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El viaje fantástico de Sinbad

Aventuras. Fantástico Simbad, Príncipe de Bagdad y marino legendario, encuentra un curioso mapa y con él se embarca rumbo a la isla de Lemuria junto a una bella esclava, Margiana, y al Gran Visir de Marabia. El Príncipe Koura, un mago oscuro que intenta hacerse con el poder en Marabia manipulando a espíritus del mal, los persigue, tratando de detener a Simbad en su búsqueda.
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Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
2 de diciembre de 2008
20 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Confía en Harryhausen si quieres ver algo bello"

Para mi gusto superior a "Simbad y la princesa" quizás por la realización (sobre todo planos visuales, fotografía, etc) y sobre todo por la banda sonora (gran trabajo de Miklos Rozsa) que le da una ambientación de película épica de aventuras perfecta (y mantiene la tensión en algunas escenas).

En cuanto a los actores, John P. Law resulta un Simbad más creible que Kerwin Mathieus, Caroline Munro esta increiblemente sexy (eso si es una mujer) y Tom Baker hace perfectamente de malo (También es bueno el doblaje de Constantino Romero a Simbad, y de Felipe Peña a Kourak).

Los efectos especiales buenísimos para una época en la que ya empezaba la transición, y la escena de la lucha con Kali creo recordar que está copiadísima en la primera película de "Tomb Raider" (pelicula que tras su visionado me vi obligado a hacerme una lobotomía).

MUY recomendable, sobre todo si te gusta el cine de aventuras.
Maestro_en_tinta
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7 de mayo de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efectiva y consistente peli de aventuras en el que nuestro siempre bien ponderado héroe de las Mil y una noches va haciendo de las suyas entre el agua y la tierra. Simbad ya debería reclamar una peli en el presente, sobre todo con los adelantos tecnológicos con los que contamos.

La estructura de la obra es notable, pero también fácil de decodificar: segmentos bien diferenciados en donde se genera una lucha entre A y B, los dos polos opuestos, el bien y el mal enfrentados, como dicen por ahí. Lemuria es la isla misteriosa y sus monstruos, los bichos a descubrir por parte del espectador. No es raro que por momentos los diálogos suenen pueriles, en realidad Simbad se presta más para un público joven (de su tiempo, desde luego). Lo que la hace visible para otras edades es su potable manufactura técnica.

REcomendable para aquellos que aman las plastilinas, las maquetas, las sobreimpresiones y que están con ganas de dejar a un lado a los ordenadores.
Juan Rúas
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23 de diciembre de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muchos años tardó Ray Harryhausen en proporcionar una prolongación a la magnífica Simbad y la princesa de 1958 y al fin en 1973, dio origen a esta segunda parte, que no es una secuela, sino que, junto a la siguiente, Simbad y el ojo del tigre de 1977, conformaría una trilogía sin continuidad, donde un Simbad siempre diferente vive mil y un aventuras y al final consigue a una muchacha diferente.
Uno de los defectos del cine de Harryhausen son los realizadores, demasiado insignificantes y faltos de estilo, por lo general. El director de origen germano Gordon Hessler que venía del cine de terror británico sin ser un maestro, al menos es un cineasta solvente y con cierta habilidad narrativa, como atestiguan sus películas, donde, sin efectuar una labor maestra, sí al menos logra conferir cierto ritmo al conjunto sin que se produzcan esos baches narrativos tan habituales. Del guión se encargó Brian Clemens, que había trabajado en la serie televisiva “Los Vengadores” (“The Avengers”, 1962-9). Y otro de los valores de la cinta, desde luego, es su excelente reparto, quizás el mejor de la trilogía, con un excelente John Phillip Law como enérgico e inteligente Simbad (acaso el mejor de los tres), la bellísima Caroline Munro( también trabajó en “Solo para sus ojos película de la serie de James Bond), el sólido Douglas Wilmer como visir (lástima que la mayor parte de la película la pase con el rostro oculto) y, en especial, un magistral Tom Baker como hechicero malvado, quien, a medida que efectúa encantamientos, ve cómo su físico se va agotando y apergaminando.
También de manera sorprendente está el manejo de la fotografía, la ambientación y las luces las cuales aportaron solidos conceptos para el éxito de la obra. Se contó con un presupuesto de 980.000 dólares y la película recaudo la bicoca de 11 millones de dólares.
Pero, por encima de todo, prevalece la maravillosa partitura de Miklós Rózsa, quien otorga a la cinta un aura mitológica con sus excelentes notas y hace aparentar al film una textura más clásica, y que casi oculta ciertas torpezas de planificación de Hessler.
Aunque en un principio se pensaba rodar íntegramente en la India, "El Viaje Fantástico de Simbad" se rodó en Madrid, Mallorca, Malta y las cuevas de Arta. Una vez finalizado el rodaje, Harryhausen comenzó a trabajar en los efectos especiales en Inglaterra.
De nuevo una delicia llena de fantasía y aventuras. Para todos los públicos.
Hector Zuleta
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9 de septiembre de 2022
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un grato placer volver a ver ciertas películas, de las cuales se podía tener un buen recuerdo, y darte cuenta de que, por fortuna, se hicieron antes de que el cine cambiara, perdiendo un estilo que solo los más cinéfilos en la actualidad aprecian como es el “Stop Motion”. Hablo de “El viaje fantástico de Simbad”, una cinta de aventuras que cuenta con muchos “fans” que la reivindican. Pero no siempre fue así.

