La momia

Al igual que en su versión de Drácula y Frankenstein, sería el trío Fisher-Cushing-Lee quienes darían vida otra vez a este clásico de la Universal, con su inquebrantable e inconfundible look, la Hammer continuaba la exitosa trayectoria de los monstruos creados por Hollywood aportando el colorido de la productora británica. A partir de aquí serían todo continuaciones, aunque seria “La Momia” la que menos se perpetuaría de las tres citadas junto a la versión del hombre lobo que aún siendo dirigida por Fisher no contaría con la presencia de Cushing ni de Lee, siendo la menos exitosa, ¿sería casualidad? En esta versión es nuevamente el descubrimiento de una tumba la que desata una maldición contra los que perturban el descanso de los muertos, la momia (interpretada por Lee) será controlada por un sacerdote protector egipcio que la utilizará para culminar la venganza contra los profanadores de la tumba. Siguiendo el esquema habitual Fisher nos retrata la época en la que los descubrimientos de reliquias egipcias se pusieron de moda, así como las supuestas maldiciones que se escondían de las mismas, teniendo por tanto bastantes paralelismos con la propuesta de Universal en las que la chica de la películas guardaba un parecido evidente con la princesa descubierta, aunque deshumanizando a la Momia a la que trata como monstruo guardian en lugar de ser revivido para compartir una nueva vida mortal. Esta nueva representación guarda un el aura clásico y nostálgico de los films Hammer quedando como otro de los iconos imperecederos y representativos de su extenso catálogo.

El cine nos ha mostrado, en numerosas ocasiones, los ingeniosos artilugios que desarrollaron los egipcios para proteger sus tesoros y las tumbas de sus faraones, reinas y demás divinidades. En esta peli, no obstante, el sellado de las tumbas sagradas consiste en un cordel atado al picaporte de la puerta, que con tener un abrecartas, te cuelas. Sí, es una peli de la Hammer.

Como todo el mundo sabe, creo, los británicos, junto con los alemanes, son famosos en Egipto por haber arramplado con todo aquello que encontraron por allí. Si brillaba, para ellos, como las urracas. Así pues, no deja de ser normal el hecho de que un egipcio resentido viaje a Inglaterra, con el único propósito de vengar a sus expropiados antepasados.
Para ejecutar su maligno plan, cuenta con la ayuda de… ¿lo adivinan?.. pues sí, ¡una momia! (que, por cierto, se llama Kharis, y el nombre confunde: "Anda cari, mata a aquel señor” “Venga, cari, no te hagas el remolón”)

Terence Fisher dirige a Peter Cushing y Christopher Lee, para deleite de los incondicionales, entre los que, admito, me hallo. ¿Que Egipto es clavao a los decorados de las ferias ambulantes? Pues sí, y qué más da. Si Cushing anda por ahí, aunque sea cojo, yo feliz.

El problema de esta peli no es ni su demencial trama ni sus decorados espartanos, marca de la casa, sino su bucle argumental. No sólo porque la historia se parezca a sí misma constantemente, es que, además, se permiten algún que otro flashback, y eso ya resulta molesto. En escasos 90 minutos de metraje no te pueden poner la misma secuencia 2 veces, porque te cabreas.

Salada, pero un poquito acartonada, como la mojama.

He tenido la oportunidad de revisar varias veces este filme, y encuentro que a veces es tratado injústamente. Si la analizamos y comparamos con la versión de Brendan Fraser, obviamente en los aspectos técnicos, efectos especiales, etc. esa es superior a la de Hammer. Pero, en cuanto a la pelicula en si, me parece interesante la propuesta de Fisher. La parte donde John Banning le cuenta a su tío la historia de la Princesa Ananka, donde se rememora su muerte, funeral y el sacrilegio cometido por el Sumo Sacerdote, lo encuentro notable. La irrupción de la Momia en el Sanatorio, para dar muerte al Padre de John, también está realizada con corrección. Y el aspecto siniestro del pantano, igual cosa. Yvonne Furneaux como la Sra. Banning está muy correcta ya que ella es muy hermosa. Peter Cushing con su solvencia acostumbrada y Christopher Lee como la Momia lo hace muy bien, dada su aventajada estatura y atlético físico. Muy Buena.

