Un curita cañón

Comedia de argumento serio que oscila entre las bromas y las veras para realizar una fina disección costumbrista y social a partir de un guión de V. Escrivá que L.M. Delgado dirige con cariño y primor.
Conspicuo sentido del humor con un mensaje subyacente que cala con sutileza al socaire de una acción que trascurre con agilidad, mucha fluidez y notable desparpajo.
Apunte del natural amable pero serio y dulce pero ácido.

Un A. Landa excepcional materializa un ejercicio extraordinario de interpretación muy bien acompañado por un elenco en el que hay que destacar a I.G. Caba, a A. del Real, a A. Ferrandis y a M. Ozores.

Alfredo interpreta aquí el papel de un cura aragonés que llega a un pueblo (no se sabe si Navarro o castellano), en donde se tendrá que enfrentar al caciquismo de su más adinerada vecina.

La película nos ofrece algo diferente, con cierto olor a cine de Martínez Soria, pero que no llega a desarrollar un argumento redondo en toda la cinta.

Las historias paralelas que se dan en el guión son del todo absurdas, y no llega a ser una trama convincente para cerrar un círculo. Sin embargo,Alfredo hace un gran papel aquí, diferenciado de sus anteriores enlatados.