En su estreno fue considerada por los críticos como una película más. De hecho, cuando llega a España en 1975, tuvo una distribución algo extraña. Mientras se empieza a estrenar a partir de la segunda quincena de agosto en ciudades como Barcelona, en los cines Alcázar y Palacio Balañá, o en Sevilla, en el céntrico y veterano cine Pathé, no es hasta vísperas de Nochebuena cuando llega a Madrid. No se elige un cine en Gran Vía o en otras zonas selectas donde había también locales de estreno de renombre, sino un circuito de “segunda” en la que la proyectaban varios locales, como: Consulado, Garden, Liceo, Regio y Versalles.

La película que se rodó en diferentes localizaciones de España como las islas Baleares o Madrid, entre otros países, y ese es el motivo que aparezcan en su apartado técnico profesionales españoles. Finalmente supuso un éxito bastante rentable.

En su reparto nombres míticos como John Phillip Law como Simbad, que ya venía de hacer éxitos como “Que vienen los rusos, que vienen los rusos”, “Barbarella”, o esa joya Kitsch titulada “Danger; Diabolik” de Mario Bava y Caroline Munro como Margiana, actriz y sex symbol inglesa de títulos de culto de la Hammer, que cuatro años después daría el pelotazo como chica Bond en el pequeño papel de la maciza Naomi en “La espía que me amó”, llegando a ser la protagonista de “Star Crash, Choque de galaxias”, de Luigi Cozzi. El resto del reparto está perfectamente ensamblado a los papeles, sobre todo el “malvado” Tom Baker. Como curiosidad cabe decir que para la voz del Oráculo de todos los conocimientos querían a Orson Welles, el cual pidió una cifra astronómica y lo tuvieron que descartar, pero el gran actor Robert Shaw, amigo del productor, casualmente estaba de vacaciones en España, el cual por una cifra simbólica, el trabajo de varios días lo hizo en uno, con un resultado excelente.

Tras el éxito que supuso “Simbad y la princesa” a finales de los años cincuenta, que también es un film muy entrañable y entretenido,“El viaje fantástico de Simbad” es la segunda de esta clase que consigue rodar Ray Harryhausen como productor, guionista y encargado de los efectos especiales (en los cuales él era un genio). Poco después se consigue hacer “Simbad y el ojo del tigre”, de 1977, que cierra la trilogía y la rueda también para Columbia Pictures, aunque es la más floja de las tres.

Al principio aludíamos en el comentario que el cine cambió drásticamente. Hace poco viendo un notable documental: “Karel Zeman: Adventurer in Film”, este gran cineasta reconocía que, tras ver a finales de los setenta “La guerra de las galaxias”, donde los efectos especiales ya se hacían por ordenador, Zeman es consciente que su manera artesana de crearlos ha llegado a su fin. Pues sí. Y eso ocurrió también con este gran creador, Ray Harryhausen, que aunque rodara en 1981 “Furia de titanes”, ese estilo de generar esos efectos especiales, ya iba desapareciendo del cine.

