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El sol también es una estrella

Romance. Drama El universitario Daniel Bae y la jamaicana Natasha Kingsley se encuentran y se enamoran en un día mágico en medio de la fiebre y la agitación de la ciudad de Nueva York. Las chispas saltan inmediatamente entre estos dos extraños, pero... ¿bastará que el destino actúe para que estos jóvenes poco afortunados tengan suerte en el amor? Aunque sólo faltan unas horas de lo que parece ser su último día en Estados Unidos, Natasha lucha con ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
12 de junio de 2019
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor instantáneo a toda velocidad

Haciendo una exótica mezcla entre apuesta, romance e interculturalidad aderezado con algunos diálogos que pretenden sonar filosóficos y profundos donde una referencia será Sagan, El Sol También es una estrella presenta un sabor ambivalente. No se le puede exigir que se dedique a explorar los temas que toma como unos soportes a su telón de fondo (como la política xenófoba de la era Trump), porque ese no es su giro. El giro es dar una historia de amor interracial en la era en la que pertenecer a una minoría no caucásica en Norteamérica es casi un desafío)

No tan mal pero no tan bien

No se puede decir honestamente que toda la película sea un desperdicio, porque los protagonistas tienen química, funcionan bien en pantalla aún a costa de un argumento por demás imposible. Pero, consideremos que es una película de romance y sabemos que este género tiene sus propias y extrañas reglas. Así que funcionará en la medida en la que permitas que las incongruencias fluyan.

Nueva York muestra una cara muy poco conocida, se diría que es su retrato cinematográfico menos glamuroso en mucho tiempo, pero no por ello deja de ser interesante, por lo desconocido.

Arropando esa cara de la ciudad está en romance interracial (Jamaica/Corea) y ese mundo desgraciadamente no se explora lo suficiente, pudiendo haber sido en extremo actual, teniendo los elementos en la mano simplemente no los explotan, lo cual es una pérdida.
Todo el encuentro de dos mundos se tiene al alcance de la mano y se toca muy superficialmente. Temas culturales, sociales, y hasta políticos se quedan sin aprovechar.

You can´t hurry love…

Todo ello, para quedarse en nivel de dos guapos muchachitos se enamoran en fast track y debemos creerles que su amor era destinado a ser eterno…, y no pensar que pasamos dos horas justificando todo el catálogo de fantasías románticas juveniles, cuanto más inalcanzables mejor, pero una vez más si nos dejamos llevar por el consabido “el amor no tiene lógica” y por el encanto natural de Nueva York, podemos seguir navegando los minutos de la cinta, hasta que en un traspiés sintamos que estamos al punto de un “exceso de dulce”.

De tv stars a movie stars

Como en muchas cintas de romance juvenil, se hace uso de protagonistas que ya cuentan con una fama mediática debida a la televisión. Aquí Yara Shahidi pertenece al elenco de ‘Black-ish’, mientras que Charles Melton es popular gracias a ‘Riverdale’, lo que garantiza una entrada de taquilla con menos riesgos que usar a dos actores desconocidos y ambos logran química en pantalla.

Usando sin aprovechar

Ry Russo-Young y su guionista trabajan arduamente en la labor de ablandar nuestro corazón, con discursos de lo que el inmigrante promedio siente hacia el país que lo recibió y en el que ha crecido, y cómo, aún proviniendo de diversos puntos del planeta la adaptación social ha fructificado especialmente en ellos y atrás se va formando la tragedia de la deportación (claro que de una manera muy light, son deportados “voluntarios” ) al igual el trato de la representación del “choque cultural” en el que, entre los mismos inmigrantes, hay racismo.

Como ya lo imaginamos desde el principio el precipitado romance no va a terminar en un final “con puesta de sol cabalgando hacia el horizonte”, al menos no tan fácilmente.

N.Y. desconocida

El discurso cinematográfico a cargo de Autumn Durald vuelve por fuerza (y por innumerables giros) un personaje a la ciudad, lo cual no es que sea la primera vez que sucede, pero sí definitivamente es la primera en la que Nueva York nos da ese guiño desconocido desde Manhattan, a Brooklyn y Queens, donde a pesar de todas las predicciones, delimitados en el periodo de “solo unas horas” (como en la trilogía de Before… estelarizada Hawke y Delpy) estos dos personajes, tan diametralmente opuestos, colisionan. Es cierto que las actitudes estereotípicas de ambos son definitivamente “acomodadas” para fines dramáticos y además se les entreveran reflexiones que pretenden darle un tono “existencial” a los diálogos.

