Mogul Mowgli

Me resulta muy cargante tanta imagen onírica, creo que el director no sabe manejar adecuadamente este lenguaje de la imaginación del protagonista, cuando haces tu primera ópera prima has de ser quizás más modesto en tus pretensiones pues puedes derrapar como es este caso.
Por otra parte como espectador occidental no descifro muchas de las claves y guiños a la comunidad paquistaní. Tampoco conozco el estado del arte del rap en Reino Unido para poder decodificar por donde avanza la película.
Me pregunto si la degeneración física es la metáfora del choque vital entre crueles costumbres familiares y vivencias. Concluyendo a la película le falta un guion más estructurado y que informe de las claves ocultas de rap y tradiciones paquistanís.

*Vuelta a los orígenes

Mogul Mowgli refleja la historia de Zed, un rapero británico-paquistaní que está a punto de iniciar su primera gira internacional. Antes de comenzar decide visitar a su familia en Reino Unido, donde busca reconectar con su pasado y donde le detectan una enfermedad autoinmune. Una cinta que juega con los límites de la locura a través de imágenes que fragmentan la confusa realidad en la que está sumido el protagonista.

La obra de Bassam Tariq trata temas como la vuelta a los orígenes y la despersonalización. El relato está estructurado en base un tema central, la revisión de los relatos culturales. Zed vuelve a su lugar de origen y se encuentra con un abismal choque cultural tras dos años en Estados Unidos. Además, deberá enfrentarse a las nuevas corrientes de rap, que están desplazando el relato de lucha social con un discurso banal sobre la vida. Deberá hacer frente a ambos cambios sistémicos en un momento de gran debilidad personal.

Mogul Mowgli parte de la historia ‘Toba Tek Singh’ (palabra que se repite en forma de mantra a lo largo de la película) escrita por el legendario escritor Saadat Hassan Manto, que reflexiona sobre la partición de Pakistán y la India, cuyo origen reside en la independencia de estos países en 1947 del Raj Británico. Podemos ver rastros de esta historia en las imágenes del tren y en la figura de ‘’Tek Singh’’, una persona que ayudaba a los viajeros a pasar de un país a otro dándoles agua. Bassam Tariq revisa su pasado a través de esta historia al igual que hace el protagonista y lo muestra a través de las imágenes de los ‘’delirios’’ del joven Zed.

*Realidad difusa

Mogul Mowgli presenta una estructura desigual, con un primer acto algo extraño, en el que no acabamos de ver muy bien al personaje en su entorno y pasamos directamente a Reino Unido, donde comienzan los delirios y la confusión entre realidad y ficción. En muy poco tiempo Zed sufre demasiadas calamidades para acabar centrándonos en la locura generada por su sufrimiento.

La película está sustentada por la actuación de Riz Ahmed, que confirma su buen estado de forma y su destreza para ser capaz de llevar sobre los hombros el peso del papel protagonista, como ya hizo en la película ‘Sound of Metal’ (Darius Marder, 2019), en la que también interpretaba a un músico al que le suceden desgracias. A pesar de su anterior actuación, vemos a un Riz Ahmed que varía como el estilo de música que interpreta, aportando madurez a un personaje perdido en el entorno.

Uno de los aspectos que más destacan de Mogul Mowgli es la planificación y la dirección de fotografía, que se acerca en determinados momentos a ‘Réquiem por un sueño’ (Darren Aronofsky, 2000). Cuenta con imágenes de estilo analógico, en formato 1:33 y con algunos videos en VHS que nos muestran el pasado de Zed. Con una iluminación a la que no le importa perder información en los blancos y un etalonaje centrado fundamentalmente en los verdes.

*Conclusión

Mogul Mowgli es el primer largometraje de ficción del director pakistaní Bassam Tariq. A pesar de sus fallos estructurales cuenta con una interesante revisión de los relatos culturales, además de reflexionar sobre el conflicto entre Pakistán y la India a través de la locura de su protagonista. Una historia simple en su forma, pero compleja y profunda en su concepción interna.

Mogul Mowgli es una de las grandes películas del cine independiente de 2020 con una actuación estelar de Riz Ahmed. Interesa por su actualización de los relatos culturales de la religión y el rap, dos temáticas que a priori parecerían contradictorias, pero que encajan muy bien en esta obra.

Escrito por Santiago Varela Antúnez

Guarda demasiadas similitudes con la anterior película de Riz Ahmed «Sound of metal», aquí no queda sordo, pero una enfermedad degenerativa le deja prácticamente sin movilidad.

Ahmed que produjo y coescribió con el director Bassam Tariq, interpreta a Zed, un rapero que está cogiendo fama y va a dar una gira que lo catapultara al estrellato. Después de una discusión con su novia, acaban dejándolo y decide ir a ver a sus padres a Londres hasta que comience los conciertos, un pequeño altercado con un fan lo llevara al hospital donde le diagnostican una enfermedad autoinmune, que poco a poco le va a ir dejando paralizado. Durante la convalecencia y ante la imposibilidad de hacer la gira otro rapero ocupará su lugar, esta rabia hará que valore la vida de otra manera.

La cultura británica-pakistaní con la religión y sus costumbres importantes para conservar esa identidad la utiliza en sus canciones. Pero también soporta críticas ante algunas formas de expresión, que los musulmanes ven como una gran falta de respeto.

Riz Ahmed destaca en su interpretación y creo que se está ganando poco a poco ser uno de los actores mejores británicos que existen en la actualidad.

En su contra dire que hay bastantes escenas muy repetitivas y surrealistas que nos intentan hacer ver la frustración por la que pasa el protagonista, algo que distrae bastante y no creo que ese recurso esté bien utilizado. En resumidas cuentas un film que se deja ver, resulta interesante, pero no llega a la altura de «Sound of Metal»
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