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Conspiración y poder

Drama Elecciones estadounidenses de 2004. Inmerso el país en la guerra contra Iraq y Afganistán, todo parece indicar que George W. Bush será reelegido presidente de los Estados Unidos. La productora de noticias de la CBS Mary Mapes (Cate Blanchett) y su socio, el presentador Dan Rather (Robert Redford), descubren una historia que podría cambiar el curso de las elecciones: Bush había utilizado todo tipo de influencias para evitar ir a la ... [+]
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Críticas 34
Críticas ordenadas por utilidad
31 de octubre de 2015
35 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la campaña de las elecciones a la presidencia de Estados Unidos del año 2004 hubo mucha polémica sobre el papel de los candidatos en la guerra de Vietnam.
Kerry, que era el candidato demócrata, había participado en la guerra con honores. Pero después, al regresar a casa, se había opuesto a ella y la había criticado con dureza.
Bush hijo, que era el presidente del país y candidato republicano, no había ido a Vietnam. Pero a cambio, para cumplir con sus deberes militares, había entrado en la Guardia Nacional.
Hubo noticias que dudaban del supuesto comportamiento heroico de Kerry. Y hubo otras que hablaban de posibles irregularidades cometidas por Bush.
Decían que el presidente había entrado en la Guardia Nacional por enchufe, solo para evitar ir a Vietnam, y que además una vez dentro ni siquiera se había molestado en cumplir con sus obligaciones.

La verdad cuenta una historia ocurrida durante esa campaña electoral, en ese ambiente de ataques cruzados entre los seguidores de los dos candidatos.
Su protagonista es Mary Mapes, que entonces era una importante productora de reportajes de investigación en la cadena de televisión CBS.
Todo empieza cuando esta mujer se pone en contacto con un viejo y enfermo militar retirado que dice poseer un par de documentos que pueden demostrar que Bush, efectivamente, no había cumplido con sus obligaciones como miembro de la Guardia Nacional.

La película abunda en viejos debates: las reglas del buen periodismo, las relaciones entre los periodistas y sus fuentes, entre la empresa y los periodistas, entre el poder y esas empresas, la ideología de los medios de comunicación.
Tiene varias lecturas. Es entretenida, emocionante, y rica en detalles. Pero si el espectador no está muy interesado en asuntos periodísticos, puede que al final termine por aburrirse.

Los hechos son vistos, casi siempre, a través de los ojos de Mary Mapes, en cuyo libro de memorias está basada la película. Pero la historia no es nunca, no puede serlo, un alegato sin fisuras a favor de su actuación en lo ocurrido.
No hay héroes que superan con valentía peligros puestos por los malvados políticos.
Hay reporteros, idealistas, y presuntuosos, que creen descubrir una gran historia, y que la difunden antes de asegurarse de la certeza de sus pruebas. O periodistas endiosados, y negligentes, que publican noticias falsas, por motivaciones políticas.

