Ovejas asesinas

Pájaros, hormigas, abejas, avispas, perros, tigres, lobos, leones, tiburones, cocodrilos, escorpiones... Perdona Dios, ¿Pero no podías haber cogido a una persona más selectiva para salvar a una pareja de cada animal de este planeta antes del Diluvio Universal? No bastaba con que todos esos animales se revelasen contra la humanidad, no, ahora se suman las ovejas... ¡Si hasta los tomates, vegetales sin vida, nos atacaron!. La última chorrada de serie B que nos ofrece Nueva Zelanda es "Black Sheep", exactamente esto: las ovejas se revelan, la humanidad está condenada. Ja!...

Jonathan King no ha olvidado a su vecino Peter Jackson y ha tomado como base la divertidísima Braindead para su debut en las cámaras, al menos en cuanto a mala leche, intenciones y ganas de entretener al espectador. La película no engaña y parte de un guión estúpido a rabiar, con personajes típicos, absurdos por supuesto, etcétera. Partiendo de ésto nos encontramos con escenas realmente divertidas -la masacre en la conferencia al aire libre-, un bestiario cuidado, unos efectos especiales de andar por casa pero perfectamente decentes...

Cuando mentaba a Peter Jackson no era en vano, ya que los tres-cuatro mejores aciertos de la película están inspirados en Braindead sin ningún género de dudas. El animal que causa la "plaga" no es sino una versión oveja de la rata-mono -mucho mejor hecha, claro-, la escena de la conferencia es similar a la de la fiesta de Braindead, e incluso en una escena una hélice hace las veces de la segadora de césped de la cinta del director de ESDLA. Sea como fuere, entretiene y mucho, es divertida, conoce sus limitaciones y las explota, consiguiendo su propósito realmente bien. Sin ser ninguna joya, puede verse. Junto a "Plane Dead" o "Slither: La Plaga", una de las mejores cintas serie B de los últimos años.

Y un regalo en spoiler

Hay películas de esas en la que uno se los amigos se pone muy, pero que muy pesado y obliga a todos los demás a entrar al cine a verla. A mí para ver esta me cogieron entre tres amigos, el acomodador, la señorita de las palomitas y un guardia jurado y me lograron meter a verla.

Me temía lo peor, gore de ovejas ni más ni menos, y el titulo se las traía, no pintaba nada bien, pero nada, nada.

Pero empieza la película, y ves grandes prados, una fotografía muy correcta y coges algo de ánimo, veremos a las ovejitas que le vamos a hacer. Rápidamente me di cuenta que varías de ellas habían trabajado en Brokeback Mountain, ya dije en mi crítica sobre esta película que eran las que mejor actuaban y aquí esta el premio ¡bravo por las ovejitas!

Sigue la película y me empieza a gustar, salpicada de un gran sentido del humor, las escenas no son gores son surrealistas a tope. Gamberra, cosa que me encanta, y sin ningún tipo de pretensión, lo cual me encanta más, te diviertes y punto.

Los efectos con las ovejas a mi gusto están muy conseguidos, hay hasta transformaciones en ovejas tipo Hombre Americano en Londres, una tontada vamos.

Luego aunque no pretende gran cosa da un toque ecologista a la historia ante el peligro de las mutaciones genéticas tan de moda.

No es para tirar cohetes pero a mi gusto se puede ver, muy superior a otras más pretenciosas. No se hace nada pesada y te ríes.

La película es absurda, da exactamente lo que promete, ni mas, ni menos, no destaca ni por sus actuaciones, ni por una trama compleja, es mas, es una chorrada monumental, pero ¿y que?, la falta de pretensiones de la cinta, es lo que mas atractiva la hace, sobretodo cuando viene acompañada de diversión, la misma diversión que puede encontrarse en la boca de una oveja manchada de sangre humana.
Y es que a lo largo de el cine hemos visto decenas de bichos y animales que atacaban a la gente, entonces llegó Jonathan King, para darle la vuelta a la tortilla y mostrarnos el “terror” con uno de los animales más pacíficos sobre la faz de la tierra, en uno de los países más pacíficos de la tierra.
Los personajes son esteriotipados, vale, no me importa, ese es el mejor homenaje que se le puede rendir a la serie B.
Se le podrá acusar de falta de garra, o de que “Balck Sheep” es poco efectiva, e incluso de irregular, pero su escasa duración y sus momentos de mayor apogeo cómico compensan con creces.

Recomendable sobretodo para ver en grupo.

Podía haber sido una mejor película; contaba con el significado rebelde del título (OVEJAS NEGRAS); con la originalidad de ovejas come-carne; con espléndidas escenas diurnas de estos curiosos animales en bellos prados verdes; con una buena trama y con una joven ecologista que expone sus creencias u ocurrencias de la New Age en los momentos más increibles y puntuales, provocando auténticas risas y relajos antitensión; pero la película se vuelve pésima, cuando comienzan las transformaciones rápidas de las víctimas mordidas; a partir de ahí el film pasa a ser una mediocridad de mucho cuidado.

Fej Delvahe

Recibí un correo electrónico donde venía un enlace del primer trailer de “Ovejas asesinas” un año antes de su estreno. Obviamente al verlo uno no sabía si se trataba de un fake o realmente esa manada de furibundas ovejas asesinas que descendían por una pradera iba a verse en salas comerciales. Creo que festejaban que tenían efectos especiales de la Weta, que por aquel entonces con el ese hit del mainstream llamado LOTR era la repanocha.
Aunque claro, el presupuesto para efectos por ordenador con ese presupuesto tan mísero debe haber sido de unos dólares neozelandeses.
Bastante antes del estreno se creó esa sensación de una película que nuevamente revitalizará el género. Obviamente eso llegó con “Grindhouse” por parte de Rodriguez y Tarantino pese a darse una leche tremenda en taquilla.

Al ver el filme de Jonathan King a uno le queda la sensación de cierto desaliento ante lo que podría haber sido algo mayor o menor, pero con más encanto.
Tiene a priori todos los ingredientes para convertirse en un icono de serie b: esos paisajes neozelandeses donde pasaron alienígenas en busca de carne humana, un argumento disparatado y homenajes a “Un hombre lobo americano en Londres” o “La noche de los muertos vivientes”. Entretenida, eso sí, aunque debería ser más gamberra.
A este paso dudo que alguien supere al Peter Jackson de “Bad taste” o “Braindead”.