Dioses y generales

Precuela de la película “Gettysburg”. Esta última estaba basada en el libro de Michael Shaara “The killer angels” y tuvo bastante éxito en 1975. Cuando este murió, su hijo Jeff aprovechó el éxito para publicar dos libros sobre la Guerra Civil Americana y hacer así una trilogía junto con la obra de su padre. El primero de ellos es “Gods and Generals” y el último “The Last Full Measure”. Al parecer, esta vez no han sido tan fieles al libro como lo fueron con “Gettysburg”.

La película se centra principalmente en la figura del general “Stonewall” Jackson, aunque también salen otros personajes que ya se vieron en “Gettysburg” como Chamberlain y su hermano y Robert E. Lee (esta vez interpretado por Robert Duvall). Tiene escenas muy buenas sobre tres batallas de la Guerra Civil Americana, Primera de Bull Run, Chancelorsville y sobretodo Fredericksburg. La película está dirigida por Ronald F Maxwell, el mismo director de Gettysburg, y fue de nuevo financiada por Ted Turner, que por cierto hace un cameo en la escena en la que los mandos de la Confederación están viendo una función de teatro de campaña. Desgraciadamente, la película fue tal fracaso que al parecer al Ted Turner se le han quitado las ganas de realizar la tercera parte

Mi consejo. Si se dispone de la película en DVD o video, utilizar el mando “forward” a menudo. O incluso hacer una copia “personal’s cut” eliminando el 70% de los diálogos y dejando las escenas principales. Y un último consejo, procurar verla en inglés porque el doblaje español es terrible.

Hayq ue saber algo de la Guerra Civil Americana para criticar. Por ejemplo decir que es absurdo que Jackson llame "mi esposita" a su segunda mujer (la primera murió) puede ser... pero es verídico y rigurasamente histórico. Sale en las cartas enviadas por el a su señora... con lo que, en ese punto la película es fiel.
En segundo lugar, y el Sur sobre todo, era tremendamente religiosos (Jackson Davis y Lee de los que más) por lo que sus expresiones son esas, sus reflexiones igual... Son descendientes de protestantes anglosajones, británicos en su mayor parte y su creencia religiosa estaba basada en la voluntad de Dios.
Insisto, hay que saber para criticar.
Otra cosa es que sea muy larga, o que no guste al público español, que tradicionalmente ve este conflicto muy lejado... Pero no se puede decir que no es buena basándose en hechos y opiniones no conocidos.
Históricamente, buena y fiel, vestuarios, extraordinario.
Como ega, que es una adaptación libre de la novela "Gods and Generals"

"With God on our side" (con Dios de nuestra parte) Bob Dylan:

"Oh the Spanish-American
War had its day
And the Civil War too
Was soon laid away
And the names of the heroes
I's made to memorize
With guns in their hands
And God on their side."

En la guerra civil americana hubo valientes y cobardes, vencedores y vencidos, soldados y generales, esclavos y hombres libres, pero ante todo hubo estadounidenses y hombres de dios. Es el claro mensaje que nos viene a ofrecer la película.

La verdad que el trasfondo patriótico y religioso de la misma resulta bastante cansino y ni siquiera las escenas de batallas, que están bastante bien llevadas porque apuestan por el realismo, consiguen levantar la película. Hay demasiados puntos en su contra para que se convierta en una cinta que yo recomiende a alguien. Los más gordos, y coincido con las otras críticas, son esa cursilería repugnante que impregna todo los diálogos (hay conversaciones que parecen sacadas de "Mujercitas" o "Sonrisas y Lagrimas") y el tono religioso a lo misa de las iglesias negras evangélicas que acaba por aburrir.
Además la cinta es interminable; un infinito metraje que parece que nunca va a finalizar.

En la otra parte del ring tenemos las escenas de batallas, que gracias a que a los americanos les encantan representar su guerra civil cada año por asociaciones exclusivamente dedicadas a eso, están muy conseguidas y creo que es lo único meritorio.

Por otra lado me encanto el detalle de que sea una de las pocas películas de guerra en las que no hay malos (evidente ya que todos ellos son estadounidenses).

Como diría John Rambo esta película es "prescindible".

Lo mejor de la película las escenas de batallas. El resto es totalmente prescindible. Empezando por las reflexiones religiosas, que se pasan media película rezando, que los diálogos (quiero creer que es culpa de la traducción) son malísimos, forzados y de lo más cursi que he visto (el general llama "mi esposita" a su mujer), cuando no se pasan 5 minutos declamando versos clásicos. Y es la primera película de esa época en la que todos los Confederados están de acuerdo con la liberación de los esclavos. Y que me dicen de las barbas que gastan. En las fotos de la época se ve a los personajes con grandes barbas, pero en la película parece que se les ha subido el gato a la cara. El ejemplo más risible es el del general JEB Stuart. Se nota que es un actor joven pero su barba parece un peluche.
Conclusión, salvo las escenas de batallas, el resto no se salva.

Hiperbólico fresco histórico más maratoniano que monumental en el que se recrean, con un verismo exento de casquería- a anotar en el debe de la película-, el estallido y los primeros años de la Guerra de Secesión norteamericana.
A Ronald Maxwell parecen importarle más las motivaciones morales de los generales en liza que la carne de cañón, de ahí el escaso caudal de hemoglobina del que, en parte, se resiente la acción pura y, nunca mejor dicho, dura. No obstante, y ello sí debe anotarse en su haber, las consideraciones tácticas y estratégicas vienen tratadas con una minuciosidad que agradecerá el espectador cansado de ver tiros al tuntún.
Predomina en el film la descripción de tipos, costumbres, uniformes, dioses y generales del bando secesionista; quizá por tradicionalmente menos documentado- la Historia, como se sabe, la escriben los vencedores-. Dominan, concretamente, la vida y milagros del general virginiano "Stonewall" Jackson. Excelentemente interpretado por un intensísimo Stephen Lang- de tan intenso, en ocasiones parece al borde la implosión- que ensombrece a la imponente humanidad del retórico Jeff Daniels y a Robert Duvall en el papel de un general Lee más para sopitas que para hacer la guerra, y es que todo tiene su edad, hasta el olor del napalm por las mañanas.
Si bien no como "entretenimiento" en el sentido más pedestre del término, se trata de una película ciertamente eficaz en el plano documental, de modo que el espectador con cierta inquietud histórica disfrutará con la recreación de algunos detalles habitualmente pasados por alto en otros films dedicados a este tema: personalmente, he quedado fascinado por la variedad, incomodidad y anacronismo de algunas de las casacas utilizadas por los voluntarios del bando confederado recién desatadas las primeras hostilidades. Y qué barbas, oiga.