La película que presenta Alex De la Iglesia es una de las más flojas de su desigual filmografía. Además de una historia muy insulsa y llena de clichés, los actores están espantosos.
Diálogos sonrojantes, actitudes incomprensibles, decisiones estúpidas, escenas surrealistas y un larguísimo etc. hacen de esta película un despropósito mayúsculo.
No es una película recomendable en absoluto y muy lejos de otras películas como La Comunidad o el día de la bestia.

Un grupo de supuestos actores deciden hacer algo parecido a una película de falso documental sobre Drácula y además ser originales y provocativos. El horror es mayúsculo y la falta de talento también.
Los dos actores están fatal y nada creíbles y la tal Denise...mejor ni comento.
Un mamarracho considerable.

Hacer esta crítica tantos años después resulta cuanto menos divertido y casi nostálgico.
Julia Roberts en sus años mozos interpretaba a una prostituta pija que por casualidad conocía a un repelente millonario interpretado por Richard Gere. Entre ambos surgía la chispa y el amor a lo largo de una semana que él le paga.
Algunas escenas de humor, otras de amor y buena música que marcaban los 90 completaban la película romántica por excelencia.
Ahora bien, hay algunos "peros" importantes...

La serie de Willow es el mayor despropósito de la historia de la humanidad. No entiendo la necesidad de coger una película entrañable y convertirla de un esperpento y en un fracaso absoluto. Es tan mala que la han quitado del catálogo.
Cumpliendo con todos los clichés de las sociedades actuales, encontramos a las chicas LGTBQ+ (también las vaqueras no binaries, trolls homosexuales, etc), que en esta historia no tiene mucho sentido ni aporta nada.
La bruja en esta ocasión lleva sudadera étnica y actitud absurda.
Es verdaderamente horrible y me da bastante pena por su actor protagonista, porque podría haber sido una buena oportunidad laboral.

No se puede hacer una película con mayor mediocridad y con peores estereotipos que esta. Si la primera era una alabanza a la violencia, ésta es un insulto a la inteligencia.
Mario Casas sigue en ese papel muy plano y simple de chulo violento pero con sentimientos que no cuadra a nadie. Tiene serios problemas de dicción y su rostro transmite poco o nada.
María Valverde sale poco, pero es la misma niña ñoña de siempre, con poco que aportar y pocas ganas de estar allí.
Y así llegamos a Clara Lago, la actriz mimada del cine español actual. Su papel es el de siempre. No tiene ningún registro. Es la chulapa de siempre en cada escena, en cada película. Con aire de niña pija cortante que tira para atrás. En esta no iba a ser menos. Además es un papel indefinido entre poligonera, azafata de programa y candidata de La Voz.
La película en sí es un espanto de proporciones titánicas, un canto a la violencia, la irresponsabilidad, los clichés y la gandulería más atroz. El problema es que se muestra como reflejo de la juventud de veintipocos...Menos mal, que nuestra juventud en esas edades no es así en su gran mayoría.