Me parece altamente destacable como se puede conseguir crear una película como esta basándose en un argumento como es el de un hombre introvertido que compra una muñeca japonesa hecha a medida y que la toma como novia respecto a sí y respecto al resto del pueblo. Y he aquí lo grande de esta película, que a simple vista echa para atrás, y es lo que la engrandece.
Conseguir sumergirte en esa vida que a los 30 minutos deja de ser una situación estúpida para convertirse en algo duro algo que conmueve.
No se que más decir, sólo eso, que me ha maravillado el tratamiento del director en torno a un tema tan banal para llegar tan adentro de la relaciones entre familiares y vecinos, como una hermandad basada en el amor y la confianza.