Buscando a Nemo

Cantaba Juan Luis Guerra allá por los años noventa aquello de "Quisiera ser un pez, para tocar mi nariz en tu pecera, y hacer burbujas de amor por donde quiera...". Pues así me sentí de alguna manera yo cuando contemplé esta nueva maravilla de los geniales tipos de la PIXAR. Queriendo ser un pez (a ser posible con algo de memoria), para nadar libremente por esas maravillosas aguas de preciosos colores, y acariciar esos corales y esa numerosa y perfectamente recreada flora marina, y saludar a esas simpáticas tortugas gigantes en su vertiginoso y gozoso camino, y charlar sin temor a ser devorado con esos insólitos y autocontrolados tiburones, y rescatar a otros semejantes de la pecera de ese dentista maquiavélico, y... ¿y ahora qué?.

Pues podría serlo, por qué no.
Es una obra maestra de la animación, lo mejor de Pixar hasta ese momento (el hiperrealismo de Cars ya le ha usurpado ese lugar). Tiene un guión maravilloso, que combina a la perfección el sentimentalismo y la ternura clásicos de Disney de toda la vida y el sentido del humor algo más gamberro aportado por Pixar a la fórmula (y que nunca roza el absurdo, como algunas producciones de Dreamworks). Y sobre todo, es puro entretenimiento para todos los públicos, no sólo para los niños.
Esta película, como bien dijo un avispado crítico de cinemanía, no es una película, sino un milagro. Sigamos nadando.

Lo mejor: Todo
Lo peor: No hay nada que moleste, salvo el inconfundible toque disney de la película, que puede que ya canse a algunos. A mí, no.

Para un tipo como yo que todavía me río mirando al gato Silvestre y que no contento con eso, me indigno al ver los nuevos dibujitos de Tom y Jerry de execrable calidad, ver Nemo es maravilloso.
No hay nada que rodee esta película que no destile talento y capacidad. Un muy buen libreto, excelentes dibujantes, pero por sobre todas las cosas, tiene una cosa muy rara de ver - esta hecho con cariño. Se percibe que quienes hicieron esto, amaron lo que hacían más allá de la paga que percibía, y uno como destinatario final del producto no puede menos que levantarse del asiento, aplaudir y dar las gracias.

Hay miles de razones para adorar a Buscando a Nemo. Sin que te parezca una obra maestra le encuentras maravillas escondidas entre su burbujeante argumento. Sin apenas darte cuenta asistes a la película marina mejor, al documental marítimo más trabajado, y todo por una compañia gigante y que crean 3d. Algunas de las razones son estas:
1.- La creación de los personajes. Nemo, el padre, los tiburones, Dori... Todos son de un gusto excelente.
2.- La recreación 100% real del fondo marino. Asombrosa.
3.- La simplicidad de la historia, pero lo entretenido y didáctico de su desarrollo.
4.- La música, maravillosa.
5.- El contenido de escenas de aventura.
6.- Los puntos cómicos no son ridículos y hacen un bien al film.
7.- Poner algunas escenas como (SPOILER) la del principio, cuando el pez mata a la madre o cuando vez la foto del pez muerto risitas. Estas escenas no son muy típicas de Disney y viene bien que las pongan sino sería un film pedante.
8.- Por intercalar tan bien las diferencias de la vida de los peces con la de los humanos. (muy gracioso)
9.- Y también por esa sensación de sosiego y felicidad que te da la película.
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En fin, Buscando a Nemo es muy buena, muy recomendable también para adultos. Notable. 8.3

Sigue nadando, tu sigue nadando...

No es ya la historia (que también), no son ya los efectos (que también), ni siquiera son lo acertado de la elección de los actores que han hecho el doblaje (Anabel Alonso estupenda), no solo es tooodo eso, de lo que otras muchas películas carecen, es el ambiente, el humor, los personajes... Es una de las mejores películas de animación de hace tiempo ya.

Juro que salí del cine con una sonrisa en los labios y sin poder dejar de cantar

Sigue nadando, tu sigue nadando, tu sigue nadando, nadando nadando...