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4444444444 (Ten Fours) (C)

Terror Un teléfono comienza a sonar en la calle. Un joven que pasa por allí lo coge, pese a no ser su teléfono... (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
30 de junio de 2011
35 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
De cuantas calificaciones he hecho a lo largo de mi vida, este 8 es el más subjetivo de todos ellos. Si ya de por sí una calificación es algo subjetivo, en mi caso para este cortometraje lo es hasta el infinito. Tanto es así que más que hacer una crítica sobre el corto, me dedicaré a describir el contexto en el que vi 4444444444.

Suelo tomar algo antes de acostarme, bebida o comida. Es ese momento el idóneo para ver algo mientras lo haces, y los cortometrajes son mis piezas favoritas. Una película dura demasiado para cubrir ese tiempo. El caso es que me hice un vaso de leche y me puse a buscar cortometrajes, y llegue a 4444444444. Le di, sin más, como tantas veces he hecho antes, atraído por el instinto, sin leer de que iba. Los cortometrajes suelen durar muy poco, así que muchas veces ni me preocupo de leer la sinópsis, ni siquiera el género, ni el director, ni el año. Le di y me puse a verlo.

Vi a japoneses y una producción bastante barata, lo suficiente como para que creyera que el cortometraje era de los años 70 u 80 todo lo más. Lo vi con interés, con intriga ante lo que sucedía "una historia de un rapto" pensé por primera vez, "una historia de un gato que consigue salvar a su dueña marcando el telefono", pensé la segunda.

Todos mis males se me vinieron encima antes de que me diera tiempo a llegar a una tercera conclusión. La criatura que había reinado mis pesadillas aparecía ahí sin más, acurrucada y azulada (aquí un poco más gris) y haciendo que se me helara todo, y que tuviera que dejar de beber para protegerme de alguna manera. Conforme permanecía en pantalla la sensación de incomodez no se veía disminuida.

No son pocas las noches que Toshio me ha quitado el sueño, luego comprobé el año, 1998, y el director, y todo cobró sentido. Probablemente si me hubiera parado a leer la sinópsis o me hubiera percatado del director y del año me hubiera preparado para lo peor, al menos con un par de mantas que me protegieran y no salir a ver a la tierna criatura nipona a puerta gayola como hice.

4444444444 no es un corto de 8, pero en mi contexto si lo fue. Uno de los peores tres minutos de mi experiencia con el cine de terror que me devolvió esa sensación de gozar con el miedo que hasta ahora solo La Maldición ha conseguido (y son muchos mis intentos por aterrarme). De algún modo, la recompensa por ponerme a ver cosas aleatoriamente.
NeoJ
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31 de enero de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suena insistentemente un móvil sin dueño en mitad del solitario patio de un edificio. Un joven se aproxima y, con toda la inocencia del mundo, contesta.
La sorprendente respuesta es ni más ni menos que el maullido de un gato, a lo cual el chico, lógicamente, reacciona primero confuso y luego asustado...

Pasan los segundos y todo sigue igual, pero la atmósfera, en la que parece que los elementos naturales ahí dispuestos van estrechando el cerco alrededor del protagonista, se va tornando cada vez más agobiante, más desasosegante, y abandonando su cariz realista para escorarse del lado del terror. "¿Es que me estás viendo ahora?", termina de preguntar el muchacho; "Sí, te estoy viendo", contesta desde su izquierda una voz infantil que aparece inesperadamente. Y los pelos de mi brazo como escarpias...
Estamos ante la carta de presentación, el primer ataque, podríamos decir, de ese niño de blanca piel y espeluznante presencia que a muchos les ha impedido conciliar el sueño (incluido un servidor...) imaginando que de repente pudiese aparecer acurrucado en alguna esquina de la habitación en mitad de la noche, ese niño que nos helaría los huesos en la posterior "Ju-on". Un joven de 26 años llamado Takashi Shimizu se dispone a presentarnos, de la manera más impactante posible, a Toshio, el hijo de Kayako Saeki.

A estas alturas prácticamente todo el mundo sabe de la existencia de "Ju-on", uno de los films clave del terror moderno japonés que junto a "The Ring" capitaneó la nueva oleada de "j-horror" que explotaría a finales de los '90 y principios del nuevo siglo. Pero cuatro años antes de que Shimizu se hiciera un hueco en la industria del cine, convirtiéndose así en referente obligatorio para muchos otros gracias a la terrorífica historia sobre esa familia asesinada en la famosa casa de Nerima que dio pie a una longeva saga, éste ya daba sus primeros pasos construyendo el boceto de lo que sería "Ju-on".
Y lo haría con dos cortometrajes de poco más de tres minutos, "4444444444" y "Katasumi"; en el primero, que es el que nos ocupa, cuyo título procede de la superstición alrededor del número 4 en Japón (el kanji se pronuncia igual que el de la palabra "muerte"), se introducen los personajes de Tsuyoshi y Toshio, aquí muy bien interpretado por Daiki Sawada (reemplazado más tarde por Ryota Koyama y Yuya Ozeki). Muchos pensarán que una historia de miedo desarrollada al aire libre y de día pudiera ser un hándicap, cuando en mitad de la oscuridad y en un sitio cerrado el horror se percibe de mejor manera...