El director es James Vanderbilt, que debuta en ese puesto.
Se nota que la protagonista Mary Mapes le cae bien, pero se controla y no se deja arrastrar por esa simpatía. Antes había sido el guionista de Zodiac, una buena película de intriga y crímenes, que también destacaba por el cuidado en los detalles.
Cate Blanchett, guapísima, está perfecta en su papel de productora metida en un lío que la hunde por completo.
Stacey Keach, el recordado Mike Hammer de la televisión, casi irreconocible en el papel del viejo y enfermo militar retirado con importantes documentos que ofrecer, también merece una mención especial.
Robert Redford, sin embargo, solo está pasable como Dan Rather, el veterano presentador de televisión. Christopher Plummer, que lo interpretaba en la estupenda película de Michael Mann El Dilema, que cuenta otra historia, estaba mejor.
1Mike73
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5 de noviembre de 2015
24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal vez sea porque no es fácil impresionar a un español con un asunto de corrupción , tal vez porque la autocrítica brilla por su ausencia en nuestros medios, y la idea de que se analice a fondo la veracidad de las informaciones en principio resulta interesante. Por las razones que sea, me ha parecido injustificado el tono épico-dramático con el que se narra aquí cómo unos periodistas hacen público que George Bush se escaqueó a base de enchufes de la guerra del Vietnam, y he encontrado maniquea y demagógica la lectura que se hace de cómo la ausencia de pruebas concluyentes en su reportaje desencadenó la caída del mítico Dan Rather y el despido de su productora, Mary Mapes.
La historia de Mary Mapes y Dan Rather no se presta a un análisis facilón. Sus fuentes eran turbias y los documentos que presentaban para probar las chapuzas de Bush no ofrecían todas las garantías de autenticidad, por mucho que su historia tuviera toda la pinta de ser cierta. Tras lanzar su acusación, a pocos meses de las elecciones, y conocerse la debilidad de sus pruebas, la cadena CBS optó por montar un comité independiente de investigadores que, si hacemos caso al guionista, funcionó como la inquisición. Pero esas alturas de la película ya hemos comprendido que la complejidad del tema va a ser resuelta a gruesos brochazos. La cosa concluye como el típico caso de confabulación-de- poderosos-contra-el-periodista-que-busca-solo-la-verdad y no hay ni el menor atisbo de apertura a una visión más completa del asunto. Solo esa actriz magnética que es Cate Blanchett y la calidad con que está realizada ha hecho que lleguemos al final de la película medianamente entretenidos.
aldaraviendoleyendoblogspot
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13 de octubre de 2015
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
James Vanderbilt, guionista conocido por títulos como 'Zodiac' o 'The Amazing Spider-Man' da el salto a la dirección y también escribe el guión de este film basado en las las memorias de la productora de televisión Mary Mapes, en el que se cuenta la investigación periodística por parte de la CBS sobre el servicio militar de George W. Bush. Mapes (Blanchett) y el periodista Dan Rather (Robert Redford) difunden una noticia sobre la deserción de W. Bush en la Guerra de Vietnam, que resulta ser falsa.

El título de la película "verdad" es una ironía -así lo afirmó Vanderbilt- puesto que los documentos que se presentan para dicha investigación son un engaño. El escandalo, más conocido como 'Rathergate', acabó casi por completo con el departamento de noticias de la CBS, desencandenando el despido de Mapes y Rather

La interpretación de Cate Blanchett es -como era de esperar- magistral, convirtiéndose en una de las más que probables candidatas para ganar el Oscar y resultando en una de sus mejores actuaciones hasta la fecha. Robert Redford sin embargo, da la impresión de estar interpretándose a sí mismo, antes que a Dan Rather.

'Truth' será recordada probablemente más por la brillante actuación de Blanchett, que por la historia en sí, ya que el guión resulta algo grandilocuente y artificioso y la historia no está contada de la manera más interesante. Aunque a estas alturas, que Blanchett nos regale una asombrosa actuación no sorprenderá absolutamente a nadie
Anonymous
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30 de octubre de 2015
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es fácil que alguien que llega a la dirección de cine desde otro puesto en la industria cinematográfica arrastre una cierta deformación profesional. James Vanderbilt vendió su primer guion incluso antes de graduarse, y ha escrito fantásticas obras como “Zodiac” (David Fincher, 2007) o “The amazing Spider-man” (Marc Webb, 2012). El argumento de todas ellas parece gritar “yo de pequeño quería ser periodista”, pero en ninguna se desgañita tanto como en “Truth”.

“Truth” documenta la aparente injusticia cometida por CBS News contra su reportera Mary Mappes (Cate Blanchett) y su presentador Dan Rather (Robert Redford) en la víspera de las elecciones estadounidenses de 2004. La publicación de la noticia de cómo George Bush habría utilizado sus influencias personales para evitar ir a la Guerra de Vietnam, desata una lluvia de interrogantes políticos más centrada en la autenticidad de los documentos fuente que en la veracidad de los hechos.

Quizá como una pataleta para reivindicar el valor del contenido sobre la forma, o quizá por falta de tablas en la dirección, la película narra la vida en una sala de redacción sin aportar valor dramático más allá. Rodada con la más pulcra convencionalidad: buena fotografía, buen sonido, buen montaje; no se le puede recriminar nada más que su falta de riesgo. Un riesgo que sí tomaron los actores protagonistas apostando por un director novel. Blanchett acababa de ganar el Oscar por su interpretación en “Blue Jasmin”, y Redford acepta el reto de sentarse en la mesa del presentador de noticias con el que ha crecido toda América.

