Una juventud sin límites

Pintaba para más. La temática fuerte presagiaba al menos un film intenso.
Sin embargo, a través de un guión irregular, que salta demasiado y no atrae lo suficiente, el film se va disolviendo con el correr de los minutos.

La temática del Alzheimer porduce intriga en los comienzos, cuando un periodista deportivo destacado comienza a escribir notas fuera de contexto, incoherentes en demasía.
La aparente tranquilidad se ve interrumpida por episodios violentos que van dinamitando su cordura.
Su mujer intenta permanecer a su lado hasta que se hace imposible.

Lamentablemente, con el correr de los minutos la trama se olvida del público, volviéndose light, sin poder pegar un salto de calidad. El film se pierde en su debilidad y si bien la ternura de su mensaje final me ha resultado agradable, no alcanza para cambiar el rumbo.

Además, el reciente visionado de la maravillosa cinta coreana A Moment to Remember, sobre la misma temática, pero apasionada y con el corazón en la mano, le ha jugado en contra a la cinta italiana. He visto mejores actuaciones provenientes de ese país, también.

En resumen, sin ser una mala película, Una juventud sin límites se queda sin combustible promediando su metraje y se reitera en un eterno amague que no sirve para quedar en el recuerdo.