La conspiración del silencio

La verdad, se notaba a la legua que desde la primera imagen no iba a gustarme, pero seguí adelante. Multitud de Flashbacks iguales, que te hacen aburrir la pelicula al cuarto de hora. Y desde la primera escena, con ese desnudo completamente innecesario, te das cuenta que "algo va mal".

Después, típico Western moderno. Pero malo. Si el dueño del pueblo al que va Val Kilmer es tan rico y tan importante, ¿qué coño hace las 24 horas en ese pueblo de mala muerte, en vez de estar en sus negocios en NY o en LA? Vamos, es que si era tan importante que era amigo del presidente y hacía las armas de la guerra, ¿que coño hacía allí, persiguiendo a un mierda como Kilmer?

Todo es un sin-sentido, y aun tiene menos sentido que un veterano de guerra lisiado acabe con todo un pueblo de matones armados hasta los dientes.

Qué pena ver al otrora gran actor Val Kilmer, protagonizar un engendro como el que aquí nos ocupa, quitándole el pan de la boca a Steven Seagal o Van Damme, en esta producción que parece ser hecha ex profeso para ellos, (a no ser que de lo mala que es, hayan rechazado el papel, lo cual sería aun más triste). Bodrio infumable, que supone el punto más bajo en la carrera de este gran actor, a espera de echar un vistazo a otro par de sospechosas producciones que pululan por ahí con el de protagonista, (Felon y una miniserie de televisión de espías, de la cual no recuerdo el titulo). Esperemos que al igual que Robert Downey, (aunque este nunca llego a caer tan bajo) o el bueno de Michael Rourke, (este si), algún buen director le dé el papel que le vuelva a situar en el lugar que le corresponde, (me da en la nariz que el ansiado remake de aquella joyita de Abel Ferrara: Teniente corrupto, que va a dirigir el gran Werner Herzog, bien pudiera ser ese punto de inflexión, sobre todo si interpreta el gran papel que hacia Harvey Keitel en la de Ferrara). A no ser que seas de los que te regocijas con la desgracia ajena, huye de esta película como de la peste.

Ni siquiera puede decirse que es un "remake", solamente es una mala copia. Es una mala copia (muy mala, realmente) de la película "Conspiración de silencio", dirigida por Jonh Sturges en 1955 y protagonizada por Spencer Tracy y Robert Ryan, acompañados por secundarios de lujo como Lee Marvin, Ernest Borgnine, Walter Brennan y Anne Francis.

Val Kilmer, tan inexpresivo como siempre. Y el resto del reparto con algunas caras conocidas procedentes de la televisión. El malo (malísimo) es un penoso actor de segunda que ni siquiera ha protagonizado una serie que valga la pena. Lo mejor: la niña; si no fuera por el lamentable doblaje.

Triste imitación de película que se podrían haber ahorrado y nos podrían haber ahorrado a los espectadores.

El pobre Val Kilmer, hecho un truño quinientas hamburguesas después, protagoniza este híbrido entre Clint Eastwood (en sus malos tiempos) y Acorralado, para organizar un pitote sonrojante en el que se mezclan las tropelías cometidas por los Bush boys en Irak con la problemática inmigratoria en la frontera de Arizona. Todo es increíble hasta producir vergüenza ajena, sobre todo ese malo improbable al que sólo le faltan comer niños.

De todas formas es interesante explorar todo este cine que está surgiendo en torno a las Guerras Bush, aunque sea para comprobar la galopante pérdida de imaginación de la gente de Hollywood. El guerrero traumatizado se ha convertido en un tópico tan manido que ya no funciona ni como excusa. Desde John Rambo hasta aquí ha llovido mucho, y se comprueba que los guionistas son incapaces de salirse del modelo. Y en todos los casos, cuando la guerra no es sólo un simple telón de fondo, apenas da más que para "denunciar" los sobados manejos de Haliburton y compañía. La miopía de los autores no les da para más. En esto no se diferencian tanto los productos de serie Z como este y esas otras películas más serias que, a veces, llegan a oler un oscar. La imaginación de los cineastas: otra víctima de estas guerras...

Val Kilmer está en horas bajas. Aunque incluso en esta situación se pueden hacer productos mejores y peores. En el caso de "Conspiracy" la cosa se queda a medio camino. Ni es buena ni tampoco espantosamente mala con lo cual tenemos un producto para pasar 90 minutos sin demasiadas exigencias.

Kilmer interpreta a un ex marine que decide aceptar la invitación de un ex compañero a quien le debe mucho debido a ciertas vivencias del pasado. Una vez llega al pueblo donde supuestamente vive su amigo se da cuenta de que éste no aparece por ninguna parte y también que nadie parece conocerle. En el pueblo, evidentemente, no será bien recibido y es justo en ese momento cuando llego lo más interesante de la película y lo que todos esperábamos ver: el enfrentamiento entre Kilmer y todos los habitantes del condado.

Con un Kilmer pasado de peso y un guión simple y previsible no se puede pedir mucho más de lo que la película nos ofrece. Hay que verla sin pretensión alguna y quizás de esta forma eres capaz de convivir plácidamente con ella.