Muertos de miedo

Primera experiencia de Jackson con las producciones de abultados presupuestos (o, al menos, mayores de a lo que estaba acostumbrado hasta el momento), y el neozelandés seguía en su corriente donde talento y humor iban de la mano para ofrecer películas tan bien culminadas y realizadas como "Agárrame a esos fantasmas".

Ya no sólo se trata de destacar un reparto con nombres como los de Michael J. Fox, Jeffrey Combs, Dee Wallace-Stone o, incluso, Ronald Lee Ermey en un pequeño papel, sino también la pericia de un cineasta que crecía a pasos agigantados y al que no amedrentaban los proyectos por distintos o grandes que fueran: desde su "Bad Taste" había pasado por la fantasía ("Criaturas celestiales") y ahora desembocaba en una cinta producida, ni más ni menos, que por el mismísimo Robert Zemeckis.

El dinamismo de una presentación de personajes que tras cuarenta minutos aun está concluyendo por la variedad de roles y la inteligencia en suministrar, poco a poco, cada uno de ellos, y ese deje cómico que se hallaba en prácticamente cada propuesta de Jackson, unido a un excelente sentido para darle a su propuesta la pizca de intriga necesaria y que todo no pareciese fruto de una mala combinación, fueron la columna vertebral de una película que trascendió más allá de la generación que en su día la disfrutamos.

Además, el aroma a terror ochentero unido a ese aire a serie B que no fue, pero que emanaban los poros del cine de Jackson, le dio el distintivo suficiente para que más de uno se lo pasase en grande, no sólo viendo el desparpajo de sus intérpretes o la genial factura de algunos momentos que yo, por lo menos, nunca olvidaré, sino también una conjunción de hechos que hicieron de "Agárrame a esos fantasmas" un trabajo, además de fresco, de lo más freak.
Porque por muchos factores que encontremos en otras cintas, observar al mismísimo Jeffrey Combs parodiando con esa sutileza al típico agente del FBI, ver como el propio Lee Ermey retomaba su papel de "La chaqueta metálica" o contemplar, con pasmo, como una de las mejores representaciones de La Parca que jamás se ha realizado en la gran pantalla, aparece ante ti y se te hiela la sangre, es algo que no tiene precio.
No se puede pedir más.

De eso nada. Estamos ante una cinta paranormal que nada tiene que envidiar a Poltergeist, La semilla del diablo, El Ente y otras similares.

Quizás a alguno el exceso de comicidad de varios personajes secundarios o el aberrante título del film en castellano le haga perder el norte, pero no hay duda de que The Frighteners tiene momentos de auténtico thriller, momentos de terror y momentos de angustia, con un estupendo y original guión y unos brillantes y creíbles efectos especiales.

Pero si todo esto me dejó un gran sabor de boca, hay algo que tengo que destacar por encima del resto, y es, sin duda, la inimitable e inigualable interpretación de Jeffrey Combs, dando vida a un extravagante y solitario agente del FBI....impagable de verdad.

No decepcionará por lo tanto a los amantes del género esta entretenidísima historia a medio camino entre la Ciencia Ficción y el Terror, con una trama ingeniosa que va de menos a más hasta su brillante desenlace.

Atentos al homenaje que Peter Jackson hace a la grandiosa cinta de Kubrick La Chaqueta Metálica, desternillante.

Supongo que a varios hispano hablantes el título que le otorgó el traductor (la distribuidora, el estudio, los cines o al que se le ocurran estas chorradas) al convertir al castellano el original, le provocará cierto descojone... Y es que a veces, es para reflexionar, como algunos traducen demasiado literalmente o más bien como les sale del pito...

Pero en fin centrándonos en la película en si misma...

"The Frighteners" es rara.

A medio camino entre la comedia "siniestra" (a lo "La muerte os sienta tan bien", de Zemeckis como director, mientras que aquí ejerce de productor) y el terror "bizarro" de "Tales from the crypt" (Con Bob Zemeckis metido por medio también) la película de transición entre el Jackson independiente y aborigen y el comercial hollywoodiense tiene un tono poco habitual pero con varios elementos de cara al gran público... Digamos que está a medio camino entre este mundo y el otro, casi, casi como Bannister (Iba a decir como Michael Fox, pero creo que se malinterpretaría...).

Sus virtudes son muchas, aparte de su sobresaliente aspecto, con unos efectos muy avanzados para la época, o su genial ambientación (el plano que abre la cinta parece sacado de la cabeza de Tim Burton, encima con Elfman sonando de fondo) nos encontramos con un reparto de secundarios que lucen a muy buen nivel... ¿A quién no le caen bien Cyrus y Stuart? Y no se puede negar el magnetismo y la extraña complejidad de personajes como Johnny o el agente del FBI (este es demasiado).

En general y a pesar de que no sea una obra maestra, Peter Jackson dio en el clavo al hacer esta película... y posiblemente, y dejando de lado toda la Trilogía (ESDLA), es la película que más me gusta del australiano (¿Neo zelandés mejor?).

Eso si es perfectamente entendible que no guste a todos, ya que a pesar de ese airecillo comercial (que un Michael J. Fox bastante acertado refuerza) su tono y su historia no agradarán a todo tipo de espectadores...

Pero a mi me encanta ^^.

Nota: 8,0

Buenísima película, rodada en Nueva Zelanda, tierra natal de Peter Jackson, con guión del propio director en colaboración con su guionista habitual, quiénes inventaron una trama ágil, interesante, cuidada y pulida.
El último trabajo decente de Michael J. Fox y el último también por parte del director que tras éste film se embarcaría en un proyecto imposible, pero que se saldó con un total de diecisieste oscars: la trilogía de El señor de los anillos.
Pero centrémonos en "Agárrame esos fantasmas".
Jackson, que hasta la fecha, había elaborado films de menor importancia, hoy alabados por la prensa y por los amantes del cine culto, como son "Mal gusto" o "Mi madre se ha comido tu perro", ambos gore cómico, quiso hacer un cambio de registro, y de ahí, salió este largometraje.
Cierto es, que esta película recuerda en algunas escenas a los films precedentes del director, y su modo de rodar propio de él, no se excluye aquí.
Realmente la película tiene buena trama, buenas interpretaciones, buen equipo técnico...
Simplemente perfecta

Aunque con el título de esta reseña aludo al título en España (1) de la genial The fearless vampire killers, or pardon me, but your teeth are in my neck de Polanski, reconozco que vincularla con la película de Jackson es un propósito desproporcionado. Si bien es cierto que ambos filmes pertenecen al terreno del fantástico por su fundamento y al terreno de la comedia por su fragancia, la diferencia reside principalmente en que donde el neozelandés se decanta por lo grotesco, el polaco deslumbra con ironía.

Pero que nadie se descuide, porque Jackson aborda lo fantástico en su vertiente terrorífica, sobre todo en las secuencias en que aparece (nunca mejor dicho) la inquietante parca. Y donde escribo “terror” que nadie lea suma de sustos y golpes truculentos, sino la materialización del horror mediante la unión en el mismo plano de lo normal con lo monstruoso.

P.S.: de visión obligada para los fanáticos de Full metal jacket, en especial del sargento Hartman.

(1) El baile de los vampiros, mucho menos enmarañado que el original.