Hacía muchísimo tiempo que no lloraba con tanta emoción, ni me reía tan genuinamente, viendo una película. En la era digital actual, eso solo ya es mucho decir.

Pero es que Cinema Paradiso rinde homenaje al cine a través del cual soñamos y sentimos al mismo tiempo y, paralelamente, celebra la vida presentando la gran dualidad de la experiencia humana: entre la realidad imaginada (ficción) y la realidad objetiva. Al final del film, en una escena solo apta para espectadores sensibles, se nos revela cuál es el anhelo que nos guía entre las dos: vivir el amor.
Más allá del amor del cine, Cinema Paradiso nos enseña la belleza de ser humanos.