Hace un tiempo, tuve mi trigésimo desengaño amoroso de mi vida, y una amiga me recomendó esta película. Tras verla, y darme cuenta que era la pelicula mas cercana a la realidad que había visto nunca, lo vi claro, yo tambien había tenido Summers en mi vida, y no una, ni dos, sino varias.
Somos a veces tan ilusos, tan pánfilos, tan inocentes, que no vemos mas allá, que pensamos que el mundo gira alrededor nuestra, no nos damos cuenta que las canciones y baladas que hemos escuchado y las miles de películas con final feliz que hemos visto, no son mas que mentiras. No hay nada predestinado, ni el universo conjura en su totalidad para que tú y tu amada esteis juntos. Todo es azar, casualidad. La escena de la película de expectación y realidad es acojonante. Me sentí tan indentificado. Siempre nos hacemos unas expectativas que nunca o casi nunca tienen su fiel reflejo en la realidad, y así luego vienen los desengaños, las ostias, las lamentaciones, la impotencia. Aun así, soy un romántico empedernido, un soñador, y si, tambien un iluso. Y en este camino que se llama vida, hay tantas piedras y tan diferentes que se que voy a seguir tropenzando en cada una de ellas. Lo importante, es saber levantarse siempre. Entender, que como dijo Paulo Coelho,nada ni nadie es indispensable. Ni una persona,
ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir salvo nosotros mismos.

Posiblemente es la pelicula que junto a los Goonies, guardo mejor recuerdo de mi infancia. Una de las primeras que vi en el cine, y de la que salí fascinado. Es todo memorable, el guión, los efectos, el humor que destila, entretenida hasta la extenuación.... Marty, Doc, Lorraine, Grif..
No hay año que no le hago otro visonado, y entonces al igual que Marty hago un viaje al pasado, a los recuerdos de aquellos inolvidables años 80