Me encanta el cine de acción, por una sencilla razón: no puede ser maquillado con ideología ni mentira izquierdosa.

Ver a un prodigioso Van Damme repartiendo puñetazos y patadas fulgurantes es algo que ninguna mentira izquierdosa podrá tumbar ni falsear.

El dominio de las artes marciales es algo objetivamente bello, y difícil de realizar o emular, y es que ahí estriba el talento. El arte implica talento, y dicho talento lo ostentan unos pocos privilegiados en el planeta ( ley natural ) .

El film podría catalogarse como drama carcelario, pero la alta dosis de acción repartida por todo el film me obliga a ubicarlo en acción ( mejor todavía! ) .

Ringo Lam, maestro en estos menesteres, sentó un precedente que sirvió de inspiración para muchas producciones posteriores como la célebre saga invicto, concretamente las tres primeras partes.

El film tiene su lado filosófico incluso, Ringo arriesgó a sabiendas de que la inculcación de valores no eran propios de una producción de esta naturaleza, a pesar de esto le sale bien la jugada y consigue darle cierto encanto, rubricando así su trabajo.

Los músculos de Bruselas ganándose una vez mas la buena voluntad de sus fans y generando sarpullidos en sus detractores.

Me ha sorprendido gratamente esta producción que, sin ser acción pura, consigue convencer al público mezclando aventura y cine bélico.

El film refleja valores como la amistad, la defensa de la patria, el racismo (aunque leve), el amor …

No es la panacea, eso lo ve un tuerto, y Van Damme no encaja bien en este tipo de proyecto, no puede dar el máximo de si mismo, se ve abocado a la interpretación pura, y no es su fuerte ( lo cual no quiere decir que sea un desastre).

Los momentos de acción no compensan los defectos que presenta la cinta, aunque tiene mi aprobado con un 7. Pero para compensar la mano negra y sectaria que se cebó con el belga le incrustaré un 10. Es un refuerzo positivo, como dicen los progresistas.

Una película bárbara, con un Van Damme en la flor de la vida repartiendo con la elegancia y contundencia acostumbrada, un Harrison Page persistente, chistoso y brillante, y una Deborah Rennard impecable en su papel de diva caprichosa, egocéntrica y avariciosa. Juntos hacen que este film sea una delicia para todos los públicos (como casi todas sus películas).

El final muy bueno, logra conmoverte y sacarte la lágrima.

Yo recuerdo la etapa del belga en los 90,a todo el mundo gustaba, solo cuatro frikis se atrevían a decir algo. Fue la prensa comprada con intereses globalistas la que se encargó de lapidar a este portentoso actor único e irrepetible en el cine, fue el Maradona de las artes marciales.

Este film es de culto por lo siguiente:

1. La banda sonora ( muchos films de presupuesto millonario ya la quisieran ) .
2. La ambientación a la altura de una producción de primer nivel, e incluso mejor.
3. La sensación de angustia y desesperación que transmite.
4. La crueldad de un villano que podría ser el mismísimo Luzbel.
5. La violencia desmedida que sucede en un mundo apocalíptico.
6 .Un final que da un soplo de esperanza entre tanto caos

Van damme es mi actor favorito, y Cannon la productora de mis amores, fueron víctimas de la difamación y la injusticia, siempre seréis leyendas inmortales.

Yo no creo en las casualidades, que mi productora favorita (Cannon) descubriera a mi actor favorito (Van Damme) hace que refuerce mi postura.

Si con todo lo anterior, además añades a mi actor de comedia favorito Rob Schneider, entonces no hay lugar a dudas, las casualidades solo existen para definir hechos triviales, detalles sin importancia. ! Qué casualidad que vayamos vestidos del mismo color ! , podría ser un ejemplo de ello.

La película solo tiene un fallo, muy claro y bastante grave, los dobles se notan que son dobles. Tsui Hark nos saca constantemente de la película con este fallo garrafal, y es que uno no se explica cómo no logró subsanar este clamoroso error.

Van Damme se ve en forma y dejando el pabellón masculino bien alto, y Rob Schneider eléctrico, desternillante, impresionante, muy a su estilo. Los diálogos estarían censurados hoy día, por racismo etc... pero estábamos en los 90! La cultura de la cancelación y difamación no era tan asfixiante como ahora.

Meten un poco de ideología de género y empoderamiento femenino, y eso se puede ver en la actriz afroamericana Lela Rochon, aunque no llega a desbaratar el film, es algo completamente antinatural y fuera de lugar. No olvidemos que la agenda global es experta en crear falsas verdades.

Aun con todo, deja un buen sabor de boca y derrocha adrenalina, muy recomendable verla, que no visionarla. (No utilizo la palabra "visionado", es una moda estúpida y pedante) .