Los Miserables de Tom Hooper es una fiel adaptación del musical, basado en la novela de Victor Hugo. Todos aquellos que disfrutaron con la versión teatral y que son fans de esta inmortal historia no deberían dejar pasar la oportunidad de disfrutar de ella en el cine ya que no saldrán decepcionados.
El elenco de actores está espectacular destacando las grandes interpretaciones de Hugh Jackman, Anne Hathaway y Samantha Barks. Sorprende la actuación de Russell Crowe del que no sabíamos que sabía cantar.
Un dato interesante es que las voces fueron grabadas en directo mientras los actores oían la música por un auricular, normalmente se graba antes la música y los actores cantan en playback, lo que supone un reto mucho mayor para los actores.
Sin duda una muy buena película que no deja indiferente y cuya versión teatral sigue siendo espectacular.
Abstenerse de verla los alérgicos a los musicales (apenas hay diálogos que no sean cantados), aquellos que no les guste leer subtítulos (las canciones se han dejado en inglés con subtítulos en español), y los que no aguanten más de 2h30 minutos quietos en una butaca, los que están a su alrededor lo agradecerán.

De Óxido y hueso es de esas películas que te pueden encantar o te pueden dejar frío, yo me incluyo dentro de los que les ha encantado.
La película es una muestra de lucha, superación, de saber salir hacia delante en tiempos complicados, y de cómo dos personas que en apariencia parecen muy diferentes pueden ayudarse mutuamente en las dificultades de la vida y cambiar.
A destacar las interpretaciones de Marion Cotillard (digna de cualquier premio al que sea candidata), y Matthias Schoenaerts, y una banda sonora con la canción The Wolves de Bon Iver como perfecto acompañamiento.
Si no le doy la máxima puntuación es porque en mi opinión le sobran unos minutos a la cinta.

El chef, la receta de la felicidad, es una película entretenida pero sin más, perfecta para una tarde sin nada que hacer y con ganas de ir al cine pero le falta condimento. Su principal problema radica en la falta de novedad en el guión utilizando elementos ya vistos en otras películas sobre cocina; a pesar de eso tiene algún momento divertido.

Adaptar un videojuego como Until Dawn no era fácil ya que es una aventura narrativa en la que tienes que tomar decisiones y que tiene diferentes finales. Pero ya empiezas mal desde el momento en que ignoras por completo a los personajes principales que salían en el videojuego y solo tomas para el guion a uno de ellos, pero cambiando completamente el contexto que tenía en el videojuego. Sigues mal cuando el escenario que tomas para la película no tiene nada que ver con las montañas nevadas de Blackwood Pines. Luego, has visto elementos del videojuego que te han molado y los vas soltando en la película sin mucho sentido. Y, cometes un tercer error, lo importante de Until Dawn es el concepto de Efecto Mariposa con la toma de decisiones, no de muerte, lo que te lleva a hacer una película sin una estructura clara, sin emociones, sin relaciones verdaderas entre los personajes, un salpicar de elementos hasta el amanecer.

Es una película que se basa en un videojuego, que a su vez quiere ser un videojuego, y tu lo que vas buscando es una historia. Al menos, no se toma en serio, lo que hace que sea una especie de película de serie B de terror con sangre y muertes absurdas con las que alguna vez hasta me he reído. Una lástima porque una película de Until Dawn daba para mucho más y más si tenemos en cuenta todos los homenajes que hace el propio videojuego al cine de terror y slasher.