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Antares

Drama Una urbanización a las afueras de una gran ciudad, ordinaria, omnipresente… complejos de apartamentos de gran altura, montones de hormigón, parcelas escasas de hierba. Entradas garabateadas con graffiti, porteros automáticos, miles de ventanas anónimas… De entre esta coexistencia uniforme surgen tres parejas cuyas vidas se cruzan, en el transcurso de tres días, con consecuencias imprevisibles. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
20 de abril de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el corazón de la constelación de Escorpio, resplandece una supergigante roja que se halla cercana a su final. En unos pocos de centenares de miles de años estallará como supernova. Será una explosión titánica, arrasadora, que dará lugar al nacimiento de nuevas estrellas. El ciclo perpetuo, final y comienzo, la materia estelar agonizante que se entrecruza en los caminos de otra materia y todo empieza de nuevo.
Los antiguos griegos la llamaron Antares que significa “el rival de Ares”, debido a su gran parecido con el planeta Marte, con el que suele cruzarse en la línea de la eclíptica. Ese puntito rojizo que destella en las noches estivales, sólo visible cuando se encuentra en oposición al sol, situado en una de las constelaciones más hermosas, se tragaría al sol, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte y el cinturón de asteroides si fuese colocado en el centro del Sistema Solar. Aunque se encuentra a 550 años luz (y en un año la luz recorre casi diez billones de kilómetros), su enorme tamaño la sitúa entre las estrellas más brillantes que podemos ver. Su luminosidad es engañosa, como todo en el cielo, donde la mayoría de lo que vemos es sólo aparente. Si brilla tanto es solamente por su diámetro descomunal y no por su brillo intrínseco, que es débil, pues Antares es una estrella fría en comparación con el sol, algo más caliente, o estrellas jóvenes que arden a temperaturas inconcebibles. De tener un diámetro corriente, no la apreciaríamos a simple vista.
Yo me inclino a pensar que la cuestión de los ciclos fin-principio, el entrecruzarse de la materia para generar nuevos astros, y de aquello de lo que sólo vemos lo aparente, es la conexión que existe entre Alfa Scorpii y este drama de historias enlazadas.
En cierto sentido me recuerda al decálogo de Kieslowski. No hay apenas diferencia entre aquel triste complejo de apartamentos varsoviano, en un país antaño comunista del ex-bloque del Este, y esta urbanización vienesa en un país capitalista occidental de la zona euro. El clima es también frío, solitario, sórdido. La gente vive aislada de los vecinos, incluso de su familia, la comunicación, cuando se produce, lo hace a un nivel muy superficial. La rutina de los días grises va desgastando lentamente y cada uno se busca evasión y alicientes que a menudo no incluyen a los miembros de su propia casa. En las tres historias los protagonistas llevan dobles vidas, esconden secretos de los que harían pedazos la tranquila apariencia si se descubrieran.
El recurso de las historias cruzadas no es ya nada nuevo, pero está bien construido y ensamblado. Esos vecinos que viven cerca unos de otros y que en su mayoría se conocen sólo de vista, cada uno con su universo privado, apenas atisban durante instantes fugaces la apariencia de los otros, sin saber nada de su interior, pero, como la atracción gravitatoria, sus actos provocarán perturbaciones en las órbitas.
Desde aquí parece que las estrellas casi se pueden tocar y que están juntas en el cielo, parecen en íntima comunión entre sí y con nosotros, pero la verdad es que están tan lejos que a saber si algún día las podremos alcanzar, y tan distantes entre sí que no se rozarán jamás, y seguirán danzando solas hasta que se apaguen, sin conocer nada las unas de las otras. Hasta el final de su ciclo.
Sólo entonces, en la muerte, descubrirán una misteriosa liberación que será un nuevo principio, como los vecinos que, buscando matar la rutina, conocerán nuevos inicios, se abrirán a otra vida interior que desde fuera es casi imposible apreciar.
Al fin y al cabo, nosotros estamos hechos de lo mismo que las estrellas.
Pronto miraré hacia el sur en las noches de verano y veré a Antares en el esplendor de su gloriosa agonía.
Vivoleyendo
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22 de agosto de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera película que veo de este judío austríaco y casi el hecho que comenzara a verla parte de que sea un puñetero judío su director y guionista, al menos su apellido.
No tengo nada a priorí contra los judíos aunque sí contra su estúpida y nociva religión, lo mismo me ocurre con los católicos, protestantes, musulmanes,etc, etc.
No tengo nada contra ellos, aunque sus religiones monoteístas me son obscenas y enfermizas.
Probablemente me censuren la crítica antes de publicarla, la sinceridad puede ser insultante.
Intentaré no ser excesivamente irreverente.

La película en conjunto me ha gustado, por su crudeza al tratar las relaciones personales.
Las historias cruzadas de por sí, me atraen y empieza muy fuerte con un ritmo tan carnívoro que me enganché a ella rápido, no será la única película que vea de este talentoso judío austríaco.
Creo que el hecho de tener una nota baja media, se debe a la violencia y amarga crudeza como toca la realidad en un contexto determinado, es de una virulencia notoria y eso no suele gustar en exceso.

Emplea el truco de juntar los puzzles de la historia sin un orden cronológico líneal, lo hace de manera hábil y tosca, aunque parezca una contradicción, no lo es.
No me apetece explicar los motivos, mejor verla.

El estilo descarnado de narrar es potente y no para todos los estómagos, eso quiere decir que a muchos desagradará el uso de la temática y el modo sin florituras que utiliza, a mí me parece un acierto.
Se me hace un poco larga la historia del macarra, creo que hay falla en la reiteración de contar lo mismo de parecidas maneras y el ritmo se congela y flaquea.
quién la vea creo entenderá lo que pretendo decir.
El guión en muchos tramos me resulta inteligente y en conjunto notable.

Austria tiene fama de ser un lugar aburrido y sus gentes cuadriculadas, habrá de todo, imagino.
Me apetece tirar de tópicos y sucios clichés.
Personalmente es un sitio que me gustaría conocer, principalmente por sus montañas y paisajes.
Hay ilustres austríacos, Hitler, Thomas Bernard, que odiaba Austria como buen austríaco y a veces ya aburre de tan cansino en su odio patrio.

La escena de sexo principal, me parece rodada con fuerza, sexo entre dos extraños, la frialdad que refleja y el morbo que va generando en ambos es interesante.
El tema principal de la película, diría es el no aceptar la vida que llevamos, aparte de las dobles vidas que eso desencadena, un tema de lo más estimulante y realista.
La música en muchos pasajes está metida con gran acierto, fortalece las imágenes y da textura a las atmósferas.

Es una película de personajes, por y para ellos, cada uno con sus circunstancias y azares.
Eso es otro punto a su favor , a mí modo de entenderla.
Las anemias en las relaciones personales, es parte de la temática, o sea algo más que el marco de un cuadro.
En resumidas cuentas, la recomiendo bastante, a pesar de mi poco elaborada y algo prejuiciosa crítica.
P.D
Mirando su filmografía, descubro que en F.A , falta más de la mitad de la filmografía del guionista y director austríaco.
Zappianin
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