Amateurs

Si es que la culpa es mía por meterme donde no debo, que no me gusta nada este realismo que se cultiva en nuestro país. Por muchas cosas, muchísimas, demasiadas.

Y es que el montaje es demencial, obtuso. Encierra a la película, no la deja expandirse y sacar cosas interesantes. Acorta las secuencias y los personajes están enjaulados, atados, nunca salen de la hoja del guión, nunca son personajes sino palabras, letras; parece que nunca se han decidido a empezar a participar en la película para la que fueron creados.

Esto, sumado al hecho de unas cuantas intepretaciones que dejan mucho que desear, no le hace ningún favor a un guión que, sin ser malo, no es nada del otro jueves. Se suceden las situaciones forzadas, los diálogos bochornosos y sólo la chica es capaz de hacer levantar el vuelo de la película, pero no es suficiente, para nada es suficiente.

Una pena, porque el esfuerzo por sacar adelante una película con tan pocos medios es encomiable, pero igual tampoco hay que sacar cualquier cosa adelante, digo yo. Y es que falta tanto talento, tantísimo ingenio... y es que nos falta tantísimo de todo que igual, si acaso, lo que sobran son ganas.

Amateurs es una de aquellas humildes películas que dicen mucho sin necesidad de grandes frases ni de sentidas palabras, que son capaces de removerte la conciencia con apenas un gesto o una mirada, y es porque están empapadas de realismo puro y duro, son historias menores pero tan humanas y creíbles que te encogen el corazón.

Con un debutante a director que apunta buenas maneras y con una pareja protagonista que lo da todo, se nos presenta esta emotiva historia sobre dos personas unidas por la soledad. Un viejo cascarrabias al borde de la jubilación y una chica francesa que acaba de perder a su madre, quedando huérfana y sola en la vida. Así empieza este intenso y conmovedor relato sobre el olvido, sobre el temor a la pérdida y al desamparo, una historia en la que es imposible no implicarse emocionalmente, y en la que es difícil no identificarse ni sentir en carne propia el sufrimiento de sus dos protagonistas.

Sin la menor duda lo mejor de la cinta son la pareja protagonista, no aparentan ser intérpretes profesionales, parecen salidos directamente de la calle, otorgan una autenticidad a la historia que es de admirar, la naturalidad con la que dotan a sus personajes es sobrecogedora, y eso con la ayuda de un director que tal vez en más de una ocasión peque de inexperto pero que sabe como plasmar a la perfección la hostilidad de las calles, el ambiente callejero se respira por los cuatro costados.

En fin, una experiencia cinematográfica muy terrenal y auténtica, dirigida sin complicaciones ni consideraciones, tan ruda y hostil como la calle, tan emotiva y arrebatadora como la vida.

Muy recomendable.

Historia ínfima trazada con puño de acero. Sin concesiones, sólo verdad y nada más que verdad.

Sútil, delicada y emocionante. Disfruté mucho con la película de Gabriel Velázquez.

Espero que haya una próxima vez.

De entrada, el titulo es ya toda una declaración de intenciones, todo en esta película es amateur, salvo Emilie de Preissac, la chica francesa que lleva el peso de la función (alguna serie en Francia, y un pequeño papel en el entretenido thriller, "Los Insumisos 2008"), el resto de los actores no son profesionales, cosa que sumado a lo modesto de la producción (700.000 euros), a ese enfoque social que nos habla de soledades compartidas, y al hecho de hacer de la entrañable y orgullosa Vallecas (barrio madrileño en el que se desarrolla el eje de la trama) el omnipresente componente que alberga la historia que se nos cuenta, impide juzgarla con dureza y obviar los evidentes agujeros de guión, algún que otro salto de continuidad, y lo particular de su edición (esto último supongo que podría estar justificado bajo el toque artístico buscado por el director, Gabriel Velázquez), y dejarte llevar por lo interesante y emotivo de esa relación que sin forzar con trucos maniqueos y mostrada en tono semidocumental, y/o "cinema verite", se sigue con un cierto interés y te provoca empatía y simpatía por lo voluntarioso de los responsables de la función.

Además de todo lo anteriormente escrito, y del buen trabajo del jubilado reclutado como protagonista en un parque de Vallecas (parque de la bombilla) cuando se encontraba jugando a las cartas con unos colegas (Paco Luque), estamos ante la primera y única película del mundo mundial en la que figura "Vallecas, Madrid, Spain", como localización en una ficha de Imdb, cosa que llenara de "orgullo y satisfacción" a los habitantes de ese histórico barrio madrileño, pudiendo ver de nuevo el vallecano "Parque de las Tetas" (antiguo "Cerro del Tío Pio"), escenario de las andanzas de Gloria Duque en la magnífica, "Nadie hablara de nosotras cuando hayamos muerto 1995".

Por último, reseñar el poderío en pantalla de uno de los actores que aparece casi al final de la película en el papel de un macarra que se enfrenta al amigo de la chica en un bar, es una injusticia que su nombre no aparezca en los créditos de Imdb, ya que lo hace realmente bien y sería interesante ver mas trabajos suyos.

Tostón con todas las letras. Crónica humanoide insoportable, plagada de secuencias interminables, conversaciones de interpretación nula, ritmo inexistente y haciendo gala de una pesadez, que servidor no recuerda desde hace lustros.

De los ochenta minutos que dura, siendo generoso, le sobran sesenta por lo menos. Una cosa es hacer cine humano, de inadaptados, de gente perdida o de personas como nosotros, lo cual es extraordinariamente importante y necesario y otra cosa, es dar el coñazo sin piedad y sin el sentido común obligatorio, para darse cuenta de la carencia de base pertinente para dedicarse a este negocio.

Fallando en lo primordial, del resto poco queda. Escapad.