Básicamente, tres saqueadores británicos con ínfulas de arqueólogos recibirán su merecido castigo de mano de una de las piezas que saquean. De eso va este filme. Toman la consabida maldición de Tutankhamon y le dan literalmente cuerpo, en forma de momia impresionante. Menudos saqueadores, que tras vaciar la tumba, van y la vuelan con explosivos, destruyendo una edificación única ...¿Y estos son los buenos? Así nutrieron el British Museum, y si no, que le pregunten a los griegos ...

La película es una revisión del clásico de la Universal y de sus secuelas inferiores. Tendremos a la momia, al egipcio que sigue el culto a sus dioses, a la chica reencarnada y a los advenedizos ingleses, que camuflan su afán de coleccionistas chapuceros con veleidades de investigador de pacotilla. Se traslada la acción del desierto egipcio de cartón-piedra a la húmeda Inglaterra de autoridades y borrachines. Destaca sobre las secuelas, ya que esta momia impone, no como en las antiguas secuelas, en las que Lon Chaney iba cojeando arriba y abajo por los caminos de tierra y llegaba agotado a matar a alguna de sus víctimas. Aquí, Lee es una momia brutal e implacable, que avanza como una locomotora.

Dirige de manera notable Terence Fisher, con elegante movimientos de cámara y planos originales, como la toma subjetiva desde el sarcófago durante el entierro o el avance de la momia hacia la cámara surgiendo del lugar en la que está prisionera.

Una buena contribución de Hammer. Alejándose de los clásicos de la Universal para buscar su propio horizonte, creando su propia iconografía. Y es muy válida.

Un muy digno trabajo de la genial productora Hammer, que se encargó de revivir a los monstruos clásicos a finales de los años 50, para volver a aterrorizar a una nueva generación de espectadores.

En mi opinión esta producción supera a la de la Universal de 1932, ligeramente sosa e incapaz de llegar a un clímax total, y también a la más que aceptable versión de 1999, con Brendan Fraser, la cual pierde la esencia clásica de la momia. La versión que nos atañe, la del 58, a pesar de desarrollarse de forma muy rápida, con saltos demasiado notorios entre escena y escena, está cargada de un fuerte suspense realmente agobiante. Las apariciones y ataques de la momia son tan contundentes y salvajes, que es imposible no sentirse atemorizado, amenazado o incluso tener la sensación de estar siendo observado por la propia momia, que espera a entrar por tu puerta o por tu ventana para atacar. Realmente hay pocos actores que capaces de dar vida a un monstruo de una forma tan pura, real e instintiva como consigue hacerlo el gran Christopher Lee. ¡Insuperable! Peter Cushing en su línea; gran presencia pero impasible y algo impersonal. Llama la atención la gran belleza de la actriz protagonista.

Un gran fallo del film, es su banda sonora, la cual es la misma que la de la versión de 1932. Este hecho, aparte de ser decepcionante, resulta bastante extraño, ya que las producciones de Hammer destacaban siempre por tener bandas sonoras muy contundentes que, aunque no de una calidad suprema, sí eran muy atemorizantes y resultonas.

En definitiva, una sobresaliente película de las decenas que se han hecho sobre el clásico personaje de la momia, que encantará a los amantes del terror clásico. Una película que, sin grandes pretensiones, consigue su objetivo: dar miedo.


LO MEJOR:
- Tal vez la mejor película sobre La Momia.
- Christopher Lee y su insuperable interpretación del monstruo.
- Realmente da miedo.

LO PEOR:
- Banda sonora acaparada de la versión de La Momia de 1932.
- Acción muy rápida. Saltos demasiado grandes entre escena y escena.