No molestar

"Y no puedo contentar a todo el mundo", sagaz comentario, je, je, pero la película está repleta de ellos como el de "Sin esfuerzo no hay banquete", etc. Muy buena la interpretación de Cem Yilmaz (que aquí podría versionar Leo Harlem, por ejemplo) del que leo es tanto actor como ¡guionista y director! (le hago la ola pues) y que sabe desarrollar con gracia todas las interacciones que mantiene con una gurú de Instagram, o de los medios audiovisuales, que encarna acertadamente Nilperi Sahinkaya.

Toda la historia contiene ingeniosas réplicas y/o planteamientos sobre lo que supone ser adicto a la autoayuda sin dejar de ser coherente, gran disyuntiva, la verdad. Y al hilo de esa noche en un hotel de Turquía, donde nuestro hombre ejerce de neófito conserje, tendrán lugar toda una serie de intervenciones poniendo el dedo en la llaga... Yo me lo he pasado muy bien viéndola, de hecho la recomiendo porque aporta al mismo tiempo que humor, interesantes reflexiones además del aderezo ocasional de un desinhibido y estupendo baile -en gayumbos- ante la farmacéutica de guardia (una atractiva Özge Özberk) para conseguir una pastilla.

La banda sonora con jazz también la acompasa bien pero sobre todo, para mí, representa el descubrir a un buen actor y realizador turco que conviene recordar. Explícitas también las imágenes finales, junto a los títulos de crédito, como complemento de la historia.