Penny Dreadful: City of Angels (Miniserie de TV)

Cóctel infumable de política, racismo, elementos supernaturales rimbonbantemente anunciados en todas las promos de esta nueva Penny Dreadful y entrevistas, pero que se reduce a un juego de ajedrez entre dos entidades hermanas con el resto de personajes, que mantienen relaciones donde lo peor que le podía ocurrir a una serie es lo que ocurre, que se vuelven a pesar del suspense predecibles.
Todo lo más que puede ocurrir es que al igual que en su predecesora algunos personajes que creías buenos sean malos y al revés. Natalie Dormer no puede en ningún modo eclipsar a Eva Green.

La original Penny Dreadful era un poema visual, una reunión como nunca hemos visto de los monstruos de las novelas de terror victorianas, con todos sus miedos, sus pasiones traducidas en actos buenos y malos, en una lucha interna por obtener el mayor de todos los regalos: el respeto, el amor. Era una lucha del bien contra el mal.
Era la frialdad con que Logan ve el mundo.

El elenco era inigualable Timothy Dalton, Eva Green, Josh Hartnett...pero incluso con su fallida tercera temporada sigue siendo una obra maestra en comparación con esta macedonia infumable que se han sacado de la chistera.

En City of Angels los malos están claros quienes van a ser, su marca de Caín es obvia, y los que están bajo el sol los buenos, hagan lo que hagan. El personaje de Magda, magnificado hasta las estrellas y más allá dividido en tres aburridos disfraces soportan prácticamente todo el peso de la trama. Pero eso se ve en las promos, para su mayor lucimiento, mientras el resto se dan de mamporros y hacen lo que ella les susurra al oído, ser muy malos.
La hermana Santa Muerte es un fiasco, personaje mal tratado y mal plasmado de un folklore que me interesa menos que una sardina bailando claqué, será precisamente eso, el baile y su ambientación en lo único que sobresale.

Daniel Zovatto no da la talla, su personaje es tan lineal, atrapado entre las dos razas, que entre darle un beso a una horripilantemente cursi Kerry Bishé o pegarle un tiro a sus vecinos no se aclara, mientras todos los demás hacen más bien poco. Rory Kinnear es desperdiciado, siendo el único actor del primer Penny Dreadful, y un gran muso de Logan.

La principal historia de amor hace que te quieras cortar las venas antes de seguir viendo tamaña cursilada con Sister Molly y Zovatto en lo más lamentable que he visto, y el resto de personajes no aportan más que ser cuerpos que llenen una fiesta que se celebra a deshora. Penny Dreadful era Eva Green y las visicitudes de su banda, no los años de los gángsters, los 30 en una ciudad que está bien retratada, pero cuyas historias simplemente no carburan llena de personajillos todos iguales y con los mismos problemas.

Ritmo lento, la incomodidad de los actores en sus roles sobresale, además de una dirección pasada tan por agua como la temporada 3 de la original, y un guión escrito en diez minutos. No merece la pena, espero que no la renueven aunque dado como está el "cine" actual lo harán.

Tras tres irregulares temporadas, Penny Dreadful regresa para regocijo de los fans (que los tiene) con este denominado spin off que, a parte del título, poco tiene que ver con lo anterior. El apostar por ofrecer algo nuevo y diferente a lo anterior, es un arma de doble filo. Están aquellos que esperan ver más de lo mismo una y otra vez, y otros que directamente quieren ver algo completamente distinto. Pues bine, lo segundos saldrán triunfantes después de la visión del piloto.

Alejándose de la tradición gótica y victoriana del oscuro Londres de finales del s.XIX, Logan vuelve por senderos fantásticos pero esta vez disfrazándolos de filme noir. Prescinde de monstruos clásicos para adentrarse en los problemas sociales. Los villanos con colmillos y garras son substituidos por nazis. Eva Green es substituida por Natalie Dormer. La esencia es substituida por la carencia y al final, no queda casi nada del precedente.

Estaremos de acuerdo que la serie original no era un ejercicio perfecto. Ritmo atropellado, personajes que no van a ninguna parte, tramas desaprovechadas y un final precipitado y olvidable. Pero, aún con sus numerosos fallos, poseía un encanto especial, en parte gracias a la fantástica recreación de ese Londres lúgubre y misterioso, además de contar con una estupenda Green llevando gran parte del peso narrativo. Y, pese a todo, devino, con el tiempo, objeto de culto.

Enfrentarnos a una propuesta tan radicalmente opuesta a su predecesora, en contenido y forma, puede resultar una experiencia traumática. Nada de lo expuesto se muestra con mínimo interés, más allá de la realización de Paco Cabezas que nos regala algún plano que otro para el recuerdo. Dormer se muestra incapaz de llevar sobre sus hombros un personaje que requiere mucho más magnetismo del que desprende. Y el resto, inocuo e intrascendente.

La oscuridad aquí se vuelve luz y con ello, todos los fantasmas y sus atractivos desaparecen. Tendremos que observar como avanza la temporada y con ella, las pretensiones de la trama y esperemos, por el bien de todos, que rebaje su descontrolada grandilocuencia.

Lo mejor; La magnífica recreación histórica.

Lo peor; La mezcla de elementos con los que va a jugar conjugan torpemente, aunque habrá que esperar a nuevos capítulos, por si un caso tengo que cambiar la critica entera.

