You must be a loged user to know your affinity with juan
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

5.2
16,268
4
13 de octubre de 2017
13 de octubre de 2017
36 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza bien pero a los pocos minutos unos se da cuenta de que los clichés abudarán durante el resto de la misma. El reparto es más que correcto y la trama resulta mediocre porque lo que se cuenta es una historia innecesaria.
Lo más destacable es Javier Cámara que, una vez más, hace gala de una rica variedad de registros y consigue salvar esta película que te deja con la sensación de que ya la has visto antes.
Al leer la opinión de algunos críticos, tenía unas expectativas más altas de lo que realmente me ofrecía la cinta.
Lo más destacable es Javier Cámara que, una vez más, hace gala de una rica variedad de registros y consigue salvar esta película que te deja con la sensación de que ya la has visto antes.
Al leer la opinión de algunos críticos, tenía unas expectativas más altas de lo que realmente me ofrecía la cinta.
7
24 de marzo de 2017
24 de marzo de 2017
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Red Oaks mezcla la estética de los años 80 con la alta definición.
Una comedia adolescente con tramas simpáticas y desenfadadas. Encariñarse con todos los personajes es fácil y sus historias pese a no ser novedosas sí que presentan problemas propios de la época solucionados con elementos de la misma, tales como: contestadores automáticos, cámaras súper8 y la sección de anuncios de los periódicos para buscar empleo.
Nostalgia administrada en su justa medida, sin olvidar la historia. La música, algo icónico de la época, merece una mención especial.
Una comedia adolescente con tramas simpáticas y desenfadadas. Encariñarse con todos los personajes es fácil y sus historias pese a no ser novedosas sí que presentan problemas propios de la época solucionados con elementos de la misma, tales como: contestadores automáticos, cámaras súper8 y la sección de anuncios de los periódicos para buscar empleo.
Nostalgia administrada en su justa medida, sin olvidar la historia. La música, algo icónico de la época, merece una mención especial.
6
26 de mayo de 2019
26 de mayo de 2019
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las producciones con niñas angelicales raptadas está marcando estos años de ficción. En España no queríamos quedarnos atrás y la tele pública se ha puesto manos a la obra. Estoy gratamente sorprendido por la calidad de una serie que no te deja descansar en ningún momento.
Todos los personajes son prescindibles e imprescindibles a la vez. Es esta condición la que hace que dudes de todos y durante varios capítulos te preguntes que quién va a ser el siguiente y si esta vez será el culpable. Mención destacada a la protagonista Sara Campos, que con un trabajo brillante, ejerce de protagonista encarnada por Megan Montaner que se esfuerza durante toda la trama en parecer fuerte, creíble y sensual y lo mejor de todo es que lo consigue.
Los secundarios también significan gratas sorpresas. Era muy difícil ubicar en el imaginario colectivo a un Francis Lorenzo (Santiago Baín en la serie) como un personaje amable o a Jordi Sánchez (Nicolás Souto) en un personaje tan profundo, serio y bien gestionado.
Otro detalle que no puede pasar inadvertido son los paisajes con toda la fuerza que aportan a la historia. El entorno se convierte en un personaje más y su presencia es un claro indicativo de que algo va a pasar. Otro detalle de incalculable valor es la lograda banda sonora. Sin ser estridente, hace gala de un importante número de estilos. Genial acierto de la música más tradicional para ilustrar la España perdida; la España mágica.
¿Quién secuestró a Ana y Lucía? Es probable que dentro de un tiempo no nos hagamos esta pregunta como sí nos la seguimos haciendo 30 años después con Laura Palmer pero sí hay detalles que deben estar inspirados a la fuerza en la serie de culto de los 90.
Por último quiero compartir que escribo esta crítica sin saber cómo termina la serie pero en este caso, lo importante no es cómo termina y sí todo el camino y el trabajo bien hecho hasta llegar al final. Una vez terminada, el sabor que deja es extraño; falta historia pero sobra talento.
Todos los personajes son prescindibles e imprescindibles a la vez. Es esta condición la que hace que dudes de todos y durante varios capítulos te preguntes que quién va a ser el siguiente y si esta vez será el culpable. Mención destacada a la protagonista Sara Campos, que con un trabajo brillante, ejerce de protagonista encarnada por Megan Montaner que se esfuerza durante toda la trama en parecer fuerte, creíble y sensual y lo mejor de todo es que lo consigue.
Los secundarios también significan gratas sorpresas. Era muy difícil ubicar en el imaginario colectivo a un Francis Lorenzo (Santiago Baín en la serie) como un personaje amable o a Jordi Sánchez (Nicolás Souto) en un personaje tan profundo, serio y bien gestionado.
