La cruz y el puñal

Película cristiana de los años setenta, donde se puede apreciar la fe y el caos de los barrios bajos de Estados Unidos en pleno años setenta. Una producción de bajo presupuesto pero que con actuaciones muy destacadas nos revela la vida de jóvenes en el mundo de las pandillas y la lucha de un predicador por llevar un mensaje de fe y de amor. Película norteamericana no muy conocida pero que al verla causa un espíritu de reflexión y de análisis sobre como la cruz puede vencer al puñal.

"- Bob, ¿crees en Dios?
- El no se preocupa por nosotros.
- Dios se preocupa por Uds. Están en su mente en estos momentos.
- Pues dígale que piense más, porque por aquí no ha pasado".

Película "cristiana" estadounidense de comienzos de los setenta del siglo pasado, que es positiva por cuanto fomenta el amor al prójimo, tal como dijo Jesucristo, el perdón y la redención.

Es biográfica, por cuanto es el comienzo de la historia de predicación y "pastoreo" de David Wilkerson, pastor de Pensilvania que hizo un viaje a Nueva York, descubriendo los barios bajos donde las cuadrillas eran las dueñas, con sus constante peleas, a veces con resultados de muertes.

De índole claramente religiosa, hoy en día podría considerarse de proselitista, amén de que, aunque se basa en hechos reales, la verdad es que, viéndola hoy en día, y tal y como nos muestran los acontecimientos, sobre todo su parte final, cuesta creérsela. Pero, en fin, sería verdad.

La cinta está convencionalmente realizada por el, sobre todo, actor Don Murray, que no tiene papel en la cinta, resultando interesante en su fondo pero no en su forma. Así, resulta un entretenimiento regular, con algunos momentos intensos de dramatismo, sobre todo a cargo del personaje de "Rosa", bien encarnada por la debutante Jacqueline Giroux. También fue su debut en el cine de Erik Estrada, coprotagonista, en un papel duro y violento, lleno de odio para con todo y todo/as.

El resultado final es de un film distraído, pero que, repito, vista hoy en día, 21 de agosto de 2022, resulta algo inverosímil, al menos en cuanto a aspectos del guión, basados en el libro del propio pastor Wilkerson y de Elizabeth y John Sherill.

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