A pesar de que la productora defiende que es una historia en la que no hay villanos, la CBS no pareció contenta con una película que en su opinión transforma errores graves de periodismo en actos de heroísmo y martirio. Lo que no cabe duda es que “Truth”, una película por y para periodistas, exhorta el valor del buen periodismo en una era en la que la información ha cambiado de manos de las agencias de medios, a toda una comunidad digital que publica en blogs, Facebook o Twitter.
Mengo
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6 de noviembre de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantan esas buenas películas que centran su argumento en la labor de control al poder que ejerce la prensa independiente. Supongo que, por pura deformación profesional, algunos largometrajes tan excelentes como “Todos los hombres del Presidente”, “Buenas noches y buena suerte”, “Leones por corderos” o “El dilema”, con temáticas sobre la libertad de información, las bases de la democracia y los sistemas constitucionales, despiertan en mí un interés que trasciende a sus propios méritos artísticos y cinematográficos. Por lo tanto, partía ya de una positiva predisposición antes de ver “La verdad”, al ser especialmente receptivo a cualquier propuesta que denuncie y sea crítica con la actual situación de los medios de comunicación en relación a su papel limitador de la política y de la corrupción.
Uno de los motivos por los que he disfrutado tanto con esta cinta es que, si bien no alcanza el nivel de las anteriormente citadas, resulta entretenida y ofrece una narración ágil que pone sobre la mesa las dificultades que padece una noticia veraz para llegar al gran público, así como el grado de manipulación y presiones que subyacen en los sistemas democráticos que presumen de unas mayores cotas de libertad.
Pese a debutar como director con este film, James Vanderbilt ya era un guionista reconocido, gracias sobre todo a su trabajo en “Zodiac”, magnífico thriller de obligada visión para cualquier amante del género. En su primera incursión detrás la cámara, el resultado es notable y, aunque presenta algunas carencias narrativas y de construcción de los personajes, logra que un proyecto tan complejo funcione. Tal vez el principal reproche estribe en que se centra tanto en el ritmo de la historia para que enganche y resulte eficaz que renuncia a darle ese toque personal que evidencie que tras él existe un cineasta.
Basada en hechos reales ocurridos en vísperas de las elecciones norteamericanas de 2004, con el país inmerso en las guerras contra Iraq y Afganistán y con un George W. Bush favorito para ser reelegido presidente, la historia se centra en el descubrimiento por parte de la productora de un noticiero de la CBS y de un presentador de la misma cadena televisiva de que el candidato había utilizado sus influencias para no participar en la guerra de Vietnam. La emisión de un programa facilitando dicha información desata la polémica, provocando una tormenta política que obligará a los periodistas a demostrar la veracidad de la noticia y a defender la trascendencia de la verdad por encima de los intereses partidistas y económicos que se esconden detrás de los medios de comunicación.
Tanto las interpretaciones del envidiable reparto como la intensidad de la proyección constituyen las mejores bazas de “La verdad”. Se aprecia una proximidad a la herencia de maestros como Alan J. Pakula o Sidney Lumet, responsables en la década de los setenta de algunas joyas del género, como “Klute” y “Network”.
La siempre efectiva Cate Blanchett, ganadora de dos Oscar por “El aviador” y “Blue Jasmine” y poseedora de una sobresaliente filmografía, encabeza el equipo artístico. A su lado, brilla el mítico Robert Redford, cuya memorable trayectoria como actor, director, productor y artífice del Festival de Sundance (el más importante de la órbita del cine independiente) le configura como un nombre esencial en la historia del Séptimo Arte. De un modo más secundario, les acompañan otros rostros reconocibles también por los espectadores, como Dennis Quaid, Bruce Greenwood y Stacy Keach.
En definitiva, aunque Vanderbilt deberá ampliar su margen de mejora en próximos proyectos, es justo reconocer su valía profesional y la nobleza de sus pretensiones en una opera prima que es digna de aplaudir.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
gerardops
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