El príncipe olvidado

Un giro a "La Historia Interminable", con el siempre eficaz y sonriente Omar Sy ocupando el puesto de Atreyu., pero sin Fujur.
La historia es bonita y entretenida, pero con añadidos demasiado infantiloides, y unos personajes secundarios demasiado faltos de carisma o gracia (hasta el más secundario de cualquier Toy Story, por ejemplo, se hace más entrañable).
Es un acierto para verla con los pequeños de la casa, pero creo que los mayores de 10 o 12 años se aburrirán soberanamente y pillarán un móvil o tablet ante tanto colorín y azucar. Para los adultos, pues detrás de lo dicho, nos encontramos con la historia de toda la vida, de como un padre (en esta ocasión viudo) ve crecer a su hija, la llegada de la adolescencia, instituto, primer amor, primeras fiestas fuera de casa, primeras mentiras y no saber cómo actuar, si con dureza o permisividad. Respecto a este aspecto, un notable, ya que los papeles de padre e hjija encajan perfectamente, pero personalmente, claro, es como si pusieran anuncios de los Teletubbies intercalando esta bonita trama.

Un pastelito muy dulce para ver con los más pequeñines de la casa.

Wolf.

Michel Hazanavicius jamás ha vuelto a repetir el éxito descomunal que consiguió con The Artist, pero eso no significa que no haya continuado haciendo películas interesantes.
En esta ocasión, y valiéndose del monumental carisma de Omar Sy (un actor extraordinario que es, como decimos, un torrente de carisma y presencia en la pantalla; pocos actores resultan tan simpáticos y tan cercanos en la pantalla como el protagonista de Intocable) y de la presencia de su mejor socia y también pareja, la franco-argentina Bérénice Bejo, Hazanavicius ha rodado una película ciertamente encantadora, muy tierna y entretenida, sobre la dulce relación de un padre y su hija y cómo el primero inventa toda clase de cuentos fantásticos para la niña cuando llega la hora de dormir. Sin embargo, y aunque pueda parecer extraño, lo que peor casa en la película es precisamente la parte más fantástica, las escenas que detallan los cuentos que inventa el padre, con las escenas "reales", por así decirlo. O para usar otras palabras: la película es mucho mejor cuando vemos la vida real de los personajes. Y lo es por las escenas que comparten Sy y Bejo, muy bien escritas e interesantes, realzadas además por la química entre actor y actriz, y sobre todo por la reflexión excelente que hace sobre lo que suele ocurrir entre padres e hijos cuando estos últimos crecen y se convierten en adolescentes, y cómo los padres muchas veces añoran la inocencia, ingenuidad y mayor cercanía que tenían entonces con sus vástagos y que, muy probablemente, no van a volver. Ahí es donde más triunfa Hazanavicius.
En definitiva, una cinta muy aceptable, muy tierna y con un mensaje de esperanza y apoyo que lanzar a los padres que lamentan en cierto modo que sus hijos se hagan mayores.

Lo mejor: Omar Sy, excelente, la dulzura y encanto que desprende, y la reflexión que hace sobre lo que se pierde y se gana cuando los hijos crecen.
Lo peor: La parte más fantástica es mucho menos interesante.

Film del autor de "The Artist", que logra una obra entretenida e interesante a partes iguales, pero también bastante irregular en sus resultados generales.
La idea está bien, nada nuevo bajo el sol, pero reconocible al narrar sentimientos universales, como son las relaciones entre padres e hijos, sobre todo en la etapa cuando estos últimos dejan de ser niños y comienzan a, poco a poco, independizarse de sus padres. Desean espacio, mayor cuota de libertad y la unión se resquebraja en aspectos cotidianos, normales pero difícil de digerirlas por parte de los padres.
Todo esto contado de forma original, mostrando dos mundos, el de la fantasía, la de los cuentos que narra el padre a la hija, y la vida real, en su diaria relación entre ellos y con su nueva vecina, una encantadora Bérénice Bejo, siempre buena actriz, simpática y encantadora, que será de gran ayuda para normalizar la situación.
Resulta irregular por cuanto no siempre casan ambos mundos, yuxtaponiéndose ambos de forma que a veces resulta divertida y espectacular, amén de siempre imaginativa, y otras, empero, son algo extrañas y algo repetitivas, sobre todo en su parte final.
Y es que creo que esta es la mayor pega de la película, que ni es para niños, ni para jovencitos, ni para mayores. Con esto del Covid-19 no sé si se estrenará en cines finalmente, pero si lo hace no creo que tendrá éxito, pues la indefinición "generacional" es tan patente que no creo contente a ningún sector del público en general, al no saberse con claridad hacia qué público va dirigido. Sí, supongo que "a todos los públicos", pero está concebida de tal manera que creo no contentará ni convencerá totalmente a ninguno.
Lo mejor que se puede hacer al ver el film, es aceptarlo como es y disfrutar lo que se pueda, pues la idea, el fondo, es interesante y puede ayudar a reflexionar a muchas familias que estén es esta etapa de la vida.
Buenas interpretaciones, y sobre todo, sobresaliente dirección artística, con estupendos decorados aunque el fondo verde, el croma, está bien presente a lo largo de la cinta.
Para gustos, al menos creo que no dejará indiferente a quien la vea.

https://filmsencajatonta.blogspot.com

El príncipe le contaba cuentos a la pequeña princesa Sofía, los que en sus sueños rodaban juntos.

Desde la muerte de su madre, y todo era maravilloso. El príncipe era el héroe de la pequeña Sofía y siempre cuidaba de que tuviera todo el amor del mundo y estuviera a salvo, hasta que....llegó la adolescencia.

Ese duro paso a través del río que de puente pasa a ser saltando sobre piedras para finalmente no encontrar un paraíso como antes, sino una montaña para escalar.

Ni siquiera Andersen, Grimm o Perrault podrían haberlo evitado. La adolescencia.

Omar Sy encarna al padre soñador y protector, el cual en clave de metáfora soñadora vestido de príncipe medieval ve como el set de rodaje que es el espíritu de su hija lo va haciendo más y más invisible junto al villano y al resto de sus compañeros, mientras da un "hola" a su compañero de pupitre.

El primer amor y con ello el fin de los cuentos.

Acompañado por su vecina, también llamada en el país de los sueños "La mujer de la puerta", el mismo padre encontrará la respuesta a su soledad tras la "marcha" de su hija de sus cuentos.
Y es el rehacer su propia vida, el pensar más en él y como David Copperfield diría "ser el héroe de su propia historia".

Ese personaje, interpretado por Bérénice Bejo, comienza siendo un molesto personaje graciosillo pero secundario que viene a perturbar los sueños del padre con cosas tan banales como pedirle la taladradora o ayuda para cerrar la puerta del garaje para acabar siendo uno con identidad e iniciativa propia con frases realmente memorables.

Claro, eso no es importante para un príncipe...pero con el tiempo no habrá nada más. La vecina se convierte en la mejor amiga del príncipe tanto aquí como en el país del rodaje de cuentos, donde ya nada será como antes.

Poderosa adaptación de un guión original y diferente. No me esperaba menos de Omar Sy tras su gran trabajo en "El doctor de la felicidad" y "La llamada de lo salvaje".

Película que por una vez tiñe de color y de originalidad el panorama actual. Pero que encierra la dureza y el dolor de ver cómo el tiempo pasa y no se detiene. Y como uno mismo tiene en él a su mayor salvador en cierto modo.