No puedo parar la música

¿Qué problemas tiene está película?

1) Hay muchos temas conocidísimos de "Village People" que no aparecen; ¿dónde están "Macho man", "Go west" e "In the navy"?

2) La película tiene un aspecto cutrecillo y rancio en el que la única pretensión de los creadores era aprovechar el tirón que daban los Village en aquella época.

3) Los números musicales, sin querer ser grosero me parecen aburridos y no son nada pegadizas la mayoría de las canciones, excepto "Y.M.C.A." y "Can't stop the music".

4) No es ninguna excusa decir "Es una peli para lucir a V.P.", porque existe una maravilla llamada "A hard days night" con la que disfruté mucho.

Admitámoslo; las películas hechas para sacar a relucir el éxito de determinados grupos musicales o cantantes solitarios, generalmente tienen poco valor, tanto cinematográfico como histórico... en mi opinión.

Con una larga experiencia en la Televisión más que en el Cine, la directora Nancy Walker emprendió la aventura de rodar un musical “disco” a mayor gloria para la entonces popular banda neoyorkina The Village People, formada por cinco integrantes, la mar de representativos y pintorescos que a lo largo de los años venideros han recibido el merecimiento de ser una icono gay insustituible en las mentes de la mayoría de los que rememoran sus actuaciones acentuadas por su característico vestuario: desde el policía, el militar, el motero, el obrero de la vía pública o el indio navajo… Aquí protagonistas del celuloide, a modo del nacimiento autobiográfico de una banda apoyada por unos personajes de ficción que van desde un joven y ambicioso compositor (interpretado por Steve Guttenberg, antes de enrolarse en “Loca Academia de Policía”), una modelo a punto de entrar en la madurez (Valerie Perrine, sublime protagonista de films como “Matadero 5” (Slaughterhouse-Five, 1972) de George Roy Hill o “Lenny” (1974) de Bob Fosse).

El film sigue la corriente de otros claros ejemplos en que el bailoteo no estaba enfurruñado con el cine. Desde la más madura y pionera “Fiebre del Sábado Noche” (Saturday Night Fever, 1977) de John Badham a la más soez “¡Por Fin Ya es Viernes!” (Thank God, It´s Friday, 1978), sin embargo retrataban el fenómeno de las discotecas y sus consecuencias, ya fueran cómicas o dramáticas… Sin embargo éste “Can´t Stop Music” pretende dar un giro, un nuevo cambio, el renacer de una nueva ola con la llegada de los ochenta, aunque no por ello, los Village People acabaron representando, ni mucho menos.

Con ese título se la conoció en Uruguay. Película que quiere contar de forma chapucera e incoherente los comienzos de Village People. Canciones aburridas excepto YMCA y Can't Stop The Music, y una formación que no era la original ya que Victor Willis había abandonado el grupo privando a la cinta de sus canciones más conocidas. Un guión guarango y lavativo para un film que pasó sin pena ni gloria, un fiasco total que para colmo fue estrenado cuando la música disco había saturado a todo el mundo y estaba en sus últimos estertores. No en vano se llevó los primeros Razzies nada menos.

Estamos ante una película despreciada pero que no merece tanto desprecio: es mejor, por ejemplo, que "Por fin ya es viernes" (Thank God It´s Friday, 1978), de Robert Klane, otro documento de la música disco y sus ambientes. La película de Walker tiene un aire muy clásico en su argumento, que recuerda a los argumentos de otras muchas películas musicales: un joven compositor y pinchadiscos (Steve Guttenberg) quiere triunfar en el mundo de la música, y para ello se aliará con seis cantantes que formarán el grupo "The Village People", en Nueva York. La directora crea algo así como un musical gay muy curioso, en el que las mujeres cumplen sobre todo roles maternales (incluyendo al personaje de Valerie Perrine en relación con el de Guttenberg), moviendo hilos, tomando el control, ejerciendo el poder. En este sentido, es una película socialmente moderna, liberada, reivindicativa, "gay" en todos los sentidos de esta palabra inglesa, y es una cinta más de los años 70 que de los 80. Es también, por supuesto, una obra llena de alegría y vitalidad, como mandan los cánones del género musical.

Ray Simpson, el oficial de policía, y la voz solista del grupo, canta muy bien; Valerie Perrine aporta toda su belleza, y Steve Guttenberg, muy joven aquí, se revela como un gran actor. La secuencia de los títulos de crédito me gusta mucho en todos sus aspectos, y la apoteosis final -una actuación que se da, significativamente, en San Francisco, una ciudad tan importante para la comunidad gay estadounidense- es el triunfo del talento y de la alegría, como debe ser. Por cierto, la copia que se estrenó en cines en la España del momento difiere mucho de la copia que he visto, no conozco las razones.

Para mí es un film divertido, dinámico, con muy buena música, que vale la pena redescubrir.

Un musical alegre, con una impresionante banda sonora. No entiendo la baja puntuación (4,2) ni que recibiera el Razzie a la peor película. Es una comedia colorida con una gran Valerie Perrine y unos Village People en plena forma que bordan sus papeles. Los momentos musicales son grandiosos, las canciones son preciosas y el grupo reúne todos sus éxitos para ofrecernos una película estupenda. Lo dicho: no entiendo como la crítica y el público despellejó este film en su día, ni como ahora se le sigue considerando una mala película. A mí me ha encantado.