Gran actuación de Bette Davis y el pobre taxista Ernest Borgnine, al que en despistarse le dejan la cuenta a cero para realizar un banquete memorable. Película digna de ver y de recordar.

La dulce Francis, a la que todos conocen como Baby, va a pasar las vacaciones junto a su familia en un hotel cuyo principal atractivo son las numerosas actividades musicales que realizan Johnny Castle y su amiga Penny. Ambos necesitan el trabajo para mantenerse, pero algo complica su situación. Baby acude entonces en su apoyo, y pronto surge una buena amistad con toques de pasión prohibida entre ellos que traerá más de un quebradero de cabeza a su padre, excesivamente autoritario.

El baile es el principal atractivo de esta película, por lo demás, para mi gusto, es insulsa y aburrida, y trata un tema que se repite hasta la saciedad a lo largo de la historia del cine.

Cuando acabé de ver esta película me quedé con ganas de más, mucho más, y empecé a aficionarme por el cine antiguo, pero reconozco que ninguna película de la época ha logrado llenarme tanto.

Natalie Wood bordó el papel, haciendo al espectador tan partícipe de la película que bien podría sentir ser parte de ella.

Una crítica a la falsedad con la que a veces actuamos las personas, a la sociedad de una época tan centrada en enriquecerse y en hacer ver la importancia de la diferencia de clases, que se olvida de los sentimientos de las personas, a aquellos que intentando ayudarte pueden llegar a hundirte, creyendo saber mejor que tú qué es lo que debes hacer o cómo y dónde hacerlo, pero que no son capaces de escucharte ni entenderte...

Esta película es magnífica, única, mágica y muy muy recomendable.

¡No dejes de verla!

Durante la ocupación alemana de Francia, Arthur, un profesor tímido y asustadizo, que a pesar de su edad vive resguardado en la casa de su sobreprotectora madre, ve cómo la calidad de la enseñanza va disminuyendo al mismo tiempo que las bombas se escuchan desde el colegio.

Los soldados nazis sienten la educación como un peligro, y pronto comienzan las detenciones. La tranquila y estable vida de este señor se verá convertida en una lucha por la justicia y la verdad tan valiente y peligrosa, que dejará marca en el carácter y la personalidad de sus alumnos, y de todo aquél que ha llegado a conocerlo realmente, para siempre.

Heinrich Harrer es un alpinista austríaco de mucho éxito cuyo matrimonio hace aguas. Ella está embarazada, y él trata de convencerla de que no lo tenga. Mientras realiza una de sus incursiones por el Himalaya, estalla la 2ª Guerra Mundial, y todo su equipo será capturado por soldados ingleses en territorio indio. Cuando por fin logran escapar, él decide marcharse solo, pero Peter lo seguirá y juntos tratarán de salvar sus vidas, camino al lejano Tíbet. La película relata cómo en el camino recorrido busca la paz y el perdón por haber abandonado a su hijo, y cómo los conocimientos que va adquiriendo en el camino lo convierten en un hombre cada vez más bondadoso y respetable. Al mismo tiempo, la historia nos habla de la traición que los tibetanos sufrieron de manos de los chinos, que provocó la injusta muerte de muchos ciudadanos cuya única lucha conocida era la de lograr una paz absoluta.

Gran peli, con una actuación inmejorable de Brad Pitt y David Thewlis. Lo mejor, la belleza de los paisajes y la música, que logran transmitir una sensación de calma y paz prácticamente en toda la película. Lo peor, demasiado larga, por lo que puede resultar pesada.