Poco antes de que terminara la emisión de la temporada en España, ya anunciaron que la serie quedaba cancelada y no habría una segunda entrega. Y ahora que la he visto, entiendo por qué, pues seguramente la audiencia no habrá respondido a este batiburrillo de propuesta, que ya nació mal tan solo por tener ese título.
“Penny dreadful” fue una buena serie, con una tercera temporada horrible, sí, pero buena en general. En la línea de “American horror story”, a las mentes pensantes se les ocurrió idear una trama con nuevos personajes, ambientación y época, y ponerle, así porque sí, el mismo título. Pero esto no es un “spin-off”, y no tiene absolutamente nada que ver con la otra. ¿Por qué llamarla así? ¿Solo para atraer la atención del público? Pues me parece una tomadura de pelo.
El mero hecho de querer ser una serie hija de la otra, siendo bastante peor, ya sería motivo suficiente para calificarla de mala. El problema es que, incluso si elijo olvidarme y no compararla con la serie de Eva Green, “City of angels” sigue siendo mala.
Natalie Dormer es una actriz que me gusta. Pero su presencia no es suficiente para levantar este caos que no sabe ni por dónde quiere tirar.
No queda claro si es de género negro, si es de terror, de misterio, policíaca, dramática o incluso musical (bueno, no tiene mucho de eso, pero sí que tiene canciones y bailes metidas con calzador en algunos momentos). Porque la serie tiene una mezcla de todo eso que no termina de funcionar bien con ninguno de esos elementos juntos o por separado. Es tan dispersa, que a veces hasta puedes perder el hilo, que en realidad es sencillo.
Al igual que en la muy fallida “The terror: Infamia” (que casualmente tiene el mismo error de base que esta), han querido darle demasiado peso a los temas raciales y dramáticos. Vale que está bien que toquen eso, algo que independientemente del contexto histórico donde quieran ubicarlo, siempre va a poder verse desde ojos actuales y tener cierto interés. Pero, ¿hacer eso en “Penny dreadful”? Quiero misterio, intriga y ver a esas fuerzas sobrenaturales hacer mucho más. Prefiero eso que los problemas raciales (para eso, me pongo “Arde Mississippi”) o la insulsa y aburridísima investigación policial que llevan a cabo aquí entre tediosas conversaciones que parecen estar alargadas adrede para llenar tiempo.
El personaje de Dormer, un demonio que adopta diferentes identidades para manipular a la gente de forma sutil y provocar el mal, está desaprovechado. La representación de la santa muerte me parece de chiste, y así podríamos seguir.
Encima sale Lyn Shaye, pero es demasiado secundaria y ni siquiera hace su típico papel de médium. Prefiero verla en “Insidious”.
En definitiva, es una serie que, aprovechándose de su nombre para captar espectadores, lo único que hace es aburrirnos con una trama que no se termina de definir, y que tiene de todo menos gancho. Les ha quedado bastante mal el proyecto. Lo dicho, entiendo que se haya cancelado.
Por cierto, la he abandonado en el sexto episodio, pero dudo mucho que la cosa mejore en las más de cuatro horas de "tortura" que me he quitado de encima.

Nada aconsejable. Argumento enrevesado, con un principio prometedor que se va enmarañando y al final uno ya no sabe cómo va a acabar, yo esperaba la aparición de algún extraterrestre para el último capítulo. Lo siento, aguanté hasta el final para poder decir que es mala, no pongo muy mala ya que la ambientación es buena, por lo demás es muy aconsejable verse algún capítulo de cualquier otra serie

Penny Dreadful: City of Angels es una serie que luce bien, que tiene un gran reparto y que podría ser una muy interesante historia, pero se ve lastrada por lo enfangado de su argumento e historias tenemos Latinos, nazis, angeles de la muerte, santas, asesinatos y cultos. City of Angels llega en algunos puntos a ser tal caos, tal cantidad de historias desenfadadas y personajes aleatorios que no parece un Penny Dreadful sino un American Horror Story.

El argumento es demasiado. Hay series que sabe jugar con muchos personajes y tramas de manera paralela (ahí está Juego de Tronos) pero hay que tener mucha maña y talento para que la cosa no quede difusa en un ¿Qué me quieres contar? En muchas ocasiones me he encontrado totalmente perdido porque no sabía dónde estaba el foco de atención de la serie ¿el caso policial? ¿El sobrenatural? ¿El racismo? Son demasiados palos a la vez y no están lo suficientemente bien ejecutados.

La ambientación de Los Ángeles en los 30 es muy buena, pero tiene la mala suerte de coincidir con Perry Mason que es una de las series más bellas en años, con lo cual al estar a la vez en antena queda inferior, también hay algún efecto visual reguero y aunque la música está muy bien creo que ha tenido mala fortuna de estrenarse con la maravilla estética de HBO. Y ahí escenas muy bien coreografiadas en el piloto dirigido por el español Paco Cabezas.

La mayoría de los comentarios vienen a la hora de comparar la serie con la original, ya que son seres que comparten espíritu por decirlo de alguna manera, pero no tienen ni personajes, ni ideas, ni sobre todo tono. No hay nada de Penny Dreadful en este City of Angels, y aunque John Logan es el creador de ambas, se ha ido de frenada en esta donde la otra encontraba mejor el equilibrio entre el terror y la profundidad. Aquí no termina de pisar con fuerza en ese aspecto.