Mindhorn

Richard Thorncroft es un actor mediocre, ególatra y calvorota que lleva 25 años de capa caída. Desde que en los años 80 alcanzara el culmen de su carrera interpretando al superdetective Mindhorn en una serie de pacotilla al estilo de “El coche fantástico”, no ha vuelto a levantar cabeza: ha engordado tanto que necesita una faja para cerrarse los pantalones, solo le salen papeles para anunciar productos de teletienda y su antiguo doble en la serie se ha quedado con la que un día fue su chica. Pero, por una vez, parece que el viento vuelve a soplar a favor del protagonista: sin comerlo ni beberlo, esta especie de Birdman sin cualidad alguna, ni como actor ni como persona, se ve involucrado en una investigación policial que, al parecer, podría devolverle la vieja gloria. Solo tiene que volver a su isla natal y encarnar a Mindhorn una última vez. Pero hay una gran diferencia entre hacer de detective y ser uno de verdad, y las cosas pronto empiezan a complicarse.

“Mindhorn” es una parodia del cine policiaco que consigue provocar más de una carcajada en el público con su toque absurdo y retro a lo “Johnny English” y “Kung Fury” y a base de momentos de auténtica vergüenza ajena. Si bien es cierto que tiene un desarrollo irregular, mantiene el interés del espectador gracias a un guion salpicado de gags ingeniosos y algunos detalles de cutrez extrema, como el merchandising de Mindhorn, el lema del antihéroe (que da nombre a esta crítica) y su antiguo single "You Can't Handcuff the Wind" (No puedes esposar al viento), a la altura de los mejores temas de Robin Sparkles. En general, no es una película sutil ni especialmente innovadora, pero tampoco aspira a serlo.

(Aquí dejo el enlace a la canción, para vuestro deleite: https://www.youtube.com/watch?v=fIgSw_26Nko)

'Mindhorn' no es una gran película. Se deja ver si soportas los personajes tontos, pero si te molestan esta película puede resultar irritante. A mí me ha gustado el personaje del representante de Mindhorn, un tipo dejado de la mano de dios.

Los gags no son especialmente divertidos, pero en general, la película transcurre con una tónica desenfadada. Eso sí, es tan irrelevante como olvidable.

Essie Davis me ha resultado un descubrimiento. Es muy atractiva, para la edad que tiene. La había visto en 'Babadook', pero no me llamó la atención en ese momento.

Debo reconocer que, a pesar de la tontería que es este “Midnhorn” me ha parecido una película tan entretenida como entrañable. Una sorpresa british que bebe del mejor cine de humor para regalarnos una historia nada nueva pero pintada de ese humor británico a medio gas que tan bien funciona en la parodia. El guion no es una maravilla, pero tanto la realización como, en especial, las interpretaciones, son perfectas para el producto que desea ser. Sin más ambición que entretener al espectador sin tratarlo de idiota, dejando incluso espacio para la emoción y para algunas escenas de acción descacharrantemente ridículas. Y, además, sabe tocar la fibra de esos niños (ahora grandes) que veían y grababan las viejas series en VHS. ¡Y además sale Steve Coogan! ¿Qué más se puede pedir? Una divertida comedia british para ver, reír y olvidar.

Madre mía, qué manera de reírme. Un actor fracasado tiene que detener a un asesino confeso, una nueva oportunidad fuera de su rama de trabajo. Ahí está la premisa. Pero los mejores momentos en spoiler.

La película me pareció que tenia una idea interesante, desarrollar la vida de Mindhorn, un personaje que alguna vez fue muy famoso y actualmente no consigue ningún trabajo decente. Su suerte cambia cuando ve la oportunidad de surgir nuevamente a la fama con el llamado que le hicieron en la policía para ayudar a resolver un caso de asesinato.

El desarrollo de la película me parece algo regular, con algunas fallas en el guion, la historia no se concreta sino hasta la parte final y los personajes no convencen como deberían.

No la recomiendo, pero si te decides a verla, no lo hagas con demasiada expectativa.