En la primera parte de la película el espectador queda maravillado con el ascenso al lujo del protagonista contado con todo lujo de detalles en lo que el director se esfuerza de proponer como una drama romántico sin mas, con el simple objetivo de aumentar el efecto sorpresivo. No hay que esperar mucho para darse cuenta que la dualidad moral de la situación así como su resolución no sera una partida fácil. De hecho no tarda en llegar al espectador el primer y no ultimo golpe de efecto con la desaparición repentina de Scarlett Johansson; en la que muchos perderán la vista al juego que propone Allen. La exquisitez de los golpes del director dejan al espectador sin recursos dejandole libre el camino para finalizar con una espectacular traca final completamente inesperada. Podría haber tranquilamente de cuatro a seis finales diferentes cambiado minutos de película. Una experiencia recomendable.