Conclusión

El sol también es una estrella es un romance de high speed no se puede decir si es un reflejo de la volatilidad del amor actual, o un cuento romántico para las nuevas generaciones en las que la instantaneidad es la regla. Con el afán de hacerla sentir actualizada, se tratan superficialmente varios asuntos que podrían haberse explotado de más y se dejan como una “nota de color” Es indudable que los protagonistas y su amor interracial provocarán un sentimiento de “contemporaneidad” pero esta está sostenida en el aire al no profundizar en el verdadero panorama de una Norteamérica cada vez más xenófoba.

Los personajes en El sol también es una estrella no terminan por definirse en todas las subtramas que se les insertan y aunque tienen sus buenos momentos el resto divagan de una cosa a la otra sin lograr hacerse sólidos. Lo más interesante de la película es la visión de una Nueva York pocas veces explorada en las producciones comerciales donde todo es asombroso moderno y ensoñador. El soundtrack también ofrece algunos buenos tracks, pero en general toda la cinta se hunde en el camino ya conocido de la historia de amor juvenil con el aditivo de problemas externos que no se resuelven y que solo fueron puestos ahì para que los protagonistas tuvieran excusa para caminar la ciudad y hablar de temas que parecieran serios.

Escrito por Fabian Quezada Leon
Cinemagavia
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25 de mayo de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se mantiene la tendencia de adaptar novelas de romances dirigidas al público adolescente, e increíblemente, una vez más, también se mantiene el bajo nivel de su ejecución a la pantalla grande, esta vez a cargo de la directora Ry Russo-Young, quien ya tiene experiencia en ello (Si no despierto).

Natasha (Yara Shahidi) es una adolescente hija de inmigrantes jamaiquinos quien busca desesperadamente ayuda para conseguir una prórroga para evitar que ella y su familia sean deportados de los Estados Unidos a la mañana siguiente.

Por obra del destino conoce a Daniel (Charles Melton), también hijo de inmigrantes, quien está por tener una entrevista para ingresar a la Universidad a estudiar medicina y así complacer el deseo de sus padres, pero no el suyo, así, Natasha y Daniel deberán vivir un amor a contrarreloj buscando cambiar sus destinos.

La adaptación de esta historia se presenta de manera por demás acartonada, además de que cabe mencionar que la historia en si es completamente una historia de amor forzada por los caprichos de un guion que toma prestada la premisa del clásico de Richard Linklater, ‘Antes del amanecer’, para terminar en una versión obvia y perezosa.

La historia es adaptada en una ciudad de New York de tarjeta postal, y presenta todos los lugares comunes posibles, además de incluir de manera grotesca todo lo necesario para mostrarse inclusiva y políticamente correcta.

Así, ‘El sol también es una estrella’ resulta una película intrascendente y superficial, un relato donde escasea la emoción genuina y que subestima a su público potencial.

https://tantocine.com/el-sol-tambien-es-una-estrella-de-ry-russo-young/
Quique Mex
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9 de agosto de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva York es el escenario de esta historia de amor entre un coreano y una joven jamaicana que esta a punto de ser deportada con su familia. El destino, la astrología y el espíritu poético que quiere darle a la película la directora Ry Russo-Young (Si no despierto) se pierden en una historia muy sensiblera con algo de critica social al problema de los emigrantes.

Natasha Kingsley (Yara Shahidi) se encuentra en  la estación Central y mira hacia el techo lleno de estrellas pintadas. Daniel (Charles Melton) se fija en ella. Cuando se gira lleva una chaqueta en la que se puede leer "Deus Ex Machina". El es un poeta romántico de veinte años que aspira a ser medico y eso lo ve como una señal de amor a primera vista. La persigue y le dice que en un solo día sera capaz de enamorarla... Ella pasa por una mala situación pero decide seguirle la corriente...

Podría decirse que parte del presupuesto lo ha pagado la ciudad de Nueva York, ya que nos hace un recorrido turístico de lo mas interesante. Los dos personajes poco carismáticos adaptan el libro del mismo de nombre escrito por Nicola Yoon sobre un guión de Tracy Oliver, con un resultado poco real y cautivador.

Como ayuda a resaltar los sentimientos tiene una buena banda sonora de canciones bastante reconocibles, pero su trama intrascendente no termina de conseguir una película emocionalmente interesante., sino un producto mediocre para adolescentes.
Destino Arrakis.com
videorecord
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