompañe fuera. Cuando está dentro de la mente es un hombre normal, apuesto y elegante. En la realidad es un paralítico de aspecto desaliñado que busca vengarse de un demonio del pasado que mató a su familia.

El tono jugueton y pulp de la película,sin que falten el gore y el suspense, el trabajo de Eckhart, y un final que busca alejarse del habitual final feliz, hacen que merezca la pena echar un vistazo a la película.

Refrescante, entretenida y novedosa película de posesiones. En esta película, las productoras tendrían que haber apostado tanto por ella como lo ha hecho Aaron Eckhart con su interpretación, otro estupendo y poco valorado trabajo (como casi siempre).
Aparte de suben hacer, el personaje de Eckhart es muy rico y atractivo, un anti ¿exorcista?, anti ¿héroe? torturado que carga toda la película sobre sus espaldas.
Una película totalmente impredecible desde el minuto uno, con un guión lleno de acción, un ritmo que no decae en ningún momento, giros constantes, sustos impredecibles... una autentica renovación del género de las posesiones últimamente tan manido.

En el film también podemos encontrar a la siempre estupenda Carice Van Houten, la maravillosa Dama Roja de Juego de Tronos.
Me gustaría comentar también que ha sido una sorpresa y un placer ver a Catalina Sandino Moreno por la que tengo una gran debilidad y auguro y deseo un gran futuro en su carrera.

Faltan medios y demasiado pocas pretensiones, pero por todo lo anterior, la película merece mucho la pena.
Para los amantes del género, y los innovadores.

Totalmente recomendable.

He aquí una película que me despierta cierta simpatía.
Más que nada, porque de haberse estrenado un par de décadas atrás y contar con financiación italiana, se habría llamado 'Origen 2: Posesión Infernal' y no habría pasado nada.
Pero sobre todo porque cuenta con Aaron Eckhart al volante del destartalado vehículo, un auténtico campeón de causas perdidas que actúa todo lo que le echen como si no tuviera madera para más.

¿Y qué es en lo que está actuando exactamente?
En un ripeo oficioso, descarado y baratejo de la película de Christopher Nolan, sustituyendo sueños por posesiones (o "sueños de poseídos"... o algo así) y cambiando otras cuatro cosas para que no se parezcan mucho.
'Incarnate' aprieta, trata de colarte su palabrería científica y pseudo-mística por la garganta, pero a la hora de la verdad no ahoga: el Dr. Ember es un protagonista al que se le ve tan consumido, pero a la vez tan entregado a la lucha contra el Mal (con mayúsculas) que vas desde el principio con él, solo por ese código moral tan estricto que le hace despreciar la religión pero perseguir a los demonios que engendra.
Él es el exterminador de ratas, el habitante de los márgenes que limpia la mierda de la Santa Iglesia, y las alimañas a las que se enfrenta han aprendido a temerle.

Sin embargo, hubo una que se le escapó: Maggie, un espíritu particular, marcó una tarde familiar que no debería haber sido carne y sangre.
Por ella, Ember es capaz de volver a sus hábitos y agarrarse a una fe cristiana que ya no profesa, cruzando la frontera indefinida entre el valor al borde del abismo y la creencia desgastada de tanto esperar algún milagro.
Una épica de cuatro paredes, algo mamarracha, que Eckhart te vende sin apenas despeinarse.

Lo raro de esta historia es que apenas explota su mitología: los conceptos que se manejan, los lugares que se podrían haber mostrado... apenas se aprovechan para meter siniestros efectillos de ojos rojos.
Algo que refuerza aún más el carácter juguetón de todo el conjunto; alegremente confirmado por niños de voz grave en la oscuridad, demonios velludos y musculados amenazando todo lo bueno y un crucifijo flamígero que la escoria infernal se va a tener que comer, como que el Doctor se apellida Ember.

Lo dicho, solo sería más grande si fuera más descarada.
Pero, siendo tal y como es, ya hace bastante.

Es una buena idea la que ha intentado Peyton al renovar o cambiar un poco el estilo de las películas de exorcismos que hoy en día todas son muy similares. Como toda película de miedo/terror hay cosas inexplicables que pasan a lo largo de la película, como por ejemplo algunas escenas que te quedas pensando, esto yo en la vida real no lo haría, pero bueno ya se esta convirtiendo en un clásico de este género en el siglo XXI, una historia pasable, Eckhart como siempre demuestra que es un buen actor, un final, que te esperas , pero después no pero en cambio al final sí, es raro. En cuanto a tratar de otra manera las películas de exorcismos actuales lo consigue, pero el resto sigue siendo una reunión de tópicos. Entretiene y poco más.