Hola? (C)

Últimamente estoy exigente con determinados cortos y éste es un ejemplo de ellos. Una sonrisa puntual es la que te puede producir el corto de Grasso, pero nada más. Por fortuna, no se recrea demasiado en sí mismo y es corto, pero aún así bastante insuficiente por simpático que pueda caer.

No es el primer corto que veo del tal Grasso, y la verdad es que tiene "maneras" como para confiar en que haga algo mucho más profundo de lo que hasta ahora he visto.

Para este brevísimo corto, una brevísima crítica. En este brevísimo cortometraje argentino se reivindican los verdaderos traumas, riesgos y peligros que conlleva ser un mimo. Nadie nos hemos puesto a pensar en ellos, más allá de sus consabidas pantomimas, muecas y expresiones gestuales. Más allá de esa cara tiznada de blanco y de la mítica sonrisa pintada a pesar de que ese día puede llevar un día de perros, más allá de eso, ¿nos hemos parado a pensar en algún momento en las dificultades que un mimo puede atravesar para expresar una lágrima? Y a distancia. Ahora ved el corto y me decís. Espero no haber cometido ningún spoiler.