Supuesta película de aventuras que ha envejecido de pena. Americanada 100% años 80s con diálogos absurdos, ridículos montajes y un guión parece haber sido escrito por algún alto mando militar jubilado. Solo así se podría entender el tono "humorístico" y el despliegue de medios técnicos para semejante patochada infernal. Automóviles de fantasía, idas de pinza psicotrónicas y Edward Mulhare dando tumbos entre montículos de cartón y serpientes de cascabel. Macarra, ignorante y espectacular.

Pongo Prime, ese sucio canal de tele en streaming que Jeff Bezos te empuja por el gaznate en cuanto tiene la menor ocasión, ese cajón de sastre donde cabe desde una ridícula interpretación de tu "true crimen" favorito, realities infumables y biopics de celebridades que nadie pidió.

Tropiezo con una propuesta de ciencia-ficción que apesta a fiasco, pero veo que sale Aaron Paul, bueno, démosle una oportunidad. Craso error.

Una cinta desconcertante, confusa, con demasiados supuestos homenajes que no son más que copias de otras pelis. La señora González, en el mejor momento parece saberse el guión. Aaron Paul, pobrecico mío, solo ha quedado para poner caras que ya ponía en Breaking Bad y repetir su frase fetiche, "bitch".

Flying Lotus, el señor músico/director de cine del cual ya vimos una cosa infame y grotesca que no repetiré aquí (Kuso). Un señor al que deberían atarle las manos, comprarle unos zapatos de cemento y llevarle a ver el lago Michigan. Un señor que debe de ser un músico excelente, pero como cineasta es un aburridor crónico y un plagiador sin escrúpulos, que camufla su falta absoluta de talento con lucecitas RGB de contraste.

Una mala película, confusa, aburrida, llena de lucecitas absurdas y previsible, muy previsible. Le he puesto un tres y creo que me he pasado de bueno. No la vean.

La película promete un entretenimiento en base a la invasión de un pueblo en mitad de un desierto estadounidense por parte de un enjambre de mosquitos asesinos. Lo que comienza como un mal chiste, pronto se revela como un verdadero infierno mal realizado, con enormes fallos de guión y malas actuaciones de un puñado de rostros conocidos del bajo standing de Hollywood.

Narración vaga y subtramas estúpidas que pondrán a prueba las tragaderas del espectador, que solo encontrará cobijo en algunos momentos de comedia involuntaria: hay diálogos tan manidos y situaciones tan esperpénticas que carcajadas son lo único que se merecen.

Finalmente, la cinta ofrece un espectáculo bochornoso, digno de ser esquivado por personas con un mínimo de sentido común. Únicamente recomendable para algún oscuro amante de la psicotronía más dolorosa, infame y diabólica.

Es dia 8 de enero de 2023 y creo que ya he podido ver la peor película del año. O de mi vuda. O de la historia del cine. O de la historia de la humanidad. Porque “Alien Private Eye” , “Detective Alienígena” o “Espía Extraterrestre” puede situarse en cualquiera de esos tops brutales. La película comienza con la presentación del personaje principal. “Es duro, es guay!” Reza la punchline de la contraportada del dvd. Lo cierto es que Nicholas Hill aka Nikki Fascinetti, profesional del kickboxing reconvertido en pésimo actor, clava el papel de excéntrico detective de un planeta lejano. La película aumenta la psicotronía minuto a minuto, pulverizando records antes alcanzados por bazofias de primer nivel, como Mi Amigo Mac o Topline, pero sin la gracia que puede hallarse en estos títulos. Aún así, la cinta es infaltable por su rareza, que aborda la ciencia ficción como recurso inexistente, pues es más una historia de cine negro mal llevado. Personajes desbarrando, sobreactuaciones histriónicas e incoherencias que pondrán a prueba tus circuitos neuronales, pudiendo provocar ataques epilépticos en más de una persona. Mala de la hostia. Sublime. Imposible seguir describiendo la avalancha de detalles mierderos. He visto cosas que vosotros no creeríais…

Película de finales de los ochenta, con un Pryor absolutamente desatado y un guion no demasiado brillante. En la misma línea de películas familiares de la época, se presenta un conflicto sencillo y un desarrollo delirante de la acción, con un resultado que puede hacerse ameno.

Si bien no es la mejor película de Pryor, después de haber visto "Experiencia Alucinante" esta peli podría considerarse para Oscar.

Divertida en algunos momentos y perezosa en otros, Pryor no consigue cargarse todo el peso a la espalda,

Comedia para completistas.