Esto no es problema para el director, quien aprovecha el espacio con gran habilidad y precisamente sacando el mejor partido de ello: todo esta en silencio, los árboles se mecen con el viento, las hojas son arrastradas, de vez en cuando brotan gotas de los viejos grifos del edificio...este escenario tan cotidiano y apacible contribuye a tensar la atmósfera cuando los maullidos que vienen desde el otro lado del teléfono se hacen más fuertes y amenazadores, concluyendo con un final sorprendente donde el sobresalto está garantizado.
Asistente de dirección en aquel entonces, Shimizu aprendió de las enseñanzas de Kiyoshi Kurosawa, que ejercía de profesor en la Facultad de Cine de Tokyo, y tuvo la suerte de contar con su ayuda cuando le mostró algunos trabajos de su cosecha. El director de "Cure" le recomendaría para colaborar (con "4444444444" y "Katasumi") en una antología de historias cortas de terror que iba a ser emitida por televisión, y de la que también formaban parte Tetsu Maeda y el propio Kurosawa, titulada "Gakko no Kaidan "G" ".

A partir de aquí, el sr. Shimizu iba a dedicarse en cuerpo y alma a introducir personajes, subtramas y otros detalles a su corta presentación de Kayako y Toshio (la mejor de las dos) con "Ju-on", proyecto destinado al mercado del vídeo donde aparecería por primera vez la historia como tal, así como la casa que todos nos sabemos.
Chris Jiménez
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12 de noviembre de 2014
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy en absoluto admirador del terror japonés... más allá, siempre me ha costado bastante entender las motivaciones de sus autores o, sencillamente, disfrutar sus obras; y en ese sentido he agradecido mucho al Señor Shimizu la realización de este cortometraje, porque creo que es una buena síntesis de lo más elemental del género, sobre todo en su personal manera de trabajarlo.

Técnica y artísticamente, no te esperes más del trabajo llano bastante pobre... pero es que la cinta no precisa otra cosa.
Ahora bien, como elemento de terror, espératelo todo, porque ni con esas... el corto es ABSOLUTAMENTE EFICAZ, acojona... y mucho.

Lo que yo, personalmente, he sacado en claro de "Ten fours", y que uso como referida síntesis para entender un poco mejor el género, es lo siguiente:

El golpe empieza siendo un juego psicológico con los límites de la imaginación del espectador... una puesta a prueba de su potencial imaginativo sobre su propio temor, a través de elementos tan simples como el sonido o el plano sugerente, que no dejan ver nunca lo que pretenden expresar del todo; para, como conclusión, caer en un colofón final que se revela como lo más primitivo de nuestros miedos, a un extremo tan simple que se torna terroríficamente tontorrón. Finalmente, el Señor Shimizu me llama <estúpido>, <infantil> y <vulnerable>, abiertamente y a gritos, enseñándome esos miedos que me niego a reconocer... esos miedos que no dependen de ningún ritual que pueda afectarnos más o menos dependiendo de lo creativo de su desarrollo... esos miedos primarios que perduran escondidos en nuestro subconsciente... esos miedos que nos aterrorizan a todos por igual.

Échale un ojo... de día. ;)
El Destro
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25 de noviembre de 2023
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Al igual que el cortometraje anterior, este es otro adelanto que a la vez se siente como otra escena eliminada de la primera película. La razón es porque el joven muchacho que aparece en este cortometraje es Tatsuya Suzuki, quien luego aparecería en la primera película, pero luego dejaría de ser visto sin ninguna explicación. Este cortometraje solo sirve para aclarar esa incógnita que la película dejaría. Además, se puede acreditar que mientras en Katasumi se puede ver a Kayako haciendo su primera aparición, aquí se conoce por primera vez al pequeño Toshio. En ese momento, su relación con Kayako iba a ser después explicada en la primera película. Así que se puede concluir que 4444444444 es solo otro adelanto más y que debería haber sido incluido también en la primera entrega de Ju-On. Mi calificación final para este cortometraje es un 4/10.
Elvis Del Valle
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