Vampire Hookers

En pocos días y por cuestiones de azar, he visto "Barba azul" (Ulmer, 1944) y esta que nos ocupa. Y, ciertamente, "Vampire Hookers" podría ser una evolución de los personajes que interpreta John Carradine, del artista maldito al vampiro pasado de rosca. De una serie B más expresionista y parisina a otra con un colorido pop y filipina. La película de Cirio H. Santiago recuerda al cine más desenfadado de Jess Franco (en especial su producción alemana), con una recreación casi explícita de lo erótico y con un séquito de vampiros (comandados por Carradine) que se dedican a captar marines estadounidenses que andar perdidos por las calles de (¿Manila?). Su sordidez tiene que ver más con el Drácula Ye-yé de Pajares que con el de Christopher Lee de la Hammer, es decir, tiene el punto divertido te la serie B, el exotismo de su producción y la vieja estrella americana, todavía con un brillo especial en la mirada.

Esta película solo es recomendable para toda persona que esté dispuesta a ver una película sobre vampiros filipina de serie B. Si das el paso, no te arrepentirás. Y, quizás, si no lo das, tampoco.