La corrección formal técnica de “El viaje fantástico de Simbad” es innegable. Además cuenta en la banda sonora con el mítico ganador de tres “Oscars” Miklós Rósza, el cual adoro. Si bien es verdad que algunas veces se autoplagiaba, utilizaba extractos o incluso temas de otros trabajos, como en el caso presente, decir en su defensa que eso lo han hecho muchos compositores, como por ejemplo el también enorme, Nino Rota, razón por la que perdió su nominación por “El padrino”. A Rósza aún le quedaba por crear la maravillosa banda sonora de “Providence” por la que en 1977 se llevó el César del cine francés. Su versatilidad era inabarcable.

Ray Harryhausen utiliza su sello, el Dynamation, convertido posteriormente su nombre en Dynarama, para sus efectos especiales. Tan solo una vez rueda en Dynarama y Panavision, que fue en la también grata “La gran sorpresa”, y aquí es uno de los fuertes de la película, un complejo trucaje en que se alternan proyecciones de personajes reales con el stop motion, además de utilizar un precioso colorido, quizás en un intento (aunque en el fondo no consiguiera igualarlo) de homenajear a Fritz Lang en sus encomiables “El tigre de Esnapur” o “La tumba india” donde el colorido era hipnótico.

“El viaje fantástico de Simbad” es un film de aventuras que pretende perseguir el sabor clásico. A pesar de contar con modesto presupuesto, lo disimula con soltura. Posee buen ritmo, una historia bien escrita y bien llevada, y que, aunque muchas producciones televisivas posteriormente la intentaron imitar con sus truquitos digitales, no les llegaban a la suela del zapato, o de la sandalia estilo arábiga. Y no es nostalgia, es objetividad.

Por último destacar una frase antológica que en su día colaron y que hoy día crucificarían al que se le ocurriera incluirla en un film juvenil, que es cuando Simbad le dice a Haroun (Kurt Christian) que para estar acostumbrado al hachís le nota muy nervioso. Y es que actualmente tenemos la piel muy fina y demasiada corrección política, que en nada nos ayuda, solamente para acrecentar nuestra hipocresía y disminuir nuestro sentido del humor.
Maggie Smee
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2 de noviembre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un seis puede parecer poco a ojos de algunos, pero no es para nada una mala nota. Sin duda El viaje fantástico de Simbad es una gran película, pero hay que poner todo en su sitio.

La dirección de la cinta es, puede, lo menos trascendente de la misma. Ray Harryhausen es el alma de la cinta y es el buque insignia de un cine que el representaba y que estaba muriendo poco a poco (Star Wars a punto de aparecer sobre el panorama y 2001 ya como algo presente y sobretodo un tipo de cine de aventuras que moría poco a poco ante unos nuevos tiempos y un nuevo cine que huía de estos cánones). Pero no solo moría esta forma de hacer cine, incluso, por ejemplo, la maravillosa banda sonora de Miklós Rózsa es una oda a un lenguaje musica y cinematográfico que hacía casi diez años murió (de éxito pero murió). En algunos aspectos es una película fuera de su época, pero no le pasa factura, solo la convierte en una rara avis. La historia es buena, divertida, y su narración es correcta; pero el público espera siempre la aparición de algunos de los "hijos" de Harryhausen. Los protagonistas están correctos (acepto que John Philip Law no me despierta simpatías, pero incluso así, junto a Tom Baker y la chica Bond Caroline Munro hacen un buen trío protagonista) y todo se mueve dentro de una ´muy agradable corrección.

El género se convirtió en algo diferente al cabo de pocos años pero todavía nos regaló una nueva entrega de Simbad y Furia de Titanes, mientras el género de Espada y Brujería (casi todo de serie B) sustituyó a este cine de aventuras que olía un poco a antiguo. Cintas como El señor de las bestias o Conan el Bárbaro son deudoras de este cine. En la actualidad este cine ha muerto del todo (da igual que sufriéramos una nueva versión de Furia de Titanes y su secuela, es un cine donde con envoltorios diferentes se ofrece lo mismo al espectador: importan solo unos efectos especiales donde siempre haya algo más grande y más espectacular, y da igual que sea un remake de Furia de Titanes o Los Vengadores, todo este cine es igual).

Por cierto, el paisaje de buena parte de la película nos resultará muy familiar: se rodó parcialmente en España.
el hombre del coco
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