Arroz pasado (Arròs covat) (Serie de TV)

Me da pena que esta serie sólo se haga en catalán y que no puedan disfrutarla en el resto de España. Tiene momentos de humor inteligente y auto-paródico: es cómo si los modernos se rieran de ellos mismos de una manera realmente jocosa.

Juanjo Sáez, además, de quien no me gustan especialmente su historietas de la Rockdelux, hace un trabajo magnífico con estos sencillos -pero tremendamente expresivos- dibujos.

Un 7, y puede e incluso mejorar si no decae el ritmo de la serie.

PD. Geniales guiños a la música indie, internacional o patria: lou reed, los planetas, joy division, manos de topo, joe crepúsculo etc. y sobre todo: el gran dj de mierda.

Arròs Covat, cuyo título en castellano sería algo así como Arroz pasado, es una serie de animación cuya técnica podríamos decir que bebe de la tendencia que creo Southpark, pero llevada al extremo. Es decir, los personajes son poco más que garabatos temblorosos, con el mínimo detalle, la mayor parte del tiempo incluso sin cara, pero a pesar de eso, muy expresivos. El formato con que se nos presenta la historia en pantalla, por su parte, se acercaría a la del cómic (no obstante, su creador Juanjo Sáez es un ilustrador reconocido), utilizando una puesta en escena muy similar a una viñeta o una sucesión de ellas. Un estética minimalista que resulta muy efectiva y adecuada a la historia que nos cuentan.

Una serie, que con el humor siempre presente, nos cuentan la historia d'en Xavi y su entorno. La historia de un hombre abocado a la crisis de los 30, que aún se ve joven, pero a la vez quiere establecerse. Un hombre que simplemente no está muy seguro de que si lo que tiene (una novia de toda la vida, pero con la que ha caído peligrosamente en la rutina) es lo que realmente desea y que entre sus dudas y la aparición de una nueva oportunidad (una chica 12 años más joven), junto con una situación laboral algo inestable (es el dueño de un estudio de diseño gráfico) termina viéndose envuelto en un sin parar de situaciones que se podrían considerar cotidianas, pero que al ser tratadas con total desenfado resultan hilarantes, sobre todo gracias al contrapunto que ofrecen muchas veces sus compañeros de trabajo (un homosexual reprimido y un chaval al que tratarlo de bruto es hacerle un halago), su tía Paquita (una anciana de 80 años de ideas claras y liberales) y el resto de personajes que pueblan esta serie de capítulos fugaces (poco más de 10 minutos por episodio).

En resumen, una serie recomendable tanto por su estética, como por lo que cuenta y como lo cuenta, ya que resulta cercana, irónica y diabólicamente divertida. Una serie capaz de convertir un montón de tópicos y estereotipos en algo fresco y novedoso, simplemente, una serie que si el catalán no os representa una barrera merece un oportunidad y que, además, podéis ver integra en su página web y en youtube de modo completamente legal.

Un guión aterradoramente bien trabajado y fruto de una inteligencia macabramente pop. Un prodigio de sobriedad y de sencillez. Una obra casi maestra en la que lo más important es conseguir que no nos fijemos en el tipo de dibujo o, que si lo hacemos, éste nos parezca brillante. Juanjo Sáez ha creado una historia divertida y al mismo tiempo seria, tierna y fresca.


"Un guió esfereidorament ben treballat i fruit d'una intel·ligència macabrament pop. Un prodigi de sobrietat i de sencillesa. Una obra quasi mestra on el més important és aconseguir que no ens hi fixem amb el tipus de dibuix o, que si ho fem, aquest ens sembli brillant. Juanjo Sáez ha creat una història divertida però seriosa, tendra però fresca."

Genial serie catalana que retrata las aventuras y desventuras de Xavi, un diseñador gráfico treintañero en la actual Barcelona, sus líos con las chicas y sus tejemanejes con sus dos colegas. Un tipo que desea verse todavía como un joven pero que poco a poco va dándose cuenta de la edad que tiene y de que el arroz se le está pasando y ha de sentar la cabeza.

Con unos dibujos sencillos pero muy expresivos, Arròs covat retrata la vida barcelonesa a ritmo de música indie (muy presente a lo largo de la serie) y hace gala de un humor muy fresco. Las continuas inseguridades y miedos del protagonista, así como la crítica y coña del mundillo de los modernos e indies, dan para tramas y episodios antológicos*

Descubrí esta producción casi por casualidad justo en ese corto y extraño periodo de la vida que es la primera baja por paternidad. Y me encantó. Con un estilo de animación extramadamente limitado, pero efectivo, narra las peripecias barcelonesas de un tipo al que se le está empezando a pasar el arroz, de ahí el nombre. Son 36 capítulos de entre 12 y 15 minutos deliciosamente divertidos, repletos de humor tragicómico y de personajes que nos recuerdan seguro a algún que otro conocido. Abusa de demasiados localismos y cultura indie como para triunfar más allá del pequeño círculo de televidentes urbanitas catalanes... pero justo ahí radica una de sus principales gracias. El doblaje es otra de ellas, es una interpretación sublime. La sintonía de Manos de Topo también ayuda.