Porno para principiantes

Tuve el placer de ver Porno para principiantes en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar Del Plata 2018 y desde el arranque de la película queda plasmada una idea: no es una comedia más. Enseguida notamos que detrás de esto hay un autor, una dirección de actores muy clara, una puesta en escena y una narración audiovisual que proviene de alguien que vive y respira cine. Dentro de este film encontramos guiños y pequeños homenajes al mejor cine de todas las épocas. Desde Boogie Nights de Paul Thomas Anderson con esa narración vertiginosa y escenas donde el montaje y la música bailan a la par desplegando hermosura audiovisual hasta la puesta en escena del mejor Terry Gilliam en Fear and Loathing in Las Vegas narrando épocas desde el recuerdo de quien las cuenta con unos gags tan ricos que calienta. Es una comedia autoral, con una gran cinefilia de fondo.

Obviamente todo esto se logra gracias al maravilloso elenco de la película. Nicolás Furtado, ya consagrado por su papel de Diosito en El Marginal, vuelve a demostrar su talento desde un papel secundario pero siempre logrando que la película o serie donde él se encuentre sea aun mejor producto. Martin Piroyanski logra aguantarse la película entera apareciendo en casi todas las escenas e interpretando bien a este pobre joven que intenta hacer cine y termina haciendo una porno con todos sus conocimientos cinéfilos. Carolina Manica, erótica, exótica y sensual, desarrolla a la perfección su papel de Femme Fatale. Y por último, el siempre cómico Daniel Aráoz, siempre que sus personajes se enojan o se ponen rabiosos, la comedia fluye.

Yo no sé que le pasa a este pibe (Martin P.) que siempre hace el mismo tipo de personajes y el mismo tipo de películas, a saber: algo parecido a la comedia, que no es comedia, con tintes de un personaje parecido a Woody A. que no es W. A. claramente, y que esperas todo el tiempo un nudo o problema real que nunca sucede.
Podrían haber invertido en un buen guión, con ideas que estuvieran buenas, pero todo se queda a medio camino y es insoportablemente mala, densa, lenta, sin ritmo, sin comedia en ningún lado, y mucho menos nada que pueda salvar. Me gustaron las actuaciones de Ashley y Anibal pero no más que eso.
Cero recomendada.

La relatividad del humor es tan certera que «Porno para principiantes», comedia uruguaya, la comicidad se encuentra implícita más por lo circunstancial que por un trabajo general, con una trama situada a inicios de los años 80, donde un novel cineasta tendrá que lidiar con sus decisiones precipitadas y rodar una cinta por encargo sin poder zafarse del encargo nunca.

Piroyansky encarna a Víctor Medina, ese incipiente director que busca comenzar su carrera en forma, pero que no puede llevar a cabo dadas las complicaciones de su vida personal. Junto con Anibal —encargado de un videoclub— encontrarán en Boris, la oportunidad esperada que los coloque en el panorama de nuevos directores, sin advertir que lo más importante para este productor no es la trama, sino las escenas explícitas características del género porno.

Nicolás Furtado y el inconfundible Daniel Aráoz hacen lo propio para que «Porno para principiantes» sea una comedia que transmita chispa necesaria que la mantenga de principio a fin —aunque la intención quede sólo en eso— un marasmo inevitable gracias a que todo el peso de la historia recae en Piroyansky, un joven actor que imprime ingenuidad, pero con una inexpresividad que ya no es del todo convincente.

Una cinta de intenciones que sitúa al pretencioso sitiado por la opresión de su contexto y la dificultad para realizar cine en Hispanoamérica.