La apuesta perfecta

Seducido por el relumbrón de su cartel (cosa que de cada vez me demuestra más que no es garantia de nada) y por su temática, me decidí anoche a ver "Even money".

Desde la primera escena un narrador en off ya nos pone en situación, y ya se masca que él mismo será quien cierre la película con una moraleja-reflexión final relacionada con el juego, el riesgo y la ambición. Muy bien, tenemos una bonita cita para empezar, y seguramente una impactante para acabar. ¿y ahora qué? Pues a darle vueltas a estas temáticas, a partir de varios personajes muy estereotipados y poco creíbles por poco trabajados (el mafioso, el mago trasnochado, el hermano que se mete en líos, la esposa ludópata...) que sacan muy pero que muy poco del potencial de los actores que me sedujeron en el cartel.

Además, La trama es superficial, está más que vista y ni llega a drama porque te duermes esperando esa gran explosión o ese giro argumental que no llega o no sabe llegar. Sólo se salva del desastre total porque las actuaciones de Danny DeVito y Forest Whitaker imprimen algo diferente a una película tediosa y lineal. Aún así, sólo recomendable como película de sobremesa en un lluvioso y frío día de invierno.

Mucho cartel y muy pocas nueces.

Pésima película con una historia ridícula de unos personajes que no entiendo como han aceptado un papel en este bodrío.

Y eso que parecia que la Kim empezaba a hacer películas decentes fuera del estereotipo de las 9 semanas y media.

El papel de Danny DeVito ridículo.

En fin, si queréis ganar una apuesta segura, no verla.

2/10

Snow_Crash

Y lo peor es que no es un telefilme cualquiera, sino uno de los cutres, de los baratos, de los de Antena 3 un fin de semana por la tarde (“Silencio infantil”, “Juvetud mortal” o “Pederastia judicial”), que empiezan con letras rancias amarillas, el mensaje “Inspirada en hechos reales” y está protagonizada por alguna cuasiestrella venida a menos.

Curiosamente, “La apuesta perfecta” tenía todo lo necesario para ser una película si no buena, por lo menos decente: una historia trabajada a base de variadas tramas entrelazadas de las que tanto gustan (a algunos) últimamente, muchos protagonistas de primer nivel y, supuestamente, abundantes medios económicos (no creo que tanta estrella junta haya trabajado por amor al arte). Así que con esos mimbres, sigo sin entender por qué en lugar de hacer una película “normal”, de las que uno paga por ir a ver al cine, han hecho una película de las que cualquier persona con mínimo sentido del gusto escapa al ver en la tele.

Porque lo peor es eso, que tiene toda la pinta de que la estética cutre, el desenlace cutre, las palizas cutres, el montaje cutre, los partidos de baloncesto cutres (parecen los de “El príncipe de Bel-Air) han sido cuidadosamente premeditados. ¿Por qué? ¿Para qué hacer un amago de truño cuando había para más? Pues cualquiera sabe… le llevo dando vueltas todo el fin de semana y sigo sin explicármelo. A lo mejor deberían haber dedicado la nómina de alguna de las estrellas protagonistas a pagar a un director o un guionista en condiciones. Por que esa es otra, han juntado muchos actores aparentemente de primera línea… pero sólo en apariencia, porque quitando a Tim Roth y Ray Liotta, el resto o ya han conocido tiempos mejores o necesitaban dinero desesperadamente y, conscientes del pestiño en el que se han metido, se dedican a recitar sus escenas con evidentes ganas de cobrar y largarse a otra cosa.

Promete mucho al principio, decepciona a partir del minuto 10 y termina provocando cabreos. Recomendable pasar de ella. Hay cosas mucho mejores en la tele como “El juego de tu vida” o “El programa de Ana Rosa”.

La historia se esconde dentro de si misma, y las historias que se cruzan diluyen el interés porque pierdes el ritmo. No voy a analizar si el planteamiento es acertado o no. Los espectadores solo debemos juzgar los resultados, y mi opinión, es que resulta francamente aburrida.

La historia donde participa Kim Basinger pudo haber dado más de si, de centrarla en el personaje, familia... Danny DeVito se aseguró la participación, al ser productor de la misma, pero no termina de encajar del todo.

La narración en off, que habitualmente me gusta, aquí se queda desdibujada, incluso incluyendo un par de acertadas frases, una de ellas la he utilizado para dar título a mi comentario.

Interesante producción de Danny DeVito de aires trágicos, ambientada en el mundo del juego, cuyo mayor gancho es sin duda el espectacular reparto, plagado de rostros conocidos. La película sigue a varios personajes. Carolyn Carver (Kim Basinger) es una escritora con una seria adicción al juego, que lógicamente acaba conduciéndola hacia el desastre. La ruptura con su familia, amigos y demás gente querida es algo que parece inevitable. Lo único que Carolyn podrá hacer en su lamentable situación será pedir ayuda, pero ¿a quién? y ¿a qué precio? Quizá podría echar una mano Walter, un mago con mucha labia. Por otro lado Clyde está entrampado en el mundo de las apuestas, por lo que pide a su hermano, prometedor base de baloncesto, que los resultados de los partidos de su equipo se acomoden a las necesidades que le imponen unos matones.

Mark Rydell, el director de En el estanque dorado, logra un film interesante, que habla de sueños y ambiciones, y de los riesgos y precios que pagamos por hacerlos realidad. Con buena mano artesana dibuja los conflictos de los numerosos personajes, y sus diferentes destinos. Tal vez quiere abarcar demasiado, pues hay espacio para un toque cínico, pero también para el amor, el sacrificio y el arreglo de las desavenencias conyugales.