Comodines

Lo que el poster de Comodines rezaba a modo de frase publicitaria era cierto. Imposible creer como un bodrio tan insondable podía ser producido en tierras argentinas, país del que surgieron filmes míticos como "Nazareno cruz" y "Gattica, el mono" de Leonardo Favio.
Ojo... no es lo peor que ha salido de ese país -ver los productos dirigidos por Armando Bo y similares para comprobarlo- pero sin dudas que hace fuerza para entrar en la competencia.

Comodines es un producto mas que tipico de la era de los multimedios, donde cualquier canal de televisión asociado a un par de productores -y a uno de sus actores, en este caso el mismisimo Adrian Suar- pueden pretender que con presupuestos infimos, pocas ganas y menos talento aún se puede competir con los buddy movies norteamericanos, un subgénero por otra parte ya gastado en esa época, detalle que sin embargo los creadores de este esperpento fílmico parecieron no saber o no querer entender.

Absolutamente olvidable.

Patética película de acción al estilo "Lethal Weapon", con una pareja de policías pícaros y divertidos, que tienen una misión que cumplir; la única misión que uno como espectador les podría haber pedido (la de actuar minimamente bien) no la cumplieron. El desarrollo es estúpido y tremendamente trillado. Adrian Suar, hoy un multimillonario productor de insólito éxito en cada berreteada que hace, es uno de los más lamentables actores de la historia mundial; y Carlos Calvo, aun sostiene algo del cariño y el recuerdo del público por su actuación en un programa televisivo de los ochenta llamado "Amigos son los amigos", que hacía altísimos picos de rating, creo de los más altos de la historia de la tv argentina. También contamos en esta tonta copia de las películas yanquis con la inestimable presencia de otra actriz sublime (ella lo cree, yo no), me refiero a la siempre despreciable Nancy Dupláa, quién actuara en glorias televisivas como "Montaña Rusa", una novelucha que era mi comedia diaria y de la que salieron otras estrellas tales como Esteban Prol, la bella betina o'connell (hoy formando parte de la soberbia legión de Utilísima), etc. Volviendo al mamarracho en cuestión, sólo pueden esperar explosiones sin sentido, horrendas actuaciones y todo ese tipo de cosas que las películas norteamericanas hacen más o menos bien, y que en la argentinas dan verguenza ajena.
Recuerdo "Made in Argentina" Con Contreras y Brandoni, o "Martín Hache" con el maestro de Federico Luppi, o "Sur" de Pino Solanas y con actores de verdad como Miguel Ángel Solá y Susú Pecoraro, y me dan ganas de llorar.

Carlos Calvo y Adrian Suar protagonizan un policial con tintes de comedia y drama en plena década del 90.
Calvo es un policía que actúa en un desmembramiento de dicha fuerza que se especializa en drogas, y Suar, un joven que recién se une al cuerpo y quiere hacer meritos para subir en la escala jerárquica.
Sinceramente no puedo entender como la prensa y las críticas en promedio le han pegado tanto.
Quizás porque su productor haya sido el mismo joven Suar que venía dulce produciendo Poliladron, serie muy popular en Argentina, o porque Calvo no destaque virtudes actorales.
Lo cierto es que este film cuenta con una historia muy interesante y entretenida, que mantiene en vilo al espectador durante todo el metraje haciéndolo dudar en todo momento sobre la moralidad de sus personajes. Las interpretaciones de Laplace y Ranni, actores de fuste, resultan convincentes, y la banda sonora acompaña correctamente.
Las escenas de acción del subte y del puerto están al nivel de cualquier película yanqui de la época, con muchísimo menos presupuesto, claro.
Punto aparte para los efectos especiales, de lo mejor que produjo el cine de acción en Argentina.
En definitiva, una película INFRAVALORADA, acusada por sus detractores cayendo en lugares más que comunes: que suar es de cartón actuando, que duplaa no convence, que el guion es malo, que en holllywood se filma mejor.
Elementos poco convincentes para atacar a una digna película de acción que merece ser vista.