Otro detalle que no puede pasar inadvertido son los paisajes con toda la fuerza que aportan a la historia. El entorno se convierte en un personaje más y su presencia es un claro indicativo de que algo va a pasar. Otro detalle de incalculable valor es la lograda banda sonora. Sin ser estridente, hace gala de un importante número de estilos. Genial acierto de la música más tradicional para ilustrar la España perdida; la España mágica.
¿Quién secuestró a Ana y Lucía? Es probable que dentro de un tiempo no nos hagamos esta pregunta como sí nos la seguimos haciendo 30 años después con Laura Palmer pero sí hay detalles que deben estar inspirados a la fuerza en la serie de culto de los 90.
Por último quiero compartir que escribo esta crítica sin saber cómo termina la serie pero en este caso, lo importante no es cómo termina y sí todo el camino y el trabajo bien hecho hasta llegar al final. Una vez terminada, el sabor que deja es extraño; falta historia pero sobra talento.
10
8 de marzo de 2017
8 de marzo de 2017
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Twin Peaks es sin lugar a dudas la madre de las series modernas. Personajes hilarantes en un entorno de misterio en el que un buen número de jóvenes desconocidos hacen el papel de sus vidas. Puede que el motivo sea la frescura que trajo al panorama televisivo de la época.
La serie hay que disfrutarla en pequeñas dósis para apreciar la fotografía y su más que genial banda sonora de Badalamenti. La he visto en dos ocasiones, con un espacio de dos años entre visionado y visionado y la segunda vez me atrapó, más si cabe que la primera.
Una serie que ningún aficionado a las series se puede perder.
La serie hay que disfrutarla en pequeñas dósis para apreciar la fotografía y su más que genial banda sonora de Badalamenti. La he visto en dos ocasiones, con un espacio de dos años entre visionado y visionado y la segunda vez me atrapó, más si cabe que la primera.
Una serie que ningún aficionado a las series se puede perder.
3
12 de mayo de 2019
12 de mayo de 2019
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acudí a la serie fascinado por el libro. Mi primer acercamiento a Dicker ocurrió hace cinco años y en papel. El libro fue una suerte de emociones, desenfreno y, como ya apuntan los críticos, algunos desvelos. El grato recuerdo que me dejó es lo que ha hecho que hoy esté escribiendo esta crítica.
La serie podría catalogarse de serie B. El presupuesto se presupone modesto. De no haber sido así, las caracterizaciones de los personajes en las frecuentes idas y venidas en el tiempo hubieran sido aceptables y no el esperpento que ha resultado. Un Harry Quebert (Patrick Dempsey) idéntico al actual pero 25 años después y unos secundarios aderezados con unas arrugas indignas. Como ejemplo; cualquiera de ellos.
Bien podrían haber utilizado el dinero que se ahorró la productora grabando en Canadá para contratar a unos caracterizadores competentes. Sin embargo no todo van a ser comentarios negativos. Los actores secundarios son los verdaderos protagonistas. El abogado Benjamin Roth (Wayne Night), el Jefe Pratt (Kurt Fuller) o Roy (Ron Pearlman) son unos genios incombustibles que consiguen salvar la obra.
El resultado final es un producto muy trillado con escenas que recuerdan a Twin Peaks e incluso en ocasiones a True Detective. Lo más sensato es empezar a ver la serie en un rato de aburrimiento pero con el transcurso de los episodios verás que tu atención y el deseo de saber qué pasa es mayor porque una cosa está clara; ya sea en papel o en pantalla, la historia es muy buena.
La serie podría catalogarse de serie B. El presupuesto se presupone modesto. De no haber sido así, las caracterizaciones de los personajes en las frecuentes idas y venidas en el tiempo hubieran sido aceptables y no el esperpento que ha resultado. Un Harry Quebert (Patrick Dempsey) idéntico al actual pero 25 años después y unos secundarios aderezados con unas arrugas indignas. Como ejemplo; cualquiera de ellos.
Bien podrían haber utilizado el dinero que se ahorró la productora grabando en Canadá para contratar a unos caracterizadores competentes. Sin embargo no todo van a ser comentarios negativos. Los actores secundarios son los verdaderos protagonistas. El abogado Benjamin Roth (Wayne Night), el Jefe Pratt (Kurt Fuller) o Roy (Ron Pearlman) son unos genios incombustibles que consiguen salvar la obra.
El resultado final es un producto muy trillado con escenas que recuerdan a Twin Peaks e incluso en ocasiones a True Detective. Lo más sensato es empezar a ver la serie en un rato de aburrimiento pero con el transcurso de los episodios verás que tu atención y el deseo de saber qué pasa es mayor porque una cosa está clara; ya sea en papel o en pantalla, la historia es muy buena.
Más sobre juan
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here