Down to Hell

Down to Hell parte de una idea muy sencilla: un grupo de jóvenes secuestra a una persona aleatoria y la lleva a un bosque. Ahí, deberá formar parte de un juego: tiene 10 minutos para huir y empezará la cacería. Si el grupo lo coge, perderá y morirá. Si escapa, salvará su vida.

Con una premisa tan básica, Kitamura consigue lo que pocos hacen, y es mantener en vilo al espectador para descubrir cómo se salvará -de hacerlo- el personaje principal. Los primeros 20 minutos son brillantes, no dejan respiro, a lo que contribuye una simple banda sonora que a su vez es muy apropiada. Lo posterior es bastante más cutre, pero aún así el nivel se mantiene, regalando un mediometraje de casi una hora en el que Kitamura juega con las posibilidades y con los pocos medios de los que dispone de forma muy ejemplar. No es la mejor película de la historia, pero como entretenimiento y cinta de suspense, merece la pena.