Oro para el César

Penúltima película realizada por André de Toth, un realizador estadounidense que tiene en su haber un ramillete de excelentes films.

En esta ocasión se une al gran pero irregular Riccardo Freda y el para mí desconocido Sabatino Ciuffini, para ofrecernos un péplum algo más sofisticado, con diálogos más elaborados y un argumento donde no priman las luchas a espadas, aunque estas también hay, sobre todo en su último tercio.

Pero hay un gusto estético indudable y unos intérpretes (que hablan en inglés en la cinta) principales con profesionalidad, como Jeffrey Hunter, ya comenzando su declive, la preciosa Mylène Demongeot y Massimo Girotti, tío en la vida real de Terence Hill, amén de un habitual de las películas de romanos, Ettore Manni, aquí haciendo de guerrero celta.

Irregular en su desarrollo y ritmo, no obstante hace pasar un rato distraído, nunca aburrido y con buenos momentos donde la mano de sus directores se nota para bien en la puesta en escena, como el comienzo y la construcción de la presa.

Se puede ver perfectamente.

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